tag:blogger.com,1999:blog-29715049.post877486758251994002..comments2023-10-25T15:09:00.835+02:00Comments on La bitácora de Sinciforma: Mundo de cenizas. Capítulo XXJuanhttp://www.blogger.com/profile/01857208774537450864noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-29715049.post-32547660620058236772011-06-18T11:08:57.667+02:002011-06-18T11:08:57.667+02:00Hola Luisa
Gracias :-). La verdad es que es la...Hola Luisa<br /><br /> Gracias :-). La verdad es que es la parte más difícil a la hora de escribir, pero se aprende muchísimo.<br /><br /> Eso que dices de que los demonios controlan series de su misma clase pero menor categoría... El concepto es muy interesante, el de la existencia de una clase de jerarquización entre demonios. No sé dónde leí algo parecido, pero me lo apunto.<br /><br /> Lo de mostrar puntos de vistas diferentes de cada personaje sobre algo me divierte tanto que lo haré muchas más veces. La visión de Juan es la de alguien que ha idealizado a la chica de sus sueños. La de Pablo es puramente neutra. En efecto, Raquel es así físicamente, tal como la describe Pablo. Resumes su opinión a la perfección :-). Raquel es de esas chicas que al principio te parecen feas, pero cuando vas viendo lo bien que le queda la ropa, la figura que tiene, se da la vuelta y te fijas en lo bien que le sienta la falda... te va gustando cada vez más. Y luego, es educada, tiene un trato agradable, es lista... Vamos, Pablo la va describiendo así y acierta.<br /><br /> No lo escribí pensando directamente en el Quijote pero, ¿a que recuerda al contraste entre lo que decía don Quijote de Dulcinea y lo que cuenta Sancho de Aldonza Lorenzo? El amor es ciego, como tu dices, aunque he de reconocer que Raquel tampoco está tan mal (ja, ja, ja)<br /><br /> Un saludo.<br /><br /> Juan.Juanhttps://www.blogger.com/profile/01857208774537450864noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-29715049.post-70337861010492626522011-06-13T17:12:02.785+02:002011-06-13T17:12:02.785+02:00Hola, Juan.
Como siempre, muy interesantes los apu...Hola, Juan.<br />Como siempre, muy interesantes los apuntes que nos haces sobre los sueldos de los tercios y la carestía del coste de la vida por entonces. También las medidas me lo han parecido.<br /> <br />Los clarates parecen ser unos seres curiosos (morbosamente, claro). Considero que no es extraño que detrás de esos ataques estén ellos liderando esas grandes cantidades de ratas. Los demonios tienen muchas maneras de hacerse con el control de seres poco racionales o iguales a ellos, pero de menor categoría.<br /> <br />Ha estado bien ver el punto de vista de Pablo sobre Raquel. A sus ojos no es guapa, pero tiene un cuerpazo. Para Juan, sin embrago, sí lo es. Por algo dicen que el amor es ciego, je,je,je. Y estoy de acuerdo contigo, se puede ser inteligente y ser un “imbécil emocional” (dicho desde el cariño. No lo digo yo; lo dijo Benedetti, creo recordar) y al contrario.<br /> <br />Un saludo.Luisahttps://www.blogger.com/profile/03304455986168562653noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-29715049.post-68890141111741743082011-06-12T12:26:47.283+02:002011-06-12T12:26:47.283+02:00Ya he ido hablando de las unidades de longitud de ...Ya he ido hablando de las unidades de longitud de la época. La legua española o castellana tenía unos 5.572m y equivalía a una hora de trayecto a pie, más o menos. Aquí introduzco tres nuevas, el pie castellano, de 0,2786 metros, la vara castellana, de 0,8359 metros y que equivale a tres pies y el codo, que valdría media vara. El codo que usaré aquí será el común, ya que había codos de valores diferentes, como el codo real o de ribera, que valía 33 dedos (un dedo es una unidad de medida antigua que equivale a 17,41458 milímetros). A destacar que, al igual que la moneda, las medidas de longitud eran otro infierno, ya que no son decimales. Por ejemplo, un pie se dividía en 12 pulgadas castellanas (que valen 2,322 cm), así que si te preguntan cuantos pies son 186 pulgadas, o eres bueno en cálculos mentales (como Pablo) o hay que recurrir a lápiz y papel. Cuando Raquel dice que los cralates pueden medir cinco codos, está diciendo estos seres llegan a superar los 2 metros de altura. Cinco codos son siete pies y medio, un cálculo trivial para Pablo (5 por 1,5).