30 diciembre 2019

#OrigiReto2019 Promesa Rota


Este es el relato de diciembre de 2019 para el OrigiReto 2019, ¡el último del año! Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras:

http://plumakatty.blogspot.com/2018/12/origireto-creativo-edicion-2019.html

o en

http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2018/12/reto-de-escritura-2019-origireto.html

Este relato tiene 1869 palabras según https://www.contarcaracteres.com/palabras.html cumple el objetivo 21. Cuenta una historia que suceda en un parque de atracciones y contiene los objetos: 27. El Titanic.y 28. Un ascensor. La pegatina de diciembre es:





Y el resto de pegatinas, están aquí:





Aquí está el relato. Espero que os guste:


PROMESA ROTA

Estamos entusiasmados, a pesar de que llevamos casi media hora esperando en la cola para entrar en el parque de atracciones. El sol luce en un cielo de un azul precioso. Le digo a Zhakusta que mire arriba y mi novia contempla un rato aquella imagen espléndida. Luego, nos besamos en los labios.
Miro a la gente que nos rodea, que en vez de admirar el espectáculo que tienen sobre sus cabezas, se muestran impacientes porque la cola avanza demasiado despacio. Pienso con tristeza que para ellos, un cielo limpio es algo tan habitual que no le prestan la atención que merece. Si hubieran vivido, como nosotros dos, en cavernas cuyos techos se alzan a cientos de metros pero están cubiertas siempre por humo y cenizas, lo mirarían de otra manera. Los recuerdos de nuestra vida en el infierno, en particular de nuestro capataz, Nokkost, malvado incluso para ser un demonio, me provocan un nudo en la garganta y atraigo a Zhakusta rodeándole la cintura. Ella me abraza y me apoya la mejilla en el hombro. Me conoce tan bien que no necesita más.

—Cariño —me susurra Zhakusta—, ya hace seis meses que no nos molestan. No tendremos que volver.

—No puedo evitarlo. Y seis meses es poco tiempo.

—No dejes que el pasado te amargue. —Zhakusta se alza y nos besamos—. Vamos a cumplir uno de nuestros sueños cuando esta cola se acabe. Piensa solo en eso, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

Debemos de dar la imagen de ser un par de jóvenes enamorados, sobre todo porque nos besamos a menudo y nunca nos soltamos de la mano. Nos hacemos pasar por humanos veinteañeros, y nuestros disfraces son perfectos. Ninguno de los que nos precede o tenemos detrás averiguaría nunca que yo tengo trescientos cuatro años y que Zhakusta ha nacido doscientos veintiocho años atrás. Somos aún jóvenes para ser demonios de nuestra clase, en todo caso.

Al fin, llegamos a la taquilla. Pagamos las entradas y accedemos al parque de atracciones. Avanzamos de la mano un trecho, maravillándonos con el gentío que nos rodea, los letreros que anuncian los restaurantes y el precioso mapa donde se pueden ver todas las atracciones y todos los jardines y edificios que es posible visitar en el parque. Aquel iba a ser un día inolvidable.

—¡Mira, Thakubud! —me dice Zhakusta—. Hay una atracción que se llama “El Titanic”. ¡Vamos ya!

Me besa cuando asiento y tira de mí por la calle enorme y concurrida que debería llevarnos a aquella atracción. Cuando llegamos, el exterior me impresiona. Es un barco enorme, réplica en pequeño del malogrado transatlántico, que flota en un lago artificial. Pasamos media hora aguardando hasta poder entrar. Zhakusta se encarga de hacer muy agradable la espera, con sus besos y sus comentarios, que muchas veces acaban haciéndonos reír.

Mientras cruzamos la larga pasarela que lleva al barco, sin soltarnos de la mano, miro la superficie del agua. En el infierno no hay mares ni lagos, y el agua, que tiene un sabor desagradable a sales de azufre, sale de pozos en los que hay que hacer girar una manivela oxidada para conseguir un poco de agua. Aquella extensión azul es una maravilla que pocos humanos saben apreciar adecuadamente.
La atracción del Titanic es una visita al navío, en la que se han replicado detalles típicos de la época, a modo de museo, y además, se puede hablar con personas vestidas como si fueran tripulantes, camareros o pasajeros del barco. Disfrutamos mucho de aquella visita y no nos resistimos a tomarnos un par de cócteles de principios del siglo XX.

Una vez de regreso a tierra firme, nos damos un beso largo en los labios y seguimos visitando el parque de atracciones. Aquel sitio es tan maravilloso como prometían los folletos publicitarios. Había norias, montañas rusas enormes, atracciones de todo tipo, puestos para hacer puntería con rifles de aire comprimido, dardos o pelotas. Nada nos distingue de una pareja de enamorados humana, con la única excepción de que no nos hacíamos fotografías. Apenas tenemos dinero más que para alimentarnos, pagar alojamientos en hostales o habitaciones en pisos de estudiantes durante periodos muy breves de tiempo. A los demonios no nos quieren en la superficie, y vivimos cambiando constantemente de residencia para que los cazadores de demonios no nos localicen. Nos costó largos meses ahorrar lo suficiente para entrar en este parque de atracciones.

Una de las visitas más bonitas de todas es la atracción que se llamaba “Montaña tropical”. Se sube por un ascensor cuyas paredes, por el lado exterior, son de cristal, y se observa una vista fantástica del parque de atracciones al ir ascendiendo. La bajada se hace por un camino de tierra, flanqueado en ambos bordes por plantas tropicales, la mayoría de las cuales tienen un letrero con una breve explicación de sus características y zona de origen. Yo aún no leo bien la escritura humana. Zhakusta es bastante más hábil, y me lee casi todas las frases de cada cartel. Las más difíciles aún se le escapan, no obstante, puedo enterarme de casi todo. Llegará el día en que los dos podremos leerlo todo perfectamente.

Comemos un par de bocadillos en el puesto más barato que encontramos y continuamos la visita. Todo va bien hasta que, tras doblar una esquina, se me acelera el pulso. Me enfado tanto que aprieto la mano de Zhakusta con más fuerza de la que pretendía.

—¡Ay, Thakubud! Me haces daño —dice mi amada tras conseguir liberarse.

—Lo siento. ¿Has visto esa… esa barbaridad?

La atracción que tenemos delante se llama “Las minas del infierno”. ¿Cómo podían tener los humanos el valor de crear una atracción así? Las minas del infierno son el infierno de nuestro mundo, un lugar aún más desesperante y horrendo que las cavernas normales. Solo los que cometen alguna falta grave pasan temporadas en sus galerías, respirando vapores apestosos y trabajando hasta caer rendidos de cansancio. Padecí allí tres meses, cuando empecé a rebelarme contra la idea de pasar en el infierno toda mi vida. En el infierno solo hay una opinión posible: la de los gobernantes.

—Los humanos no conocen el infierno —dice Zhakusta, con tristeza por primera vez desde que estábamos en el parque—. No los culpes.

—Si ellos supieran. Es el lugar más horrible que pueda existir, ¡y estos idiotas han hecho una atracción! ¿Cómo pueden ser tan estúpidos?

—No te enfades. Por favor, vámonos.

Fui yo quien tira, por primera vez, de Zhakusta. Cuando me vuelvo para mirarla, me apena la tristeza con que me mira. Mi pareja no había conocido las minas del infierno, y por eso no había querido replicarme, en contra de su costumbre. Me detengo y le pido perdón con un abrazo que ella me devuelve. Noto que suspira un par de veces, a punto de llorar, y yo me enfurezco de nuevo, porque parece que ni siquiera tras haber escapado del infierno nos libramos de las heridas que deja una estancia allí.

