Creo que por primera vez en esta bitácora, voy a hablar de algo relativo a la lingüística, aunque lo vaya a relacionar con la literatura. Y tiene que ver con el título de esta entrada, lo que no es raro, evidentemente... Me pongo a escribir en serio a partir de ahora.
Cuando se escribe algo ambientado en la época medieval, como pueden ser las novelas de capa y espada, o de fantasía épica, al escritor se le presentan dos alternativas en los diálogos: seguir las normas de tratamiento modernas (tú y usted), o arcaizarlas, usando el vos y el vuestra merced. Personalmente, más o menos un tercio de lo que escribo está ambientado en una época cuya tecnología y sociedad correspondan a nuestros siglos XV, XVI o XVII europeos - otra cosa es que sea, realmente, la Europa de esa época, que casi nunca - y, con una excepción bastante notable, siempre utilizo las normas de tratamiento modernas. Simplemente, lo que me importa es transmitir normalidad; no quiero que el lector considere que hablan "raro" porque, narrando como lo hago yo, desde el punto de vista subjetivo de un personaje, el lector encontraría extraña una forma de hablar que para el personaje es normal.
La otra vertiente, como es natural, consiste en llevar al máximo el realismo en los diálogos, de manera que los personajes hablan, casi, como lo harían en esa época. Digo casi porque si hablaran realmente como en aquella época, no nos enteraríamos ni de la mitad. Poco habría entendido yo de El Quijote sin las anotaciones a pie de página. Aunque tendría gracia, costaría trabajo entender qué significa eso de "no dársele ni en un ardite" (no importar un pimiento, o algo así...), o que lo de "sobre eso, morena" implica resolución de sostener lo que se quiere, a toda costa... Así, en obras modernas, aparecen el vos y el vuestra merced, como en las de El Capitán Alastriste, o en traducciones recientes de Los Tres Mosqueteros.
Pero... ¿los tratamientos de cortesía se describen de manera correcta en la literatura fantástica o de capa y espada actual? Bien... Me encuentro cuatro situaciones. En obras traducidas del inglés, o de gran influencia anglosajona, se usa el tú para todo el mundo, y el trato preferencial con señor o el rango equivalente. Una segunda categoría son aquellos en que se emplea la norma moderna, con tú y usted. En otros libros, encuentro el sistema dual vos-tú. Y en una minoría, el complejo sistema del siglo XVI español: tú, vos y vuestra merced, que da título a la entrada. Y del que hablo ya...
Los tratamientos de cortesía de las lenguas romances arrancan desde el Bajo Imperio Romano, en que existían la segunda persona del singular, tu, y la segunda del plural, vos o uos. En la época mencionada, empezó a usarse, para dirigirse a alguien importante el uos en vez del tu. Comenzó reservándose sólo al emperador y luego, se extendió a otros cargos. La gran mayoría de las lenguas romances mantuvo (y algunas mantienen, como el francés y el italiano) este sistema dual. Una excepción es el rumano, cuyo sistema de pronombres de cortesía es el más complejo de todos, y otra, el castellano del siglo XVI.
Aproximadamente hasta el siglo XVI, se mantiene el vos para el trato preferencial, o bien para el trato entre nobles y caballeros, y el tú, que usa un superior para dirigirse a un inferior, o bien, dos personas de baja clase social para hablarse entre sí. Este sistema es el que se puede leer en, por ejemplo, El Amadís de Gaula. Sin embargo, el vos empieza a utilizarse cada vez más entre iguales de clases sociales bajas, y empiezan a aparecer fórmulas de respeto diferentes para establecer la diferenciación que, al principio, conviven con vos, como vuestra excelencia, vuestra ilustrísima o vuestra merced reservado, en principio, a gente de clase social elevada pero sin sangre noble. Así, se empiezan a ver, con poca frecuencia, tratamientos mezclados del estilo: "yo vos lo diré: llegado ante vuestra merced". Existe una tercera forma de cortesía, él o ella, que hacen las veces de usted, pero se extiende poco. A principios del siglo XVI, la situación es la siguiente:
Tú: conjugado en segunda persona del singular.
