30 noviembre 2021

#EstrellasDeTinta La nave del amor: Mi amigo Mak. Parte 1

Este es mi relato de noviembre para el reto de escritura Estrellas de tinta, organizado por Katty Cool. Puedes leer las instrucciones del reto (y solictar apuntarte) en la bitácora de la organizadora:

https://plumakatty.blogspot.com/2020/12/estrellas-de-tinta-reto-de-escritura.html

En esta ocasión, voy a poner objetivos y objetos delante, asi como número de palabras.

Objetivo que cumple: 23R—Haz tu propio objetivo (se añadirá al Drive común).--> Relato donde aparezca Isaac, el Barman de la serie "Vacaciones en el mar"

13- Harina

15- Unas Escaleras  

A destacar que este relato está escrito a medias con Isabel, cuyo blog es este: https://supeingoreson.wordpress.com/ . Es la primera parte de un relato que finalizamos para el mes de diciembre. Ha sido una experiencia muy divertida esto de escribir a cuatro manos.

Por cierto, Isaac, el barman de Vacaciones en el Mar es el personaje que hemos llamado Aisak.

Pongo aquí la pegatina.


Mi recomendación del mes es para el relato de julio de Isefran79: https://supeingoreson.wordpress.com/2021/07/ Aquel mes, su relato fue el finalista en mis recomendaciones, así que rescato ese relato sobre mamodos, que me encantan.

Son 1839 palabras según https://www.contarcaracteres.com/palabras.html (he quitado dos asteriscos de separación de escenas), así que cumplo los objetivos de extensión, pero me tengo que gastar 5 estrellas.

Aquí está la primera parte del relato, que espero que os guste.


LA NAVE DEL AMOR: MI AMIGO MAK (PRIMERA PARTE)


Princesa de Zensou es una nave crucero interespacial de lujo que transporta a los pasajeros desde el planeta Ratio hasta su satélite Innoh.

En cubierta, el sobrecargo Goffa Esmiz, la directora del crucero Yuli Makkoi y el médico de a bordo Dok Brikkah se preparan para recibir a los primeros pasajeros que embarcan.

Son las vísperas del paso del cometa X+, que anualmente es visible tanto desde el planeta ratio como desde su satélite. Ofrece una visión espectacular: la cola del astro brilla con colores rojos y verdes e ilumina el cielo durante todo un día. A los niños se les dice que un ser mágico cabalga sobre el cometa y les deja regalos si se portan bien. Para celebrar la fiesta del cometa X+, han decorado la nave con guirnaldas rojas y verdes, hay figurillas del ser mágico por todas partes y del techo cuelgan hojas de zertiz, bajo las cuales, hay que besarse, según la tradición.

El encargado de hostelería, Aisak Guosinton, baja unas escaleras y sale a cubierta hecho un manojo de nervios:

—¿Ha llegado ya? ¿Han embarcado todos los pasajeros?

—Apenas hemos abierto la recepción, aún no ha entrado nadie —le responde Yuli con una sonrisa.

—¿A quién esperas? —le pregunta Goffa.

—A mi gran amigo Mak. Se traslada al planeta Techukuri en pocas semanas y viene a despedirse y a pasar las fiestas conmigo —contesta Aisak.

Los pasajeros empiezan a entrar y Yuli y Goffa los atienden con amabilidad. El nerviosismo del barman va en aumento mientras intenta encontrar a su amigo entre la multitud que embarca admirando la decoración de la nave.

—Aisak, tranquilízate ya o te receto un ansiolítico —dice Dok

—Muy gracioso… ¡¡Ahí está!! ¡Mak! ¡Mak! —lo llama a gritos el barman.

—¡Aisak! —Mak se acerca corriendo y le da un abrazo a su amigo—. ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás?

—Bien, tranquilo ahora que te veo embarcar. Ven, vamos a preguntar cuál es tu camarote. Yuli, este es mi amigo Mak, R. D. Makgaiva.

—Encantada —dice la chica ruborizándose al ver a Mak.

Mak la mira sonriendo. Es un hombre bajo, con los tentáculos dorados y tremendamente atractivo. Lleva ropa cómoda y holgada, pero Yuli puede adivinar que su cuerpo es menudo y delgado.

—Bueno, dinos, ¿cuál es el camarote de Mak? —le pregunta Aisak para hacerla reaccionar.