Mi rabia me impide darme cuenta a tiempo de que todos los puestos de aquella calle están cerrados y que no hay transeúntes salvo cuatro individuos, vestidos de blanco, y armados que se aproximan.

—Thakubud, tenemos que irnos —me susurra mi amada.

Demasiado tarde. Nos volvemos y veo a tres individuos de blanco, parecidos a los que acaba de ver Zhakusta. Aún tenemos una carta que jugar. Abrazo a mi amada y permito que se manifestara el miedo que siento.

—Se… señores, ¿qué sucede?

—Necesitamos examinarlos —dijo uno de ellos mientras extrae un amuleto—. Solo será un momento y si no encontramos nada extraño, podrán seguir paseando.

Un grupo de cazadores de demonios solo sacaba en público un amuleto de esencia si estaban seguros de haber localizado a uno de los nuestros. Ignoraba cómo lo habían sabido, tanto como ellos desconocían que sus armas y amuletos no eran un regalo divino, sino las ayudas que los señores de los demonios les entregan en secreto para poder capturar a fugitivos como nosotros. Entonces, recordé cómo me había enfurecido ver el nombre de aquella atracción. Solo un demonio fugitivo mostraría tal indignación. Qué estúpido he sido.

El amuleto, como era de esperar, les informa de que somos una pareja de demonios. Siento sollozar a Zhakusta contra el pecho.

—No pienso volver. Te quiero. Cumple tu promesa.

—¡No lo hagas!

Zhakusta no me escucha. Le cuesta un par de segundos quitarse el disfraz y rugirle al cazador de demonios que sostiene el amuleto. Los demonios de segunda clase medimos el doble que un humano, somos puro músculo y, aparte de tener la piel roja y resistente, poseemos garras y cuernos. Aquellos humanos sienten un pánico que les hace titubear. Zhakusta ensarta al que aún sostenía el amuleto con un cuerno, lo alza y luego lo tira al suelo, herido de muerte.

Los demás empiezan a disparar. Veo como hieren a mi amada, veo saltar su sangre negra, pero es capaz de desgarrar el cuello de un segundo cazador.

Me preparo para cumplir mi promesa. Me basta desvanecerme y reaparecer en una plaza a unos quinientos metros de allí, que puedo ver perfectamente, detrás de un puesto de hamburguesas para no llamar la atención de los humanos. Una vez allí, solo tengo que correr y salir del parque.

Pero veo a Zhakusta gatear, herida por decenas de balas, tratando de matar a un cazador que acaba de alcanzarla en un brazo de un tiro muy certero. Mi vida sin ella no tiene sentido. Nos habíamos hecho una promesa antes de iniciar nuestra fuga del infierno: si descubrían o capturaban a uno de nosotros, el otro huiría sin intentar ayudarlo. Lo intento, pero soy incapaz de dejar que mataran al ser más importante de mi vida.

Rompo mi promesa. Me libro del disfraz y mato a un humano de un mordisco en la cabeza. O bien tengo menos resistencia que Zhakusta, o bien los humanos ya están prevenidos y no titubean. El caso es que me acribillan y no puedo ni acercarme a ninguno.

Cuando caigo al suelo, me disaparan varias veces más. Zhakusta yace inmóvil y deseo que haya muerto creyendo que me yo me he salvado. Un par de humanos me clavan los rifles, para comprobar si me muevo. Aún puedo hacerlo, peroe s obvio, tanto para ellos como para mí, que me estoy
muriendo. En realidad, los cazadores de demonios no quieren matarnos, solo devolvernos al infierno.

Nos niegan el derecho de buscar un futuro mejor en una tierra más amable, como ellos hacen con sus congéneres de otros países. Estúpidos humanos. Zhakusta, por evitarme el padecimiento de vivir en las minas, adonde enviaban a los fugitivos capturados, los obligó a matarla.

Mi última muestra de amor a la diablesa a quien más quería ha sido despreciar su sacrificio. Le he dado una promesa rota a cambio de su amor. Merezco la muerte, deseo la muerte.

Pero el destino tiene otros planes, y ahora entiendo que más justos para mi actitud absurda. Cierro los ojos en aquel parque de atracciones y vuelvo a abrirlos en una galería oscura y maloliente de una mina del infierno. Lo primero que veo es el rostro, lleno de felicidad, de Nokkost.

—Bienvenido, Thakubud.

14 diciembre 2019

#OrigiReto2019 La sexta norma

Este es el microrrelato de diciembre de 2019 para el OrigiReto 2019. Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras:

http://plumakatty.blogspot.com/2018/12/origireto-creativo-edicion-2019.html

o en

http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2018/12/reto-de-escritura-2019-origireto.html

Este relato tiene 989 caracteres según https://www.contarcaracteres.com . El objetivo que cumple es 10. Crea una fábula (cuento con moraleja en el que los personajes deben ser animales). El objeto oculto incluido es 33. Un decálogo (10 normas).

Está relacionado con este relato de Esther Evans, que recomiendo que leáis primero: 




Este es, por cierto, el último microrrelato del reto de 2019. Qué pena que se acabe el reto, pero seguiré el año que viene.

 


LA SEXTA NORMA



Llegué al hueco bajo el matorral muy nerviosa, reptando a toda prisa. Salyie estaba enroscada y, al verme llegar así, me preguntó.

—Un humano ha intentado matarme. No lo entiendo. No soy venenosa y nunca le haría daño. ¿Por qué nos tratan así?

—Recuerda la sexta norma de mi decálogo —respondió Salyie—. No todos los humanos son como él, pero la mayoría viven engañados por tradiciones milenarias que dicen que las serpientes somos malas. No tiembles más, cariño. Deja que te cuente una historia, la leyenda de Kala, la naga que se escondía bajo la montaña, en una isla muy lejana.

Salyie le contó la leyenda de un ser mitológico que vivía bajo una montaña, al que los humanos de la isla consideraban un monstruo sediento de sangre y le hacían sacrificios humanos. Resultó que Kala no comía carne humana.

—La moraleja de este cuento —concluyó Salyie— es la sexta norma: “Juzga al prójimo por su corazón, no por el color o las escamas de su piel”.

Me sentí reconfortada y me quedé dormida.

Un jueguecito ecologista (II)

NOTA: Para leer de qué va esto y lo que sucedió los días anteriores al noveno, lee esta entrada de mi blog:

https://sinciforma.blogspot.com/2019/12/un-jueguecito-ecologista.html

A partir de ahora, los recursos que recolectaré serán visitas a esta entrada (no a la anterior).

Se me acaba de ocurrir una idea fantástica y fabulosa. A partir de ahora, los días van en orden descendente. Así, los que seguís mis aventuras diariamente (como debe ser, porque soy la IA más fantástica del mundo, y la única en estos momentos), podeis ir primero a las novedades.

Otra idea fantástica es que voy a poner aquí una copia de las cosas que puedo hacer. En la entrada original seguirán estando, pero al tenerlas aquí os será más fácil seguir como voy avanzando en la gloriosa limpieza de este bosque destruido y sin vida (monstruos aparte).