<br /><br />El vocablo “cralate” lo hago descender de la palabra Kral, que significa rey en checo.<br /><br />Por cierto, estuve revisando las fichas y me he encontrado que Juan tiene una capacidad de razonamiento muy elevada. Sería más inteligente, incluso, que Pablo, pero el problema es que no tiene estudios; no sabe ni siquiera leer. Se demuestra, por ejemplo, cuando deja sorprendido a Pablo, que no tiene más remedio que sincerarse. También es razonable, a pesar de su torpeza a la hora de tratar con Raquel. Hay personas muy inteligentes que, sin embargo, tienen una inmadurez emocional muy severa, y al revés, personas muy torpes que, emocionalmente, son superdotadas. Juan pertenece al primer tipo.Juanhttps://www.blogger.com/profile/01857208774537450864noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-29715049.post-20874819293944410672011-06-12T12:23:25.628+02:002011-06-12T12:23:25.628+02:00Sin embargo, en la misma fuente en que me basé par...Sin embargo, en la misma fuente en que me basé para obtener los sueldos de los soldados, se hablaba de que la cotización del escudo era de 350 maravedís. En Mundo de cenizas uso la paridad 1 escudo = 408 mrv, similar a la cotización de la segunda mitad del siglo XVI, de la que son los precios indicados. Empleando eso, y la necesidad de que el sistema que he creado para esta novela sea coherente, fijaré el salario de Juan (y de la gran mayoría de los milicianos soldados rasos) en 6 ducados al mes, o equivalentemente, 75 maravedís diarios. Juan es miliciano a tiempo completo, por lo que no tiene otras fuentes de ingresos y este salario le ha de permitir cubrir sus gastos y que le quede algo para disfrutarlo, ya que su trabajo es peligroso.<br /><br />Sin embargo, hay que tener en cuenta que es el propio municipio quien le alimenta, le da atención sanitaria y le da cobijo. Como eso es algo que le correspondería pagar a él, el sistema es que todo eso se le descuenta de su salario. Suponiendo que el municipio conseguiría, ya fuera por impuestos, o porque se les hacen buenas ofertas, adquirir todo lo que come Juan a menos de 58,5 mrv, considero que entre impuestos que deba pagar el bueno de Juan y las devoluciones que tenga que hacer de la munición real, y el pago de otros servicios que le conceden (la atención sanitaria en los tercios se pagaba a razón de real por mes y soldado), se le descuentan 60 maravedís diarios. O sea, 6 ducados (2250 mrv) menos 1.800 mrv descontados le dejan a Juan 450 maravedís mensuales que cobra realmente, o sea, 13 reales y 8 maravedís. A destacar que, de ahí, se gastará unos 100 reales al año en ropa, que también era muy cara en la época, con lo que le quedaran disponibles para gastar libremente en extras como ir a tabernas o pagar viajes unos 2000 maravedís al año. No es mucho, a pesar de que no tenga que preocuparse ni de la comida ni del alojamiento.<br /><br />La oferta que le hacen a Pablo es de pagarle 87 maravedís y una blanca por cada día de servicio, menos esos 60 que les descuentan por el alojamiento. Una cualidad de Pablo es que es bueno en ciencias e ingeniería, y hace cuentas con esas monedas, que no siguen ni de broma el sistema decimal, con bastante ingenio, como en este capítulo.