—¡Ay, sí! Perdona, no sé que me ha pasado —se disculpa la chica mientras nota como le suben aún más los colores—. Cubierta Fiesta, camarote 314. Si necesita que le indiquen el camino…

—Ya lo llevo yo —la interrumpe Aisak.

—Encantado, Yuli. Nos veremos por la nave.

—Ya sé donde encontrarte —le responde la chica.

Aisak y Mak se pasan todo el camino que lleva a la Cubierta Fiesta hablando de lo que les ha sucedido desde la última vez que se vieron. Mak le cuenta su última aventura a bordo de un crucero arcaico, de los que navegan por el mar, en el que unos terroristas pusieron dos bombas y las tuvo que desactivar a contrarreloj con la ayuda de Charli y Pit.

—¡Menuda aventura! —dice Aisak.

—Espero que este vuelo sea más tranquilo.

—¡De eso no te quepa duda! La seguridad de La Princesa de Zensou es tan buena que no se colaría ni un insecto-robot para tomarse un chupito en mi bar —le asegura entre risas.

Cuando se encuentran en el pasillo que los llevará al camarote de Mak, este suspira.

—¿Yuli es amiga tuya?

—Hemos viajado mucho juntos, pero es más amiga del sobrecargo. ¿Por qué?

—Porque… bueno,  me gustaría conocerla.

—Ya veo —dice Aisak con una enorme sonrisa—. Cuando te la encuentres, llévatela al bar y os invitaré a un cóctel de los míos.

—El problema es cómo coincidir con ella. Estará muy ocupada atendiendo a los pasajeros.

—Parte de su trabajo consiste en asegurarse de que los pasajeros disfrutan del viaje —le dice con una sonrisa pícara mientras lo mira de reojo—. Cuando libra le gusta ir a la piscina a media tarde. ¿Te has traído un bañador?

—Pues no —dice Mak, apenado.

—No te agobies, puedes comprar uno en la tienda. ¿Qué te pasa? ¿Te veo angustiado?

—Que Techukuri está lejos y si le tomo cariño a Yuli, no podríamos vernos hasta que acabara el trabajo allí. Y tengo para una buena temporada.

Aisak se encoge de hombros un momento antes de llegar al camarote 314. Mak abre la puerta y el barman le pone una mano en el hombro.

—Disfruta del viaje y no te preocupes por algo que aún no ha pasado. De momento, lo único que puedo hacer es invitaros a un cóctel.

Mak y Aisak hablan un rato más, hasta que el segundo tiene que marcharse para organizar el bar. Mak deshace la maleta distraído y se tumba en la cama. No deja de pensar en Yuli, en lo guapa que es y lo simpática que parece, y no se cree que con la vida que lleva, se haya podido encaprichar tan pronto de una desconocida.

*

La Princesa de Zensou inicia su viaje poniendo en marcha todos sus motores. Deberá adquirir el 80% de su velocidad final en las tres primeras semanas de travesía y eso supone bastante trabajo para los propulsores.

La nave y los técnicos de mantenimiento están acostumbrados a esas maniobras y la monitorización del proceso suele ser aburrida. Sin embargo, tarde o temprano, llega el momento en el que algo se avería. Mientras Mak, cansado del viaje en transbordador hasta la Princesa de Zensou, duerme en su camarote tras haber cenado y haber disfrutado de uno de los cócteles de Aisak, un sensor que mide el flujo de combustible al motor cuatro se quema. Al quemarse, la válvula que regula el flujo del tercer componente de la mezcla que se inyecta en el motor se vuelve loca y se rompe.

La mezcla descompensada va elevando despacio la temperatura normal de operación del motor. Solo un poco, lo suficiente para ir dañando la estructura sin que los técnicos de mantenimiento se percaten de que hay un problema.
Cuando el personal de la Princesa de Zensou escuche la sirena que anuncie que hay una avería, quizá sea demasiado tarde.

*

Mak está aún tumbado en la cama de su camarote, pero no ha llegado a dormirse. En eso, oye que llaman a la puerta, abre y encuentra a Yuli al otro lado.

—Hola, ¿te has acomodado bien? —lo saluda—. Espero que el camarote sea de tu agrado.

—Es muy acogedor, gracias.