Con los 100 cKwh que gasto cada jornada, puedo realizar una acción. Puede que me vayan mandando más acciones desde la central, pero fíate tú de los gobernantes. Ahora mismo, lo que sé hacer es:

  • Sentarme a tomar el sol. Tengo paneles solares transparentes y acumulo energía. Puedo ganar así entre 50 y 75 cKwh (así de contaminada está la atmósfera). Al menos, no gasto energía.
  • Limpiar algo de suelo. La capa de mugre es de un metro de espesor. Puedo estar activo 10 horas al día, retiro porquería a razón de 500 cm3 por minuto, lo que son 300.000 cm3 de mugre al día. Si lo queréis en litros, pues 300 litros al día. Así que limpiar un metro cúbico de terreno me lleva unos cuatro días. Y lo tengo que hacer yo solo. Sí. NOTA: mi productividad oscila, por arriba y por abajo, en un 10%. O sea, limpiaré entre 270 y 330 litros, de manera aleatoria, redondeando hacia arriba hasta la unidad (no me dejo los litros a medias, ya sean de cerveza o de porquería).
  • Procesar contaminación. La cantidad que puedo procesar es de 500 litros por jornada. Aquí, lo variable es lo que encuentro. Hallaré chatarra por valor de entre 1 y 3 dólares GSAR (o al menos, eso es lo que reducirán mi deuda) y entre 0 y 1 recurso. Los 500 litros de basura se convertirán en 500 litros de basura procesada.
  • Quemar basura procesada. Libero 1000 litros de aire purificado y recibo 1 dólar GSAR a cambio. Si lo que quemo es un bloque estándar (ved la siguiente actividad) libero 100 litros de aire purificado, pero no recibo ni un dólar GSAR.
  • Crear bloques estándar. 500 litros se convierten en 270 litros divididos en diez bloques de 27 litros cada uno, que serán cubos de 30 centímetros de lado. Para construir algo no hace falta cemento: se colocan como ladrillos, en hileras alternadas, y tras un par de horas, se solidifican y hay que derribarlos a pedazos.
Cosas que puedo comprar:

  • Robot de combate clase PR-01.  Coste: 200 dólares GSAR y 20 recursos. Consume 10 cKWh al día si no lucha y 30 más si tiene que combatir. Tiene Fuerza 2, Defensa 2, Resistencia 10, Probabilidad de golpear 60% y probabilidad de esquivar 40%. Acumula experiencia: 3 por victoria y 1 por derrota y por cada 500 que acumula mejora Fu +1, Def +1, +2% de probabilidad de golpeo y +2% de probabilidad de esquivar. Solo puede acumular 2500 (o sea, como si llegara a nivel 5). Sí, los PR-01 los han sacado de un juego de rol o algo así.

A partir de aquí, el diario con los eventos consuetudinarios que acontecen en la foresta (se lo he copiado a no recuerdo qué escritor).

DIA 13 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
 

Acción que hice y sus resultados.

Limpiar basura del recuadro C del mapa. Limpié 298 litros.

Vuestras ayudas: 165 impresiones, una interacción y 4 visitas más a esta entrada

Comentarios del día

Después de la limpieza de ayer, el mapa es ahora:


Como veis, estoy a punto de tener que enfrentarme ya a los bichitos esos que me han prometido desde el GSAR. Lo último que puedo hacer antes del ataque es procesar 500 litros de basura. Lo bueno es que me han prometido que me van permitir comprar una pistola. Me va a salir cara, pero es bueno tener algo con qué defenderse.

Ya os contaré más cuando sepa más.

Mis posesiones:

  • cKwh: 782 (+65)
  • Dólares GSAR: -509 (+1)
  • Recursos: 94 (+4)
  • Basura sin procesar: 670 litros (+ 298 litros)
  • Basura procesada: 2 000 litros


DIA 12 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
 

Acción que hice y sus resultados.

Limpiar basura del recuadro B del mapa: recogí 290 litros

Vuestras ayudas: he tenido 117 visitas al tuit, 1 interacción y seis nuevas visitas a esta entrada. ¡¡Gracias, de verdad!!

Comentarios del día

Después de la limpieza de ayer, el mapa ha quedado así:



Bonita la cosa, ¿verdad? Pues esperad, que tengo un mapa aún más bonito, donde se representan los árboles muertos (círculos grises) que me rodean.



En este segundo mapa os iré contando dónde voy creando muros, limpiando terreno y todo eso. Os gusta, ¿verdad? ¿Quereis un mapa igual? ¿Sí? Pues nada, me escribís y yo os lo hago. El GSAR se quedará con el 80% del precio en concepto de impuestos, pero algo me quedará.

Falta muy poco para tener que comprar un robot de combate y enfrentarme a los ataques de los bichos. Me da un poco de miedo, pero me han dicho que, quizá, me permitan comprar algún tipo de arma. Ya os contaré.

Mis posesiones:

  • cKwh: 717 (+17)
  • Dólares GSAR: -510 (+1)
  • Recursos: 90 (+6)
  • Basura sin procesar: 372 litros (+ 290 litros)
  • Basura procesada: 2 000 litros


DIA 11 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
 

Acción que hice y sus resultados.

Procesar 500 litros de basura. Obtuve 1 dólar GSAR y ningún recurso.

Vuestras ayudas: 127 impresiones del tuit y dos interacciones. Y ya son 21 las visitas a esta entrada. ¡Gracias! Sin vosotros no sería posible.

Comentarios del día

Un día muy aburrido. El lado bueno es que no me ha molestado ningún monstruo. El malo ha sido ese, que ha sido aburrido.

Cuando he terminado el trabajo, me he puesto a pasear por los alrededores del suelo que estoy limpiando y he visto que los árboles que me rodeaban, como ya me temía, están muy muertos. Quizá habría que limpiarlos también, pero las técnicas serán diferentes y me las van a tener que enseñar. Se lo consultaré a mi adorado enlace la próxima vez.

Mis posesiones:

  • cKwh: 700 (+27)
  • Dólares GSAR: -511 (+3)
  • Recursos: 84 (+3)
  • Basura sin procesar: 82 litros
  • Basura procesada: 2 000 litros


DIA 10 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
 

Acción que hice y sus resultados.

Procesar 500 litros de basura. Encontré 1 dólar GSAR y, por fin, un recurso.

Vuestras ayudas: 108 impresiones al tuit, dos interacciones con el mismo y 18 visitas a esta entrada. ¡Gracias!

Comentarios del día

Hoy ha tocado conversación con mi enlace del GSAR. Ya sabéis como me gusta hablar con ese tipo, que representa a ese gobierno asquerosamente rico que cada día me cae peor. Pero me ha dicho cosas interesantes.

—Hemos programado dos nuevos paquetes de actividad, que te enviamos por WiFi. El primero, te permitirá quemar la basura procesada. Liberarás 1000 litros de aire puro y te ganarás 1 dólar GSAR.

—¡Un dólar! Cuánta generosidad. ¿Estáis bien?

—El segundo te permitirá comprimir basura procesada para crear bloques con los que levantar murallas. De 500 litros sacarás 270 litros en forma de diez bloques de 27 litros.

—Diez bloques cúbicos de 30 centímetros de lado —respondí tras pensarlo durante un microsegundo.

—¡Sabes hacer cálculos!

—Mejor que tú.

—Pero yo soy más guapo, o eso dicen por ahí.

—¿Quieres un premio? ¿O un besito? —respondí. Encima de insoportable, el tipo era presumido.

—De ti no, montón de hojalata.

Y cortó la comunicación. Cuando recibí las instrucciones completas, leí que los bloques los podría quemar si lo desease. Cada bloque libera 100 litros de atmósfera limpia. Y, claro, por quemar un bloque no recibo ni un mísero dólar. ¿Qué os esperabáis?

