26 abril 2018

#OrigiReto2018 El paciente de la habitación 122

Relato para el Reto de escritura de #OrigiReto2018 - Ejercicio: 2- Escribe una historia de terror que suceda en un manicomio.

Bases en:
http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com.es/2017/12/reto-de-escritura-2018-origireto.html
o en
http://plumakatty.blogspot.com.es/2017/12/origireto-creativo-2018-juguemos.html

Son 1045 palabras. He intentado plasmar la confusión del protagonista de la historia. La etiqueta del mes de abril es:








EL PACIENTE DE LA HABITACIÓN 122



Estaba seguro. Un día vendría por mí. Y hoy creí haberla visto. Gatos y ratas. Gusanos. Muchos gusanos.

Suelo recorrer, cuando los enfermeros no están atentos, el largo pasillo que lleva a recepción. Recuerdo cuando caminaba sin problemas, con paso firme. Me ahogo, me ahogo. Por favor, por favor, te lo suplico. Ahora, sin una muleta en cada mano, me caería sin remedio.

Me siento tan solo. Qué dulces eran sus besos. Qué bonita era su sonrisa. Tenía un pelo tan bonito y tan suave. ¡Soy diferente! ¡Acéptalo o no vengas nunca más! A veces, deseo que vuelva. Por eso me acerco a recepción. Pero me da miedo. Creí que era ella. Estaba de espaldas, no me vio, pero reconocí su cabello. Hazme rizos en el pelo, Pablo. Así, así. ¿Estaría guapa si me rizara el pelo?

Mi primer impulso fue acercarme. Maldito hijo de puta. A mí nadie me trata así, ¡nadie! Me daba mucho miedo. Me alejé todo lo rápido que pude. Dos enfermeras gritaron mi nombre. Huí de ellas y me encerré en un cuarto de baño. Aquí no puede encontrarme. No sabe dónde estoy. Por favor, no gritéis mi nombre o me encontrará.

Decían que no podían echar la puerta abajo, que me herirían. Querían que abriese la puerta. ¿Y si lo hacía y me la encontraba, con esa sonrisa llena de odio? ¿Qué sería de mí? Mi doctora me hablaba con ternura. Aquello me tranquilizaba. Su voz era aguda. La de ella era más grave, pero igual de dulce. Nunca había conocido a nadie como tú. Pensaba que todos los hombres eráis estúpidos y estabais llenos de prejuicios. Creo que, si estoy a tu lado, no me importa ser quien soy.

—Pablo. No puedes seguir ahí —decía mi doctora, con tanto cariño que se me humedecían los ojos—. Dentro de una hora tienes que tomarte tus medicinas. Si no te las tomas, nunca te vas a curar.

Eso era verdad, pero tenían que dejar de decir mi nombre. Tenían que irse con disimulo. Solo entonces, sería seguro salir y volver a la sala donde estaban mis amigos y compañeros. Si veía a tanta gente junta gritando mi nombre, me vería, me encontraría. Una placa de yeso del techo se movió y apareció un rostro en el hueco.

—¿Qué haces aquí, cariño? ¿Crees que puedes esconderte de mí en un puto cuarto de baño?

Empecé a gritar con todas mis fuerzas. Estaba allí, me miraba como si deseara matarme. En el exterior se oyeron voces desesperadas y empezaron a golpear la puerta. Lo único que podía hacer era acurrucarme en una esquina y gritar. Eso me salvó de que la puerta me golpeara cuando se abrió de golpe y dos enfermeros me sacaron a la fuerza. El panel de yeso estaba otra vez en su sitio.

—No había nadie ahí dentro —me dijo mi doctora, tan dulce, tan preocupada—. Has tenido una alucinación. Tienes que tomarte todas las medicinas o seguirás viéndola. ¿Me lo prometes?

Asentí. ¿Quién se negaría a obedecer a una voz tan cálida y tan dulce? ¿Quién podría no amar a una chica que siempre tenía frío y que siempre llevaba gorro, incluso en el salón de su casa, porque Madrid era una ciudad gélida? Como me gustaba abrazarla para quitarle el frío que siempre la atormentaba.

Me llevaron a la sala enorme y bonita donde estaban mis compañeros y mis amigos. Me sentaron a una mesa redonda y pequeña para que pudiera ver la televisión. Josefa se paseaba de un lado a otro, jugando a no pisar ninguna junta de las baldosas. Cuando fallaba, miraba a su alrededor y disimulaba su risa tapándose la boca. Paco empezó a gritar y tuvieron que venir dos enfermeras a tranquilizarlo. David se sentó a mi lado.

—Estoy preocupado, Pablo. Las voces están muy calladas hoy. Eso puede significar algo.

—No será nada. Estarán descansando —respondí, ignorando entonces cuánto me había equivocado.

Me dieron las pastillas y me las tomé sin rechistar. Creo que me dieron una más que otras veces. Me quedé dormido. 