—Venía a informarte de las actividades que hay preparadas para el crucero. Tenemos de todo tipo, aunque no te recomiendo el concurso de karaoke, el capitán es el único jurado y siempre le da el premio a alguna pasajera guapa —le susurra y hace que Mak suelte una carcajada—. Hay varias de manualidades, como hacer figuritas y pinturas para celebrar el paso del cometa, cocinar dulces de harina de komugi, tan típicos de estas fiestas... ¿Eres bueno con las manos?

—Me defiendo —le responde Mak con una sonrisa.

—Seguro que eres muy habilidoso, con esas manos tan delicadas que tienes —le dice Yuli sin pensar. Cuando se da cuenta de lo que acaba de decir, se ruboriza, carraspea y continúa—: Esto… bueno, tengo que seguir con mi trabajo.

—¡Qué lástima! Estaba disfrutando mucho de tu compañía.

—¿Quieres acompañarme? Te puedo enseñar la nave y así te indico dónde está el bar de Aisak.

—Me parece el mejor de los planes.

Mak cierra la puerta y le ofrece el brazo para que Yuli lo tome.

Pasean por toda la nave y la chica le explica la ubicación de las diferentes salas de recreo y las actividades que pueden realizar en ellas. Finalmente, llegan al bar donde Aisak está atendiendo a algunos pasajeros.

—¡Pero que visita más agradable! Decidme, ¿qué os pongo? ¿Queréis probar mi nuevo cóctel?

—Claro —responde Yuli, entusiasmada. Se gira y se dirige a Mak—: Aisak es nuestra estrella en la nave, nadie se puede resistir a sus bebidas.

—Aquí tenéis, un «love boat» para cada uno —les dice el barman mientras les pone delante unas copas con un líquido celeste.

—Muy sutil —le susurra Mak.

Aisak le guiña un ojo y se aleja para atender a unos pasajeros que acaban de acercarse a la barra.
Mak y Yuli se ponen a hablar de sus vidas. Yuli le cuenta que está encantada con su trabajo. Le gusta la nave, sus compañeros… los pasajeros suelen tratarla con mucho respeto y admiración. Le encanta que le digan lo buena profesional que es y que le agradezcan, después de cada crucero, su atención y su buen hacer.

—¿Y tú, Mak? ¿A qué te dedicas?

—Soy profesor de universidad, pero he dejado el trabajo en Ratio para irme una temporada larga a Techukuri.

—¿A Techukuri? Pero si ese planeta está a un millón de años luz…

—No exageres. En términos cósmicos no está tan lejos —le refuta entre carcajadas.

—¿Qué vas a hacer allí?

—Más de lo mismo, pero me apetece cambiar de aires. Ratio lo tengo muy visto.

—Ya… igual lo único que necesitas es cambiar el círculo de amistades —le sugiere Yuli mientras da un sorbo a su bebida.

—Quizá —le responde Mak mientras la mira a los ojos y piensa que no ha visto unos tan bonitos en su vida.

El tiempo pasa deprisa. Mak se siente muy feliz hablando con ella e intuye, y desea, que sea mutuo. No sabe si Yuli es lo bastante abierta como para contarle tantas cosas de su vida a alguien a quien acaba de conocer. Lo que Mak si sabe es que llevaba muchos años sin contarle su vida a nadie tan pronto.

Un grupo de músicos se sube a un escenario y empieza a interpretar melodías muy movidas. Yuli mira a Mak con una sonrisa.

—¿Bailamos?

—¡Uf! Dicen que tengo dos pies izquierdos.

—No te preocupes, yo te llevo y los transformaré en dos derechos —dice Yuli mientras tira de Mak y lo lleva al centro de la pista de baile.

Mak, al principio, se siente fuera de lugar, pero descubre que si Yuli está a su lado, cualquier actividad es maravillosa. La chica lo conduce con la firmeza necesaria como para que no se note que apenas sabe bailar, pero, a la vez, con suavidad. Mak se sorprende de estar bailando una canción detrás de otra, cuando a él nunca le ha gustado el baile. Y entiende que, por absurdo que parezca, se está enamorando de Yuli.

A lo largo de los siguientes diez días, Yuli y Mak se ven todos los días. La chica siempre encuentra una excusa para ir a visitarle, y él siempre está dispuesto a recorrer la nave a su lado.

El corazón de Mak le dice que es de esas mujeres difíciles de encontrar y decide que, quizá, vivir en Ratio no es tan aburrido si así puede ver a menudo a Yuli. Así que, en su mente, toma forma una decisión inesperada. Le dirá a Yuli que la quiere y que renuncia a su trabajo en Techukuri.

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