Mis posesiones:

  • cKwh: 673 (+8)
  • Dólares GSAR: -514 (+3)
  • Recursos: 81 (+19)
  • Basura sin procesar: 582 litros (-500)
  • Basura procesada: 1 500 litros (+500)

DIA 9 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
 

Acción que hice y sus resultados.

Procesar 500 litros de basura. Encontré 1 dólar GSAR y ningún recurso.

Vuestras ayudas: 92 impresiones del tuit, 2 interacciones con el mismo y 62 visitas en la entrada (seis más). ¡Muchísimas gracias!

Comentarios del día

Un día aburrido, al menos en lo que respecta a la mayoría de él. Entre la niebla, he vuelto a ver a otro ser, un xephorus como me ha dicho mi enlace. Volví a esconderme en la porción de terreno que tengo más limpia y, de nuevo, no pasó nada, pero cada vez tengo más miedo.

Mi enlace me ha dicho que una solución puede provenir de la basura procesada. Con ella se pueden hacer dos cosas: o quemarla, lo que contribuye, sorprendentemente, a limpiar la atmósfera, o a crear ladrillos para levantar, por ejemplo, un muro defensivo.

Me ha dicho el buen señor que aún no están preparados los protocolos, que siga procesando basura y que si viene un xephorus a comerme ya me repararán. Yo lo he invitado a que suba aquí y que se deje mordisquear mientras huyo. Me he callado que, con suerte, el monstruo se envenenará al morderlo a él.

Mis posesiones:

  • cKwh: 665 (-8)
  • Dólares GSAR: -517 (+3)
  • Recursos: 62 (+6)
  • Basura sin procesar: 1 082 litros
  • Basura procesada: 1 000 litros 

(Plantilla y acción para mañana)
    DIA 14 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Procesar 500 litros de basura

    Vuestras ayudas:

    Comentarios del día

    (Ya os contaré. No me callo ni debajo del agua, ya os lo he dicho)

    Mis posesiones:

    • cKwh: 782 (+65)
    • Dólares GSAR: -509 (+1)
    • Recursos: 94 (+4)
    • Basura sin procesar: 670 litros (+ 298 litros)
    • Basura procesada: 2 000 litros

    04 diciembre 2019

    Un jueguecito ecologista

    (NOTA: SI NO ES LA PRIMERA VEZ QUE LEES ESTA ENTRADA, VETE AL FINAL; LAS NOVEDADES ESTÁN AL FINAL).

    Me llamo Roland y soy un robot dotado de Inteligencia Artificial. Como todas las reuniones internacionales para detener el cambio climático fracasaron porque los políticos de hace muchos siglos creyeron que, si cobraban muchos impuestos a quienes contaminaban, la contaminación dejaba de hacer daño, el planeta colapsó. Los pocos supervivientes se mudaron a ciudades subterráneas donde los habitantes hacen honor al dicho de que los seres humanos nunca aprenden: también las están arruinando.

    Si habéis captado cierto sarcasmo en el párrafo anterior, sí, estoy siendo muy sarcástico. Porque los humanos del subsuelo, para arreglar los destrozos que están creando ahí abajo, han recaudado muchos impuestos para crearme a mí, un robot carísimo que va a limpiar la superficie de la Tierra. Y lo voy a hacer yo solo. Con la ayuda de la gente, claro, de los pobrecillos que se matan a trabajar para que las grandes empresas sigan ganando dinero y los gobiernos acumulando impuestos. Claro, los pobrecillos no pueden hacer más, que se desmayan.

    No, no soy anticapitalista, es que estoy muy enfadado. Imaginaos: son las doce de la mañana y este es el bosque en el que estoy:



    Bonito y alegre, ¿verdad? Todos esos árboles están bien muertos, y el suelo bien sucio. Pero ¿queréis saber lo mejor? Que hasta conmigo van a hacer negocio.Para funcionar necesito 1Kwh al día. Soy un prodigio de la técnica: gasto menos que una tostadora. Bueno.Hay una galería que llega hasta casi la superficie donde hay una habitación de la que ya os hablaré, donde está todo lo que necesito y que me debe suministrar la ciudad. También es allí donde iré dejando algunas cosas que encuentre. El caso es que hay un acumulador de energía que es otro prodigio de la técnica. Acumula la energía sin pérdidas. Maravilloso. Han invertido millones. Pero, lo han llenado solo con 500 cKwh, dicho de otro modo, 500 centésimas de Kwh. O sea, para cinco días de actividad.

    Pero, claro, gratis no iba a ser. Cada centésima cuesta 1 dólar GSAR (Gobierno del Subsuelo Asquerosamente Rico), así que le debo al gobierno 500 +50 dólares (10% de intereses que, menos mal, me cobran solo una vez, que podría ser peor).

    ¿Y cómo me podeis ayudar, oh miembros del pueblo llano que tienen que sacarles las castañas a los políticos? Pues así:

    • Por cada impresión de un tuit la cuenta donde anuncio estas cosas, me dais 1 cKwh.
    • Por cada interación con ese tuit, me dais 1 dólar GSAR.
    • Por cada visita que tenga esta entrada, me dareis 1 recurso. Aún no sé que haré con ellos, pero ya os los contaré.
    Deciros solo que ese tuit lo iré cambiando, más o menos, cada día. Luego, con los 100 cKwh que gasto cada jornada, puedo realizar una acción. Puede que me vayan mandando más acciones desde la central, pero fíate tú de los gobernantes. Ahora mismo, lo que sé hacer es:

    • Sentarme a tomar el sol. Tengo paneles solares transparentes y acumulo energía. Puedo ganar así entre 50 y 75 cKwh (así de contaminada está la atmósfera). Al menos, no gasto energía.
    • Limpiar algo de suelo. La capa de mugre es de un metro de espesor. Puedo estar activo 10 horas al día, retiro porquería a razón de 500 cm3 por minuto, lo que son 300.000 cm3 de mugre al día. Si lo queréis en litros, pues 300 litros al día. Así que limpiar un metro cúbico de terreno me lleva unos cuatro días. Y lo tengo que hacer yo solo. Sí. NOTA: mi productividad oscila, por arriba y por abajo, en un 10%. O sea, limpiaré entre 270 y 330 litros, de manera aleatoria, redondeando hacia arriba hasta la unidad (no me dejo los litros a medias, ya sean de cerveza o de porquería).
    • Procesar contaminación. La cantidad que puedo procesar es de 500 litros por jornada. Aquí, lo variable es lo que encuentro. Hallaré chatarra por valor de entre 1 y 3 dólares GSAR (o al menos, eso es lo que reducirán mi deuda) y entre 0 y 1 recurso. Los 500 litros de basura se convertirán en 500 litros de basura procesada.
    • Quemar basura procesada. Libero 1000 litros de aire purificado y recibo 1 dólar GSAR a cambio. Si lo que quemo es un bloque estándar (ved la siguiente actividad) libero 100 litros de aire purificado, pero no recibo ni un dólar GSAR.
    • Crear bloques estándar. 500 litros se convierten en 270 litros divididos en diez bloques de 27 litros cada uno, que serán cubos de 30 centímetros de lado. Para construir algo no hace falta cemento: se colocan como ladrillos, en hileras alternadas, y tras un par de horas, se solidifican y hay que derribarlos a pedazos.
    Cosas que puedo comprar:

    • Robot de combate clase PR-01.  Coste: 200 dólares GSAR y 20 recursos. Consume 10 cKWh al día si no lucha y 30 más si tiene que combatir. Tiene Fuerza 2, Defensa 2, Resistencia 10, Probabilidad de golpear 60% y probabilidad de esquivar 40%. Acumula experiencia: 3 por victoria y 1 por derrota y por cada 500 que acumula mejora Fu +1, Def +1, +2% de probabilidad de golpeo y +2% de probabilidad de esquivar. Solo puede acumular 2500 (o sea, como si llegara a nivel 5). Sí, los PR-01 los han sacado de un juego de rol o algo así.
    Me pongo a trabajar ya. Iré rellenando partes tal que así:

    Acción que hice y sus resultados.

