18 octubre 2013

Alcander, novela de Luisa Fernandez

Es un placer hablar de la primera novela que publica la autora Luisa Fernández, por muchas razones. Porque llevo bastante tiempo visitando su bitácora, porque he leído allí alguno de sus cuentos y porque uno de los géneros que cultiva es el fantástico.

Hoy se pone a la venta Alcander, su primera novela, aunque no es su primera publicación, ya que ha participado en diferentes antologías de relatos. La que recuerdo ahora mismo es "Crónicas de la Marca del Este", segundo volumen, editado por Holocubierta. O sea, que aunque sea su primera novela, eso no quiere decir que sea una autora principiante, sino que ya lleva muchos años escribiendo.

Para saber de qué va la obra, os dejo banner y la presentación del libro:



"Hubo un tiempo en el que los Inmortales fueron la raza más poderosa del universo. Una época en la que los Nosferatu eran los señores de la noche y reinaban desde Paraíso de Niebla. Un periodo convulso en el que los licántropos gobernaban Las Tierras del Oeste. Milenios, donde las criaturas de leyenda rivalizaban por un puesto en la escala de especies y los destronamientos entre clanes dominaban El Bosque: su mundo de oscuridad.           
Hace quinientos años, todo cambió. Una fuerza inexorable sumió aestas poderosas razas en un sortilegio que los despojó de sus instintos y los condenó a una humanidad que tenían ya olvidada.           
Ahora, cuando El Reloj de Sombras ordena que el Círculo del Progreso se selle, ese influjo perderá fuerza; liberándolos de las cadenas de su esclavitud.           
Se verán abocados a una guerra titánica de alianzas y traiciones, dictada por el poder y la supremacía.           Aunque no estarán solos. Un humano, llegado desde el mundo de los mortales, será la pieza clave para impedir que su mundo deje de existir.           
Él es Alcander, el Nigromante."

Yo ya lo tengo, difícil resistirse a 1,99 euros. Ya os contaré.

03 octubre 2013

Y un día entrevisté a la autora Raquel Sánchez

De un tiempo a esta parte me estoy dedicando, por ser mi tarea dentro de un grupo literario, de entrevistar a diferentes autores independientes, basándome en su biografía, las sinopsis de sus obras y demás. Aunque son entrevistas que hago con todo el cariño, hay veces que los autores sufren de pesadillas, les entran fobias y a duras penas sobreviven a mis retahilas interminables de preguntas.

Vale, exagero. He entrevistado a mucha gente y todavía no se ha vuelto loca nadie. El caso es que hay una de las entrevistas que la autora ha tenido la gentileza de incluir en su propia bitácora, añadiendo, además, unos cuantos datos míos para que todo el mundo sepa quien es este oscuro individuo, dedicado a escribir novelas sin título, plantar garbanzos bestiales que siguen vivos cuando la biología dice que deberían estar secos, y sus semillas convertidas en potaje, y que sigue adorando la física.

Para ver lo que mi entrevistada sabe de mí y conocer qué respondió a mis preguntas, pasaos por su bitácora: Relatos Jamás Contados.

02 octubre 2013

La prisión más bella del mundo (ambientación)

Las necesidades de las sociedades modernas no dejan de cambiar. España no es el mismo país, no tiene la misma estructura social ahora que en 1978, las empresas y las relaciones laborales no son las mismas que a principios del siglo XXI. Y, sin embargo, nuestra Constitución sigue sin apenas cambios, reconociendo unos derechos que ya no tienen sentido, estableciendo unas obligaciones que han quedado superadas por el devenir de la Historia. Por ello, es prioritario su cambio. Es necesaria una nueva Carta Magna que consagre la evolución de la democracia a su versión perfeccionada.

La Constitución de 1978 fue un logro importante. Estableció las bases de un sistema democrático y contribuyó decisivamente a modernizar la sociedad de la época. Gracias a ella, se superó una dictadura espantosa y el país ocupó el lugar que le correspondía entre las democracias del siglo XX, un lugar del que nunca debió salir. Hoy, casi 60 años después, nuestro Estado se enfrenta de nuevo a una necesidad parecida. El sistema democrático antiguo está agotado. Las obligaciones que impone al Estado la vieja Constitución son un lastre insoportable. Satisfacer esas necesidades ciudadanas administrando los impuestos, tasas y cuotas ha causado la corrupción generalizada que padecemos hoy.

Por tanto, la solución es un cambio de paradigma, es una reforma integral de la Constitución que consagre la Democracia Trinitaria, que legalice la división existente de hecho entre los tres grandes grupos sociales: políticos, mafiosos y ciudadanía. Es preciso establecer con rigor las reglas que definirán los derechos y deberes de cada uno de estos grupos. Es algo especialmente urgente para el caso de la clase mafiosa, que en la antigua legislación sólo aparece para exigirle su reinserción. Las contribuciones de la clase mafiosa a nuestro orden social son tan numerosas que ya se han de tener en cuenta. Gracias a la amenaza de perderlo todo en un asalto, la gente sigue confiando sus ahorros a los bancos. Gracias a la acción mafiosa, la economía de diversos barrios es pujante, y los líderes mafiosos ejercen un control sobre los delincuentes excesivamente sanguinarios que a la policía le es imposible. De hecho, incluso las palabras "mafioso" y "delincuente" han perdido su significado peyorativo de antaño, y ya no tienen connotaciones insultantes, sino al contrario. Sin embargo, las leyes no reflejan ese cambio de mentalidad.

Muchos de los artículos de la Constitución de 1978 están obsoletos, y son un riesgo para el Estado. Por ejemplo, el artículo 35 concede como derecho a los españoles, a cambio de su trabajo "una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia". Sin embargo, esto choca con los nuevos modelos de relaciones laborales, en los que la competitividad internacional de las empresas depende de salarios que no permiten satisfacer las necesidades básicas y deben ser complementados por acciones benéficas ciudadanas que, en contra del espíritu de la Constitución aún vigente, no deben salir, en ningún caso, del dinero público. Las políticas actuales van en esa dirección, al haber reducido significativamente los gastos públicos asistenciales sin una reducción paralela de los impuestos, ya que el objetivo final del Estado es el aumento permanente de la recaudación y la acumulación de recursos que se usen en el avance del país. Por ello es tan necesario un nuevo marco jurídico que legitime estas nuevas tendencias, que tanta riqueza han traído y seguirán trayendo en el futuro a España.

Por esto, y por muchos motivos más, vote "Sí" en el referendum de 2037. Vote "Sí" al futuro, a la Democracia Trinitaria.

(Extracto del discurso de J. X. L., diputado por Segovia del Partido Trinitario Popular, 9 de marzo de 2036)

¿De qué va esto?: La prisión más bella del mundo.