Me desperté en un sofá, lejos de la televisión. La sala estaba en penumbra y solo había un compañero, atento a un noticiario que hablaba de un accidente de avión terrible. Me levanté aterrorizado y me encaminé a mi habitación lo más rápido posible. La habitación 122 era el único lugar seguro cuando caía la noche. Me lo había dicho mi doctora, con su dulce voz.

—Tu habitación está protegida. Nada puede hacerte daño si estás dentro, Pablo.

¡Óyeme! ¡Te encontraré! ¡Nadie puede esconderse de mí por mucho tiempo! Pero aquella clínica era un lugar seguro, y la habitación 122, inexpugnable. El pasillo estaba sumido en la oscuridad.

Cuando una luz dorada, suave y cálida iluminó el suelo desde atrás, me volví. Era Amalia. Brillaba cuando lo deseaba. Amalia Luminosa. El corazón se me quería salir del pecho. No podía correr. Las muletas. Mis piernas torpes.

—¿No te alegras de verme, cariño?

Tenía que llegar a mi habitación. Pasé junto a la 110. Tenía que lograrlo. No entendía como nadie se despertaba al oír los golpes de las muletas contra el suelo.

—Corre, cariño, corre.

La tenía encima. Me iba a atrapar. Por favor, por favor, no me hagas daño. Por favor, me dan asco los gusanos.

Jugaba conmigo. Podría haberme atrapado, pero prolongaba mi agonía. Quería verme sufrir, quería que el corazón se me quebrara por el esfuerzo y el terror. La tenía encima. Pero no sabía que la habitación 122 era inexpugnable. Abrí la puerta y la cerré a toda prisa. No se veía nada. Jadeé un rato, aliviado.

Y una luz dorada, suave y cálida lo iluminó todo. Era Amalia. Amalia Luminosa.

—Tu doctora te mintió para calmarte. Domino el espacio y el tiempo. ¿Crees que un puto número iba a salvarte?

Grité con todas mis fuerzas, pero Amalia me tapó la boca.

—Podríamos haber sido tan felices. Creí que eras diferente. Mi abuela siempre tuvo razón: nuestro linaje es demasiado noble para mezclarse con seres como vosotros.

Amalia me apretó la garganta. No podía respirar.

—Qué simple es manipular una mente humana. ¿Tienes curiosidad por saber qué es la esquizofrenia? Te concedo el deseo.

Por favor, me ahogo. Por favor, por favor.
 

#OrigiReto2018 Amalia Luminosa


Relato para el Reto de escritura de #OrigiReto2018 - Ejercicio: 3- Escribe un relato que suceda solo en las redes sociales.

Bases en:
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El relato intenta reproducir dos chats de Twitter de mensajes directos. Aparece arriba el nombre de la cuenta que inicia el chat. A la izquierda, las intervenciones de la cuenta que inicia el chat y a la derecha y en azul las respuestas de la otra persona.

Por cierto, hay un detalle del final que quizá parezca un fallo, pero no lo es. ¿Adivináis a qué me refiero? No lo digo aquí porque revelaría cosas de la trama.

Son 1010 palabras. Incluiré la pegatina en el siguiente ejercicio.




AMALIA LUMINOSA


AMALIA LUMINOSA
@AMALIA_STYK_29

Hola. Espero no molestarte. He leído tu tweet sobre esa camada de gatitos que buscan dueño. No puedo adoptar a ninguno, pero me han conmovido las fotos. ¿Habéis encontrado casa para alguno?
4 feb


Hola. Perdón por no contestar. No me molestas. No conozco a los dueños, pero

 han dicho en otro tuit que ya han encontrado casa para dos de ellos, pero

el blanquito sigue con ellos.

6 feb
 



¡Oh! Pensaba que los gatitos eran tuyos. Perdóname.
6 feb


No pasa nada. Te gustan mucho los gatos, ¿verdad?

6 feb
 



Sí, pero solo para acariciarlos. Suelo comer otras cosas.
6 feb

Jajajajajajajaja

6 feb

¿Por qué te ríes?
????
6 feb

Me río de tu chiste

6 feb
¿Mi chiste?
6 feb

Claro, lo de comer gatos…

Porque no conoces a nadie que coma gatos, ¿no?

6 feb

A mi hermano le gustan asados. Cuando caza uno, lo ensarta y lo asa despacio en la chimenea.
Ja, ja, ja, es un chiste, tonto.
6 feb

Jajajajajajaja

Me habías asustado.

6 feb

Lo siento mucho.
Es mi mayor defecto. Asusto mucho a la gente. Mis aficiones son raras, mis gustos también son muy raros. Hay mucha gente que me da de lado, pero no puedo dejar de ser quien soy para caer bien a los demás. Sufriría mucho si tuviera que convertirme en otra persona.
Perdona por este rollo, pero es que me duele mucho que me traten así.
Además, soy muy fea, y eso no ayuda.
6 feb

No te preocupes. Yo soy DM.