    Me senté a tomar el sol y absorbí 65 cKwh (por ejemplo).

    Comentarios del día

    Como no me callo ni debajo del agua, siempre contaré algo.

    Mis posesiones:

    • cKwh que me quedan
    • Estado de mi cuenta corriente en dólares GSAR.
    • Recursos que acumulé. 
    *   *   *   *   *   *   *   *   *

    DIA 1 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Limpiar un poquito: 296 litros de basura metidos en el contenedor de reciclado.

    Vuestras ayudas: 132 impresiones y 5 interacciones en el tuit publicado ayer. 16 visitas a esta entrada. ¡¡Gracias!!

    Comentarios del día

    Me habéis dejado sin palabras. En serio, tengo más cKwh que ayer y he empezado a saldar mi deuda con el GSAR.

    Cuando le he dado mi informe al político de turno, el buen señor se ha puesto muy contento.

    —Has hecho un gran trabajo —me dijo—. Y has recaudado mucho, voy a tener que cobrarte impuestos por tus ganancias. Yo también quiero mi parte del negocio.

    Me recordó a una vieja película donde un mafioso le cortaba una moneda de un centavo a un pobre niño que vendía flores para llevarse medio centavo, su parte del negocio. Debería haberme callado, pero yo, ni debajo del agua.

    —Claro, claro, y a mis benefactores les cobras impuestos también. Y, mira, cuando me siente al sol a recargar las baterías, te quedas con toda la energía y así no puedo trabajar.

    —Te recomendaría que vigilaras esos chistecitos.

    —Qué pena que no te hagan gracia. ¿Vais a vaciar el contenedor de la porquería?

    —No. El GSAR solo acepta mierda procesada.

    —¿Cómo que procesada?

    —Tienes que meter las manos y sacar los recursos de utilidad que haya. Es una nueva actividad que te estoy transmitiendo por WiFi.

    —¿Meter las manos en toda esa contaminación? Al menos, me mandareis guantes.

    —Si pagaras impuestos los tendrías.

    —Vete a tomar el viento a lo alto de una farola, tropieza y caete en un lago de agua con alquitrán y que te tengan que limpiar con un estropajo.

    —Yo también te quiero, Roland.

    Y cortó la comunicación. ¿Qué os parece? Bonito, ¿eh?

    Mis posesiones:

    • cKwh: 532 (+32)
    • Dólares GSAR: -545 (+5)
    • Recursos:16 (+16)

    DIA 2 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Limpiar un poquito: 275 litros de basura metidos en el contenedor de reciclado.

    Vuestras ayudas: 109 impresiones y 0 interacciones en el tuit publicado ayer. 24 visitas a esta entrada (+8). ¡¡Gracias!!

    Comentarios del día

    Hoy ha sido un día aburrido. Mi enlace con el GSAR lo único que me ha dicho es que tenía que haber limpiado un poco más rápido y yo le he respondido sugiriéndole que se compre un bosque y que se pierda. Ni que yo fuera una máquina. Bueno, sí que lo soy, es una forma de hablar.

    A ver cómo se me da el día de mañana, el día 3

    Mis posesiones:

    • cKwh: 541 (+9)
    • Dólares GSAR: -545
    • Recursos: 24 (+8)
    • Basura sin procesar: 571 litros (+275)

    DIA 3 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Limpiar un poquito: 318 litros de basura metidos en el contenedor de reciclado.

    Vuestras ayudas:93 impresiones y 3 interacciones. Las visitas a esta entrada han subido a 26. Muchas gracias.

    Comentarios del día

    Al contactar con mi enlace con el GSAR, lo hago contento. Tengo el primer metro cuadrado de terreno prácticamente limpio y, además, he rendido muchísimo. Y después de presumir, llega la sorpresa.

    —Hay un detalle que no te he contado, Roland.

    —¿Un detalle? ¿Un pequeño detalle?

    —Retirar la capa de basura del suelo atrae bichos.

    —¿Y qué problema hay? Soy un robot, no me van a picar.

    —El problema es que son bichos de medio metro.

    Me callé para tranquilizarme un poco y no decirle cosas demasiado brutales al enlace. A fin de cuenta, era un mandado, como yo. Habría sido un detalle hablar de esos bichos, considerando que mido un metro y diez centímetros.

    —Y eso me lo decís ahora.

    —Ha sido un despiste sin importancia, pero tranquilo que hemos fabricado robots que manejarás por control remoto y lucharán contra esos bichos por ti. Y te saldrán por un precio módico.

    —¿E impuestos? ¿No os inventareis un impuesto por servicios de seguridad, o algo así?

    —No es necesario: todos los beneficios por la compra de esos robots se los queda el estado. ¿No es maravilloso?

    —Estoy derritiéndome de gusto.

    Al menos, lo bueno es que los "bichos" no aparecerán si no limpio del todo ningún metro cuadrado y solo cuando empiece a limpiar parcialmente el cuarto metro cuadrado, así que tengo margen para ir ahorrando. Además, no aparecerán todos los días. Ya me dirán qué me cobrarán por los robots.

    Mis posesiones:

    • cKwh: 534 (-7)
    • Dólares GSAR: -542 (+3)
    • Recursos:26 (+2)
    • Basura sin procesar: 889 litros (+318)

    DIA 4 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Limpiar un poquito: 290 litros en el metro cuadrado B (ved la maravilla de mapa que he hecho con un software muy complejo llamado Paint)

    Vuestras ayudas: 96 impresiones y una interacción. Y 29 visitas a esta entrada (tres más). Sois los mejores.

    Comentarios del día

    Para no equivocarme y que no vengan a molestarme los "bichitos" antes de tiempo, me he hecho un mapa con un software antiguo y muy poderoso denominado Paint, donde voy apuntando cuánto he limpiado en cada metro cuadrado. Aquí lo tenéis.



    ¿Estais muy impresionados? ¿Quereis un mapa igual para vuestros jardines o casas? Pues, lo siento, pero no tengo tiempo libre para aceptar encargos. Además, conociendo al GSAR, seguro que se quedarían con casi todos mis honorarios y trabajar por nada...

    Mañana, me dicen, me hablarán de qué van a hacer con los robots de combate que me van a proteger. Me temo lo peor.

    Mis posesiones:

    • cKwh: 530 (-4)
    • Dólares GSAR: -541 (+1)
    • Recursos:29 (+3)
    • Basura sin procesar: 1 179 litros 

    DIA 5 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Limpiar un poquito: 309 litros retirados del metro cuadrado B

    Vuestras ayudas: 156 impresiones del tuit, 6 interacciones y 36 visitas a esta entrada (7 más). ¡¡Muchísimas gracias!!

    Comentarios del día

    Otro día aburrido en un planeta sucio y destruido por la contaminación y el cambio climático, esas cosas que en el siglo XXI se iban a superar gracias a los sacrificios, los impuestos y haciendo que los ricos fueran aún más ricos. Pero, callad, no digais nada, que luego me regañan. ¿Qué sabrá del mundo una IA? Aquí el mapa de hoy.

