14 octubre 2018

Optimismo medioambiental

La preocupación acerca del cambio climático que está provocando la Humanidad y sus consecuencias aumenta. Se incrementa despacio, pero lo va haciendo. Sin embargo, si se cuenta con lo que conocemos acerca de otros cambios climáticos que han sucedido en el pasado, me refiero a cambios sucedidos hace muchos millones de años, hay razones para ser optimistas.

En efecto, la vida sobre la Tierra ha sobrevivido a muchas catástrofes climáticas como la que tendrá lugar dentro de cincuenta años, y sobrevivirá a la que se avecina. Lo único que va a destruir este cambio climático va a ser la civilización humana actual y, quizá, a la especie humana. Pero la vida sobre la Tierra sobrevivirá.

Posiblemente, nuestra civilización se vendrá abajo cuando el clima quede perturbado sin remedio y cambie de manera radical. Eso significará la pérdida de un gran porcentaje de las cosechas y otras formas de producción de alimentos en todo el mundo, de manera que dará igual lo ricos que sean ciertos países o personas. No será problema de no tener dinero, será problema de que no habrá comida que comprar. Ahora, es prácticamente imposible que las cosechas sean malas, a la vez, en todo el mundo, porque las plantas que cosechamos están adaptadas a sus respectivos climas. Cuando la climatología haya cambiado de forma drástica debido a un aumento rápido de las temperaturas, ninguna especie estará preparada: la producción de alimentos se hundirá en todo el mundo a la vez.

Las consecuencias serán que, durante muchos años, habrá hambrunas en todo el planeta. Cuando la gente no tenga que comer, dejará de pagar impuestos, de obedecer a los gobiernos y de esas otras cosas que mantienen en pie la civilización y tanto preocupan a los políticos. También se dejarán seducir por populismos que promuevan el robo de los alimentos que atesoren estados o países vecinos, lo que reducirá aún más la producción de comida. Toda esa civilización que tantos milenios ha costado construir se desmoronará, muerta de hambre. Hace mucho tiempo que la población humana es tan elevada que solo los métodos de producción de alimentos basados en la existencia de estructuras estatales pueden mantener a la población. Miles de millones de personas no podrían vivir como cazadores-recolectores. Si la civilización se hunde, la hambruna será devastadora.

La Humanidad quizá sobreviva. Puede que pueblos aislados en lo más profundo de la selva del Amazonas, en zonas montañosas aisladas o en desiertos poco explorados sigan viviendo sin que los pueblos civilizados los perturben y puedan adaptarse al nuevo clima. O quizá las personas civilizadas los exterminen para robarles la comida. Eso no lo sé.

Pero, en todo caso, soy optimista: el cambio climático provocado por el ser humano no podrá destruir la vida sobre la Tierra. Solamente acabará con la civilización y, quizá, también con la especie humana. Sin embargo, la vida se recuperará. Por tanto, podemos seguir como hasta ahora. No hay de qué preocuparse.

1 comentario:

Lillu dijo...

Yo leyéndote me quedo más tranquila, sin duda.

...

...

Vale, ahora me cuesta respirar :P

No sé hacia dónde va la raza humana, pero creo sinceramente que ha tomado el camino equivocado. Dicho lo cual, cualquier cosa que le ocurra a la Humanidad como conjunto nos la tenemos bien merecida.

saluditos!