Vos: conjugado en segunda persona del plural.
Vuestra merced: conjugado en tercera persona del singular, como nuestro usted (de hecho, vuestra merced dio lugar a usted a mediados o finales del siglo XVII).
En el castellano del siglo XVI se produce un cambio sustancial en las fórmulas de tratamiento, que provoca bastante incertidumbre y la aparición de numerosas variantes dialectales. En teoría, de mayor a menor preferencia, los tratamientos eran vuestra merced > vos > tú. Hay numerosos estudios sobre esta cuestión, y aunque, aproximadamente, coinciden en esta clasificación, también se muestra que la cosa era mucho más compleja y poco clara. Se puede decir, más o menos, que:
* Vuestra merced se usaba entre iguales de alto rango, o bien, era la fórmula en que un inferior se dirigía a un superior. No obstante, aún permanece el uso, altamente respetuoso, de vos para dirigirse a un superior (por cierto, este uso aún perdura en castellano moderno, si bien es muy escaso... hay gente que trata al Rey de vos).
* Vos va perdiendo paulatinamente el valor respetuoso y va convirtiéndose en una forma de tratamiento con tintes despectivos, que propició su desaparición del español peninsular. En realidad, sucedió que vos siguió considerado norma de cortesía junto a vuestra merced y, a la vez, muestra de familiaridad junto al tú, de donde surgió bastante confusión y acabó originando el voseo propio en Argentina y otros muchos países sudamericanos (en España, México y el Caribe, vos fue sustituido por tú, mientras que en Argentina y otros países, el vos eliminó al tú. En otros, se usa indistintamente vos y tú con el mismo valor). Dado que vos entre iguales podía considerarse despectivo, terminó reservándose para la familia o para gente con la que se tuviera mucha confianza... Un ejemplo. En El Buscón, un personaje le dice a otro del mismo rango que lo trate de vos, como muestra de confianza. Asimismo, un agente de la ley llama de vos a los rufianes, mientras que éstos lo tratan de vuesra merced, pero, es mucho menos habitual que un señor trate de vos a su criado.
* Tú es la fórmula más habitual en que un señor se dirige a un criado. En general, tú se emplea con una persona de rango inferior, o entre iguales donde esté mal visto el vos.
Para ilustrar la complejidad de todo esto, varios ejemplos:
* Un superior puede tratar de vos o de tú, pero, normalmente, como el tú se reserva a los criados, usará el vos con personas libres de rango inferior. Así, el El Quijote, un duque trata de vos a don Quijote, que es un hidalgo y, por ello, de rango inferior, pero no de tú.
* Entre iguales que no fuesen familia, el vos acabó teniendo una connotación negativa, y tratar de vos a quien esperaba tú podía provocar una pelea. Cuando dos personas discutían, podían pasar de tú, o de vuestra merced, al vos. Pero, el tú se utiliza, cuando alguien está muy enfadado, para insultar a otro: "tú, ladrón" (este uso sigue siendo válido hoy en día). O sea que según el estado de ánimo del hablante, había que interpretar de una forma u otra.
* Entre la familia, un padre llamará de tú a un hijo, pero éste le tratará de vos. Dos parientes lejanos se tratarán de vuestra merced. Un hombre llamará a su querida, habitualmente, de tú, y ésta, casi siempre de tú, si bien, en un 20% y en un 5% de las ocasiones de vos o de vuestra merced. Un marido llamará casi siempre de tú a su mujer, aunque ésta siempre le llama de vos. De todos modos, dos esposos que respeten mucho tenderían a usar el vos.
O sea... que era un follón. Dependía de a quién quisieras hablarle y de quien fueses, tenías que pensar si le iba el vuestra merced, el vos o el tú. Y a veces, como te equivocaras, te podían dar un puñetazo... Si se intenta reflejar el lenguaje de esta época de forma realista, hay que tener en cuenta todo esto.
Pero da muchísimo juego establecer las relaciones entre los personajes en función del tratamiento usado, sobre todo, si este varía con la situación...
Ah... Referencias interesantes que he consultado: esta y esta otra. Y el Quijote, el Buscón...