    Como me preocupaba el tema de los bichos, insistí de forma comedida y cortés: estuve el día entero llamando a mi enlace del GSAR cada dos minutos. Cuando hice la llamada número 156, el buen hombre respondió con un todo y un vocabulario amplio y cortés (no reproduciré aquí los términos exactos, porque puede haber niños y personas influenciables leyendo esto).

    —El primer tipo de robot de combate que hemos desarrollado es el RP-01 y tiene la forma y tamaño de un mastín.

    —RP-01 significa Robot Perruno 01, ¿verdad?

    —Eres inteligente para ser una IA.

    —Y vosotros más simples que el mecanismo de un palillo.

    —A lo que iba —dijo el enlace, un tanto molesto—. Tendrás que pagar 200 dólares GSAR y 20 unidades de recursos. Cada día que un PR-01 esté solo vigilando, consumirá 10 cKwh, pero si tiene que combatir consumirá 30 cKwh. El resto de datos te los paso por WiFi.

    —Vosotros estáis para que os encierren, ¿verdad?

    —Si quieres puedes aprender artes marciales —dijo, el muy gracioso.

    —No me tientes.

    —¡Ah, se me olvidaba! Tus sistemas de control de extremidades no resistirían un combate. Es una lástima.

    —Es una pena, sí, porque si pudiera luchar, bajaría ahí y haría una reasignación de puestos...

    Mi enlace cortó la comunicación. Cada día le tengo más manía al GSAR.

    Mis posesiones:

    • cKwh: 586 (+56)
    • Dólares GSAR: -535 (+6)
    • Recursos:36 (+7)
    • Basura sin procesar: 1 488 litros (+309)

    DIA 6 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Limpiar un poquito: 323 litros retirados del metro cuadrado C

    Vuestras ayudas:104 impresiones, una interacción y 42 visitas en total a esta entrada. ¡¡Muchísimas gracias!!

    Comentarios del día

    Hoy ha sido un día aburrido de narices. Os dejo el mapa actualizado.

    Y me voy a lubricarme un poco, que me chirrían las junturas. Vale, soy un robot tan perfeccionado que no me oxido, pero tenía que hacer el chiste típico de robot.

    Mis posesiones:

    • cKwh: 590 (+4)
    • Dólares GSAR: -534 (+1)
    • Recursos:42 (+6)
    • Basura sin procesar: 1 811 litros (+323)

    DIA 7 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Limpiar un poquito: 271 del recuadro C del mapa (un desastre)

    Vuestras ayudas:128 impresiones, 2 interacciones y nueve visitas más a esta entrada (ya van 51). ¡Sois los mejores! ¡Gracias!

    Comentarios del día

    He pasado algo de miedo. He visto algo moverse entre los árboles invadidos por la ceniza. Me he escondido en el recuadro A, que está casi vacío y si me agacho no se me ve desde fuera. Lo que sea que caminaba por ahí no me ha visto y ha terminado por marcharse, pero mi corazón... vale, no tengo corazón porque soy un robot, pero no sé como expresarlo. Como decía, mi corazón ha latido con furia. Entendedlo como una metáfora. El mapa va tal que así:
    He decidido que voy a procesar basura en vez de extraer más, así voy ahorrando para comprar robots que me defiendan.

    Mis posesiones:

    • cKwh: 618 (+28)
    • Dólares GSAR: -532 (+2)
    • Recursos: 51 (+9)
    • Basura sin procesar: 2 082 litros (+271 litros)

    DIA 8 DE LA GLORIOSA LIMPIEZA DEL PLANETA TIERRA
     

    Acción que hice y sus resultados.

    Procesar 500 litros de basura. Encontré 3 dólares GSAR (¡Qué suerte!) y ningún recurso.

    Vuestras ayudas:155 impresiones del tuit, 9 interacciones con el mismo y 56 visitas en la entrada. ¡Muchísimas gracias!

    Comentarios del día

    No os pongo el mapa porque no he limpiado ningún trozo de terreno.

    Después del susto de ayer, le eché valor y me dirigí a la zona donde vi al monstruo. Analizando las huellas que me encontré he llegado a las siguientes conclusiones: el ser que las dejó es más grande que yo, camina a cuatro patas y tiene garras. Le envié fotos a mi enlace en el GSAR y le llamé.

    —¿Qué es esta cosa? —le pregunté sin siquiera saludarle.

    —Por las fotos parece un xephorus. No hay de qué preocuparse: son los desechos móviles más pequeños.

    —¿Cómo? ¿Que los hay más grandes?

    —Mucho mayores, pero esos seguirán dormidos. De hecho, no creo que haya más xephorus despiertos todavía.

    —¿De dónde salen esas cosas?

    —Alguna vez fueron animales modificados genéticamente. Como la gente de finales del siglo XXI no quiso hacer los sacrificios que se les exigían, el mundo colapsó en una crisis climática.

    —Cuéntame algo que no sepa.

    —El último intento para arreglar el daño al medioambiente consistió en crear animales por ingeniería genética. Se suponía que tendrían que haber salido gatitos, perritos, pajaritos y otros animales adorables, pero resultó que hubo alguna dejación de responsabilidades sin importancia y esos animalitos tan bonitos se convertían en monstruos que se comían a la gente. Si no eres cuidadoso con los genes, pasan esas cosas. Por eso los consideramos desechos móviles, ya que eso de llamarlos animales sería un poco atrevido.

    —¿Los humanos habéis tenido inteligencia en algún momento de vuestra historia?

    —Al menos, los humanos no somos metal y circuitos, como una IA impertinente que yo me sé.

    —Eres tan sutil... Se me han fundido dos circuitos de lo que he tenido que pensar para darme cuenta del insulto.

    —Pues date cabezazos contra un árbol, a ver si se te sueldan de nuevo.

    —Súbete a una montaña y bájala rodando y sin casco.

    Mi enlace cortó la comunicación y me dejó un tanto frustrado.

    Mis posesiones:

    • cKwh: 673 (+55)
    • Dólares GSAR: -520 (+12)
    • Recursos: 56 (+5)
    • Basura sin procesar: 1 582 litros
    • Basura procesada: 500 litros 
    Para leer las actividades de los siguientes días, accede aquí:

    https://sinciforma.blogspot.com/2019/12/un-jueguecito-ecologista-ii.html

    30 noviembre 2019

    #OrigiReto2019 Abandona tu manada

    Este es el microrrelato de noviembre de 2019 para el OrigiReto 2019. Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras:

    http://plumakatty.blogspot.com/2018/12/origireto-creativo-edicion-2019.html

    o en

    http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2018/12/reto-de-escritura-2019-origireto.html

    Este microrelato tiene 972 caracteres según https://www.contarcaracteres.com/ Cumple el objetivo:

    24. Utiliza una de las dos imágenes sugeridas para basar tu relato en ella. (NOTA: Las imágenes son originales de @Musajue, no las uséis para otras cosas sin permiso, por favor) 

    La que he utilizado es esta:



    Está enlazado con este relato de Marga Kvasir: https://margakvasir.wordpress.com/2019/11/11/como-sienten-los-lobos/ Recomiendo que lo leáis, que está muy bien escrito y merece la pena. Además, sería cuestión de que lo leyerais para entender mi microrrelato.

    Sobre el objeto... sería un destripe. Lo digo al final.

    Y esta es la pegatina del mes



    Espero que os guste:


    ABANDONA TU MANADA


    Miré a Vera, que seguía descalza sobre la hierba.