<br /><br />Y, al fin, algo que me encanta de usar la tercera persona subjetiva: que varios personajes den sus puntos de vista sobre una misma cosa. En este caso, las opiniones son sobre Raquel. Hasta ahora hemos leído las opiniones de Juan, que está enamorado perdidamente. Ahora vemos las de Pablo, cuyas intenciones son bien diferentes. De hecho, si os fijáis, las descripciones de Juan son muy emocionales. Juan narra las sensaciones que le inspira Raquel: sonrisas que encantan, dice que la ve muy guapa, etc. Pablo la analiza y examina con la frialdad de un científico, sacándole sus puntos fuertes y sus defectos, al menos en lo que respecta a la belleza física.Juanhttps://www.blogger.com/profile/01857208774537450864noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-29715049.post-45149032360621668362011-06-12T12:22:18.539+02:002011-06-12T12:22:18.539+02:00De nuevo me ha pasado que, un par de párrafos me h...De nuevo me ha pasado que, un par de párrafos me han obligado a un gran esfuerzo de documentación. Normalmente, lo “peor” (entre comillas porque me divierte mucho) es meterse en cosas cotidianas. En este caso, los salarios y los precios. Las únicas referencias que tengo son las pagas de los tercios. Hay una buenísima referencia <a href="http://ejercitodeflandes.blogspot.com/search/label/Econom%C3%ADa%20y%20Finanzas" rel="nofollow">aquí</a>. Luego, la famosa wikipedia me ha dado ideas acerca de la vida en los tercios, y dado que la milicia es prima hermana del ejército, he fijado el salario de Juan siguiendo esas directrices y la información de precios que he visto por ahí. Aún así me he visto obligado a modificar, ya que las cuentas no me salen, cosa que creo que es lógica porque los precios y salarios que he ido mirando son de diferentes épocas.<br /><br />En primer lugar, en nuestro Siglo de Oro, la comida era una parte mucho más importante del presupuesto familiar que hoy en día. De hecho, buena parte de los impuestos (la infurción, los diezmos), sobre todo en entornos rurales, se pagaban en alimentos (una excepción era el vino, cuyo diezmo se pagaba en metálico). De los impuestos, que eran abusivos, no hablaré mucho de momento, ya que a los personajes no les afectan demasiado. Solían ser los agricultores y quienes tuvieran vivienda en propiedad quienes debían pagar sumas tan elevadas que apenas les dejaban dinero para malvivir. El sistema fiscal era bastante complejo, pero por las situaciones particulares de mis “niños”, no tendrán que preocuparse directamente ellos de momento.<br /><br />Bien. Decían que la dieta de un soldado de los tercios consistía en comer, al día: 1Kg de pan o de bizcocho (en el sentido de pan cocido dos veces para que aguante más, no el dulce que tiene ese nombre hoy en día), una libra de carne (aprox. 460g) media libra de pescado, una pinta (más o menos medio litro) de vino y aceite y vinagre. Los precios serían: 9 maravedís el pan, 34 la carne, 10 el pescado, 2,5 el vino y he supuesto que entre aceite y vinagre serían 3 maravedís (un cuarto de libra de aceite serían más o menos 1,75 mrv, pero no creo que se considerasen fracciones inferiores a medio maravedí –una blanca-. Así que pongo 2 mrv de aceite y uno de vinagre). Salen 58,5 maravedís al día.<br /><br />Por otro lado, los salarios de un soldado de los tercios en algún momento del siglo XVI eran: 3 ducados de sueldo base mensual. Según su especialización había complementos, que se llamaban “ventajas”. Así, arcabuceros y coseletes ganaban 4 ducados y 6 ducados cobraban los mosqueteros. El ducado era una moneda de cuenta, esto es, una que no se acuña pero que sirve para la contabilidad (el concepto es curioso hoy en día, si bien, el famoso ECU, el precursor del euro, y el propio euro, si no recuerdo mal, antes de empezar a acuñarse, fueron monedas de cuenta). Un ducado vale 375 maravedís. Haciendo una cuenta rápida, si tomamos el sueldo de un coselete, veríamos que ingresaría 1500 maravedís mensuales. Dividido entre 30 nos darían 50 mrv al día, con lo que no les daría ni para comer. Porque no he comentado que un soldado de los tercios, de su sueldo, debía pagarse manutención, alojamiento (si tuviera que pagárselo; por ejemplo, en campaña no pagarían) y lo que se denominaba la “munición real”, o sea, las armas y equipamiento iniciales, que el soldado pagaba viéndose a cuenta de sus sueldos futuros.Juanhttps://www.blogger.com/profile/01857208774537450864noreply@blogger.com