Y seguro que no eres tan fea.

6 feb

¿Qué es un DM?
Y sí, soy fea, muy fea. La gente huye de mí por la calle.
Y me ha pasado ya dos veces que cuando le enseño a un amigo de Internet una foto mía, me bloquea.
Pero yo no tengo la culpa. Nací así. Es lo que soy, y nadie debería pedirme que cambie.
Está muy mal querer que la gente que es diferente cambie para ser igual que los demás. Yo no lo voy a hacer nunca.
6 feb


Un DM es un Dungeon Master. Dirijo partidas de juegos de rol en mundos oscuros y extraños

6 feb


De verdad. La gente tendría que aprender a convivir con los que somos diferentes. También tenemos derecho a vivir, aunque la gente no entienda nuestras particularidades.
¡Oh! Es genial. Los juegos de rol están muy bien.
6 feb


¿Te gustan los juegos de rol? Eso es fantástico

A mí no me importa que la gente tenga aficiones raras. Y no me lo creo, no puedes ser tan fea como dices.

6 feb

Me gustan los juegos de rol, pero nadie me quiere en una partida.
Y sí, soy muy fea. Espera un segundo














6 feb

Pero si eres muy guapa. Y me encanta tu gorro.

6 feb

¿Lo dices de verdad?
¿No te estás burlando de mí?
6 feb

Claro que no. Qué ojazos tienes.

Además, ¿te has dado cuenta de que no te he bloqueado?

6 feb

Ja, ja, ja, ja, es verdad.
Gracias. Muchas gracias.
Y lo del gorro es porque vivo en una ciudad muy fría.
6 feb

¿No eres española?

6 feb

No, pero vivo en Madrid, como tú.
Madrid me parece una ciudad muy fría. Siempre tengo que ir muy abrigada.
6 feb

¿Cómo sabes que vivo en Madrid?

6 feb

Lo dice tu perfil.
6 feb

No es verdad.

6 feb

Pues en algún sitio lo he leído.
No pensarás que soy adivina. Ja, ja, ja, ja, ja
¿Pablo?
¿Sigues ahí?
Por favor, no te enfades, por favor.
6 feb

Estaba mirando la app de Twitter en el móvil

Tenía la geolocalización activada. Será por eso.

6 feb

Ja, ja, ja, ja, ¿ves como no soy adivina?
6 feb

Jajajajajajaja

Me tengo que ir a trabajar. Otro día hablamos más.

6 feb
Chao
6 feb


Hola. Perdóname, no quiero ofenderte ni asustarte.
Me gustaría mucho quedar contigo y que nos tomáramos un café.
Si no quieres, lo comprenderé, pero, por favor, me gustaría mucho.
Por favor, dime algo.
18 feb

Hola.

No me molestas, pero es que casi no te conozco.

19 feb

Por favor, por favor. Eres muy simpático y no me has bloqueado.
Casi nunca me pasa. Tengo muy pocos amigos.
Me caerías muy bien.
Por favor. Podemos quedar en un sitio lleno de gente.
19 feb

Bueno… ¿En la cafetería del Hipercor de Méndez Álvaro, el viernes a las siete de la tarde?

19 feb

Sí, sí. Muchas gracias
19 feb



 * * * * *


AMALIA LA FURIA
@AMALIA9_STYK_300

Eres un hijo de puta. Te odio, te odio, te odio.
¿Cómo te atreves a tratarme así?
Eres una basura. Te odio.
15 mar

¿Otra vez? ¡Es la cuarta vez que te bloqueo! ¡Déjame en paz!

15 mar

Eres un mentiroso. Me decías que eras de mente abierta, que no te importaban las costumbres raras.
Te odio. Te odio. Te odio
15 mar

¡Sois una familia de pirados!

Nada lo que hacéis es normal. ¡Tu hermano caza ratas y las asa en la chimenea! ¡Y tú buscas gusanos entre la comida podrida! ¡Y querías que me comiera un puñado!

15 mar

En otros países comen insectos. Y tienen muchas proteínas. Además, saben muy bien. Eres idiota por no probarlos.
15 mar

¡Pero es que te los comes vivos! ¡Y tus padres se pusieron a follar delante de nosotros y querían que mirara!

15 mar


¡Eres imbécil! ¿No entiendes que estaba loca por ti? Solo querían enseñarte como follar conmigo
15 mar

¡Deja de acosarme o llamaré a la policía!

15 mar

Eso no. No puedo permitirlo.
15 mar
Pues deja de escribirme o lo haré.

15 mar

Si lo haces, te quitaré a tirones el pijama de rayas rojas y blancas que llevas y te apretaré el cuello hasta que me jures que nunca irás a la policía.
15 mar

¿Cómo sabes lo que llevo? ¿Me has hackeado la webcam? Eso también es un delito.

15 mar

No. Estoy en tu habitación. Detrás de ti.
15 mar