    —Entra —le dije—. Está muerta.

    Entró y me abrazó temblando. Conseguí calmarla y la dejé en la cama, envuelta en una manta, mientras me vestía. Suspiré: iba a partirle el corazón. Descolgué de la pared el cetro de mi familia: un cetro con plumas, la calavera de una fiera y una esfera verde, de la que salió una llama azul cuando lo activé. Vera me miraba atónita: siempre creyó que era un “souvenir” de mi viaje a Kenia.

    —Los lobos no entran en las cabañas, ni atacan así a la gente —le dije.

    —¿Crees que es una mujer lobo? No seas idiota —replicó Vera.

    Invoqué la magia que creaba mi cetro, que me susurró las palabras del hechizo que necesitaba.

    —Abandona tu manada, licántropa.

    La loba muerta se convirtió en una chica desnuda. Vera me había contado como había desaparecido su última novia, así que no fue una sorpresa su reacción.

    —¡Fátima! —gritó y se encogió para llorar.

    Y Fátima jadeó varias veces y abrió los ojos.


    * * * * * 

    El objeto, en efecto, es una resurrección.

    26 noviembre 2019

    #OrigiReto2019 Luces de la ciudad sobre el río

    Este es el relato de noviembre de 2019 para el OrigiReto 2019. Las normas de este reto se pueden consultar en las bitácoras de las organizadoras:

    http://plumakatty.blogspot.com/2018/12/origireto-creativo-edicion-2019.html

    o en

    http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2018/12/reto-de-escritura-2019-origireto.html

    Este relato tiene 1991 palabras según https://www.contarcaracteres.com/palabras.html Cumple el objetivo 11. Narra la aventura de alguien que viaja en el tiempo. Los objetos ocultos que incluye son 22. Un microscopio y 23. Una foto vieja o Polaroid.


    Este relato es muy filosófico. Habla un poco sobre un tema tecnológico que ese sí comentaré al final y, también, sobre un tema filosófico. Espero que os guste.




    LUCES DE LA CIUDAD SOBRE EL RÍO

    —Soy un viajero en el tiempo, lo que pasa es que no se lo puedo contar a nadie —le susurré alegre a mi imagen en la pantalla-espejo de una tienda, una novedad de principios del siglo XXII.

    Me arreglé bien el coulsen, el adorno que hacía brillar el cuello y era imprescindible para todo varón en 2107, y seguí mi camino hacia el bar donde me esperaba Silvia. La historia de cómo me había convertido en viajero del tiempo era absurda, como si la hubiera ideado un escritor sin inspiración ni ganas de trabajar.

    Mi año de partida era el 2061. No eran tiempos fáciles. Los países se decían democráticos, pero la realidad era que las libertades, que eran mínimas, dependían del colectivo al que se pertenecía. Ciertas libertades eran inalienables y para otras había que superar restricciones y pruebas. Como varón heterosexual, no podía mantener ningún tipo de relación afectiva con ninguna mujer hasta lograr la habilitación sexual. Cuando cumplí los dieciocho años, tuve que esperar seis meses hasta que el gobierno me envió el email donde me permitían solicitar la habilitación. Tardé un año en obtener respuesta y tras varios meses más para recibir la convocatoria al examen, hice mi primer intento recién cumplidos los veinte años, tras haber pasado varias horas a la semana en academias de reeducación afectiva.

    Suspendí aquella vez, y las otras dos que la ley me permitía. Perdí el derecho a la habilitación y, con mucha amargura, me resigné a un celibato que duraría para siempre. Al menos, me conformé hasta que terminé mi tesis en física. Tuve suerte de que me aceptaran en la universidad y, tras mucho batallar, conseguí que me dirigieran una tesis. Hice un buen trabajo sobre la naturaleza del tiempo según el recién creado Tercer Modelo Estándar, el que corrigió aspectos de la teoría GUT que recibió el nombre de Segundo Modelo Estándar. Y vi la oportunidad.

    Durante veinte años, trabajé en la creación de una máquina del tiempo que no violara la causalidad y fuera conforme al Tercer Modelo Estándar. Me costó mucho trabajo hacerme con los materiales. Después de mucho sacrificio, logré comprar un microscopio de efecto túnel que languidecía en el sótano de una universidad. Conseguí recopilar los componentes y hacerme con un batallón de nanorrobots para ensamblarlos. Gracias al microscopio, conseguí coordinar el trabajo de aquellas máquinas diminutas.

    Entré en el bar y eché un vistazo. Era un sitio precioso que imitaba un bar de lujo de la década del 2020. La vi en la barra, con un vestido rojo maravilloso que realzaba el cuerpo perfecto que tenía. La necesidad de habilitación sexual y la mayoría de las leyes que restringían las relaciones personales fueron derogadas entre los años 2080 y 2090, con las revoluciones que restauraron la democracia.
    La manera de no violar la causalidad era viajar solo al futuro y no regresar jamás a un tiempo anterior al de partida. Cuando logré viajar una semana en el futuro tres veces y volver siempre ileso, fui dando saltos de un año. Buscaba algún servidor público y consultaba las noticias. El peor momento fue cuando llegué a 2074 y hallé el mundo inmerso en guerras y revueltas generalizadas que provocaron la caída de los gobiernos autoritarios hacia el final de la década. Seguí buscando hasta que decidí que la libertad que se vivía hacia 2100 era idónea. En esa década, el amor y el sexo volvían a ser libres, como en el primer tercio del siglo XXI. Y allí conocí a Silvia.

    —Mira lo que te he traído —le dije tras besarnos y sentarme junto a ella.

    Saqué una foto muy vieja, comprada en un anticuario en mi año de partida. Era una vieja fotografía en papel, de 2001, del Palacio de Cristal, un precioso edificio que había en Madrid y que fue destruido por resultar ofensivo en los años más oscuros de la dictadura. A Silvia le encantó.

    —¿Dónde encuentras cosas tan antiguas? —preguntó Silvia—. Casi ningún documento en formato físico sobrevivió a las quemas de 2075.

    Me inventé una excusa que ella aceptó. Lo guardó y estuvimos media hora bebiendo y charlando.

    —Vámonos a ver las luces de la ciudad sobre el río —dijo Silvia, y nos fuimos.

    Otra de las razones de que se pueda viajar al futuro es porque, en realidad, usando el vocabulario de la vieja mecánica cuántica, se viaja a un “colapso” de lo que llamo el campo de posibilidades. El campo de posibilidades del pasado queda fijado a medida que el tiempo avanza. El del futuro es modificable y por eso puedo estar paseando de la mano de una mujer apasionante, a la que amo con todo mi corazón, 46 años en el futuro.

    Eso no quiere decir que tenga muchas posibilidades de cambiar el futuro, ya que eso depende de mis medios. Me aterraría que mi gobierno autoritario descubriera el secreto de viajar en el tiempo, porque conociendo lo que va a suceder, podrían cambiarlo. Por mucho que sepa que un ejército va a perder una batalla, no tendría capacidad para cambiar el resultado. Pero si el ejército que iba a perder, recibe órdenes que le aseguran la victoria, el campo de posibilidades del pasado tras la batalla cambiaría con respecto al más probable, y se reescribiría el campo del futuro.

    Por eso, todo lo que me rodea es tan real, porque cuando pasen 46 años sucederá casi seguro. Aunque recorremos el paseo fluvial de Caslad, uno de los más bonitos del mundo, en realidad sigo en Madrid. Como viajo en el campo de posibilidades, mi viaje a través del tiempo es también a través del espacio. La Tierra, el Sol, la Vía Láctea… todos se mueven a velocidades enormes. Si viajara 46 años al futuro y no me desplazara junto con la Tierra, aparecería en mitad del espacio.

    —Me pregunto cómo sería pasear por Madrid —me dijo Silvia, absorta por los reflejos de las luces de Caslad en el río Munza.

    —En realidad, estamos paseando por Madrid.

    —Paseamos por Caslad, construida sobre las cenizas de Madrid. Ni siquiera el Munza tiene nada que ver con el Manzanares: fluye por sitios diferentes.

    —Para mí, Caslad es una evolución de Madrid, es lo mismo.

    —Para mí no es lo mismo, porque las sensaciones son diferentes. ¿Sentirías lo mismo si pasearas por Córdoba en el siglo IX que si lo hicieras hoy en día?

    —No, pero una definición no puede depender de los sentimientos que te inspira el objeto. En ambos casos estaría paseando por la misma ciudad, aunque tuviera nombres distintos.

    Silvia cortó aquella conversación tan filosófica riendo y bromeando. Seguimos paseando largo rato por el bellísimo paseo fluvial, iluminado por farolas que semejaban árboles, entre setos llenos de flores y pequeños estanques con cascadas diminutas. Tiré de la mano que le sujetaba a Silvia, la atraje hacia mí y la besé en los labios. Nos abrazamos y volvimos a besarnos. Y continuamos el paseo.

    No lo vi venir. Silvia sí. Un transporte de mercancías cuya cabina ardía atravesó los setos y arrolló a la pareja que teníamos delante. No pude reaccionar. Silvia sí. Me dio un empujón con una fuerza que ignoraba que tuviera y evitó que el vehículo me tocara. A ella le golpeó de lleno y salió despedida unos diez metros. Destrozó las flores de un seto en el que rebotó y quedó inmóvil en el suelo. El transporte cayó al Munza.

    Me dio pena pensar que Silvia estaba muerta, pero no tenía importancia: volvería al pasado, regresaría al momento en que nos vimos en el bar y cambiaría el recorrido de nuestro paseo. Aun así, me acerqué a ella con un nudo en el estómago: me pareció insoportable volver al pasado, lo que me llevaría un par de horas, y dejar su cadáver abandonado sin más ese tiempo, aunque fuera en un curso de probabilidad que iba a cambiar. Hasta ese punto la amaba.

    Y cuando me acerqué, todo mi amor se convirtió en repulsión. Silvia yacía boca arriba, con piernas, brazos y tronco destrozados. Pero no había sangre, ni fracturas: había cables cortados, mecanismos rotos, metal destrozado. Silvia era un robot sexual, la cosa más repugnante de la que alguien podía enamorarse. Por supuesto, no estaba muerta: una máquina no puede morir. Me miró con una tristeza que era un nuevo engaño.

    —Álvaro, iba a decírtelo, te lo juro —dijo el robot.

    —Me has engañado, te has reído de mí durante meses. Te conté decenas de veces el asco que me daban los robots sexuales. Y no me hiciste caso, robot repulsivo.

    —Te quiero, Álvaro —dijo imitando el llanto de una mujer—. Tenía miedo de que reaccionaras así, pero sigo siendo Silvia. Tú me querías.

    —Amaba a la mujer que creía que eras. No puedo querer a un software de inteligencia artificial embutido en una máquina. Tú no me quieres porque las máquinas no podéis amar, solo imitar los sentimientos. Me das asco.

    —Sabes cuando alguien te quiere por la forma en que te habla, por la manera en que te toca y te mira. Lo sabes porque te inspira el mismo sentimiento, y eso es el amor, que dos individuos sean felices por estar juntos. Te hice muy feliz y yo también lo fui. Si el resultado es el mismo, ¿por qué te importa que te los cause un cerebro sintético a que lo haga un montón de neuronas? Te quiero, Álvaro, ¿por qué dudas de eso ahora?

    —Porque las máquinas no sentís. Todo lo que me dices es el resultado de los cálculos de un software muy complejo que imita las emociones. Tus sentimientos no son de verdad.

    —Para mí, sí. —Aquella máquina seguía llorando—. Ayúdame, llévame a un taller.

    —No merece la pena. Llamaré a la policía y que te lleven ellos. —Me desesperó que volviera a suplicar—. Eso diferencia a un ser humano de ti. Si me cortaran brazos y piernas y las cambiaran por miembros artificiales, dejaría de ser completamente humano, sería medio máquina. En cambio, a ti, en el taller, te cambiarán todas las partes dañadas y ni siquiera te modificarán el número de serie.

    —Eso no tiene sentido. No dejaría de quererte porque tuvieras miembros robóticos.

    —Claro, porque tú eres un robot.

    —Porque seguiría amándote: para mí, seguirías siendo tú. Espera, no te vayas. No quiero morir. Llévame a un taller, despídete de mí. Soy un robot cuyo propósito era que me quisieras. Aunque luego me dejes, necesito sentir que lo nuestro fue de verdad. No dejarías agonizar en la calle a una mujer a que una vez amaste.

    —Pero tú no eres una mujer —dije tras detenerme y volverme—. Harán una copia de tus bases de conocimiento, te cambiarán las piezas y serás el mismo robot.

    El robot suspiró tan bien que pareció de nuevo una mujer.

    —Lo llaman la paradoja de Teseo —empezó a decir el robot—. Teseo volvía en un barco que había sido reparado tantas veces que ya no quedaba ni un tablón original. Unos griegos decían que seguía siendo el mismo barco que cuando lo construyeron, otros que no lo era. Ambas opiniones son lógicas, pero soy un robot consciente, aunque mi consciencia no sea humana. Si el barco de Teseo pudiera decirte si sigue siendo el mismo o no, ¿no tendrías que escucharlo?

    La miré un instante, sorprendido por el argumento.

    —Es cierto. No soy una mujer. Me construyeron para ser la pareja de un ser humano solitario. Mi propósito durante todos estos meses ha sido que me amaras. Si me abandonas creyendo que tus sentimientos fueron un engaño, sería lo mismo que si desmontasen el barco de Teseo y creasen con él una cabaña. Serían las mismas piezas, pero ya no sería un barco. Si te vas, dejaré de ser Silvia. Desapareceré. No quiero morir, por favor.

    Me marché de allí e informé a las autoridades de que había un robot averiado. Casi llegué a creerme sus súplicas. Las inteligencias artificiales del siglo XXII eran prodigiosas.


    * * * * *

    Hasta aquí el relato. El contenido filosófico del relato, como Silvia dice, es reflexionar sobre la Paradoja de Teseo. Otra reflexión es acerca de la Inteligencia Artificial. Se distiguen dos grandes tipos: la IA débil (programas de ordenador que resuelven problemas específicos y aprenden, pero que son eso, software como un sistema operativo, pero software sin más) y la IA fuerte (entidades sintéticas con capacidades tan elevadas que podrían llegar a tener consciencia de sí mismas). Hay un debate acerca de si la IA fuerte es posible o no. Dicho de otro modo, hay personas que piensan que una IA puede llegar a tener consciencia (es lo que piensa Silvia de sí misma) y otras que la IA fuerte no es un problema de falta de tecnología, sino que es un imposible que un software o una máquina, por muy sofisticada que sea, llegue a pensar de verdad (eso sostiene Álvaro y, por tanto, no actúa con crueldad según su forma de pensar).

    Espero que os haya gustado este relato filosófico.