29 febrero 2008

Leído Mundo Anillo de Larry Niven (II)

Aunque, en realidad, lo terminé hace dos días, este es el segundo libro que acabo de leer desde el 16 de febrero de 2008.

Se trata de una obra de ciencia ficción clásica, en el sentido de que ya no se escriben cosas así, aunque series como Babylon V, o la Guerra de las Galaxias, pretendan recuperar ese estilo en el cine. Es una novela de aventuras situada en el espacio, con todos los elementos clásicos del género: romances, aventureros de diferentes especies, un universo lleno de alienígenas que interactúan con la humanidad, mucha imaginación.

Para mí ha supuesto un poco de aire fresco, al haberme podido poner en la piel de personajes sin todos los dobleces que están de moda ahora mismo. En este libro, el que es bueno, es bueno y el que no lo es tanto, se ve a la legua que no lo es.

Un único defecto: que el autor, a veces, es demasiado atrevido a la hora de tratar con la física, pero se lo perdono por la imaginación que ha demostrado y porque a pesar de reconocer algunas explicaciones científicas dudas, no se pasa demasiado. Pero la intriga, los personajes bien definidos - y algunos son difíciles - y el suspense de toda la trama, lo hacen un libro imprescindible para los amantes de la ciencia ficción.

En cualquier caso, en ciencia ficción, incluso Paul Anderson, que es físico, ha metido alguna pata, porque esta ciencia es tan amplia que ni nosotros mismos la abarcamos al completo. Así que se le perdona al autor.

20 febrero 2008

Dos premios para mi bitácora

Con mucho orgullo, he recibido de Lillu los siguientes premios:





Son los primeros que recibo, así que me he alegrado por partida doble. ¡Muchas gracias!

Y ahora me toca nominar a mí. Por las normas, me temo que no puedo nominar a la propia Lillu, a pesar que es una de las bitácoras que visito casi a diario. Con esa ausencia, concedo este premio a (el orden es arbitrario):

  • Astroyciencia de Juan Miguel: Una bitácora dedicada a la astronomía y astrofísica. Muy recomendable y muy dinámica. Cuenta con una cantidad de lectores activos muy respetables, lo que no es fácil hablando de ciencias en español.
  • Aventurillas de mitsui de Mitsui: Ahora mismo está un poco abandonada, pero la premio por su trayectoria en la "blogosfera", tanto con esta como con Sonriendo como nunca. A primera vista no hay más que fotos o textos cómicos, pero basta bucear un poco para encontrarte entradas sobre mecánica cuántica, arquitectura, algún poema y algún relato. La de discusiones sobre mecánica cuántica que tuvimos hace tiempo...
  • Emezeta de Manz: Una bitácora que tiene entradas sobre informática y nuevas tecnologías de nivel bastante alto, pero explicadas con sencillez.
  • Arte de seducción de El Violinista: Una bitácora en la que caí por casualidad y de una temática que nunca pensé que me llegara a gustar. A pesar de que he perdido el interés por buscar pareja, y que ese tipo de relaciones no es algo en lo que me guste pensar, me divierte muchísimo leer los consejos de seducción de esta bitácora, escritos en un lenguaje sencillo (nada de cosas raras como AVEN, TB8 o cualificar un set... castellano normal y corriente).
  • Etimologías de Cromwell: La bitácora de un compañero de navegación por Internet desde hace ya 11 largos años. Muy buenos artículos sobre historia, historia militar y ferrocarriles. También hay alguna que otra entrada sobre política.

¡Muchas gracias por los premios!

16 febrero 2008

Reflexiones sobre autoedición y empresas

Como las cosas de la que hablaba Lillu, en esta entrada de mi bitácora, acerca del sistema de autopublicación Lulu.com, me han parecido interesantes y, además, bastante genéricas, he preferido ampliar un poco la respuesta y crear una entrada sobre el asunto.

El problema de un escritor novel a la hora de publicar consiste, esencialmente, en que nadie le publica su obra. Uno puede acabar una novela, registrarla y enviarla a decenas de editoriales (y en España hay muchas). De eso tengo práctica, aunque no por literatura sino por ciencia. En los buenos tiempos de antes de montar mi empresa, aún a sabiendas de cuál iba a ser la respuesta, me puse en contacto con unas 25 editoriales para ver si publicarían una obra que planeaba traducir. A veces, hay que confirmar experimentalmente los prejuicios. Como nadie sabe quién soy yo, respondieron cuatro, por supuesto negativamente. Una llegó a llamarme, aunque no estaba en casa en ese momento, y me confundieron con un estudiante de universidad (les dijeron que estaba en la Universidad... no sabían que trabajando), así que la llamada no se repitió. Sabía que iba a suceder, porque conozco a muchos en mi mismo caso, pero ya puedo decir que lo he vivido.

Si uno está muy interesado en ver sus palabras en papel, acaba sabiendo que hay editoriales que ofrecen la autoedición. Esencialmente, el autor paga una primera edición de sus libros, asumiendo él la mayor parte (o todo) del coste. Recibe, eso sí, un porcentaje mayor sobre las ventas del libro. La ventaja es que, mientras pagues, con este sistema publicas. Los inconvenientes son que asumes todo el riesgo, en vez de asumirlo la editorial, y, el principal, que sale muy caro - entre 1.500 y 3.000 euros o más, dado que las editoras de esta clase prestan una serie de servicios adicionales: maquetación, obtención del ISBN, distribución -. No es una opción que me haya planteado nunca, no sólo porque no tengo ese dinero, sino porque pienso que ya tengo bastante con esforzarme para crear "contenidos", como para, además, tener que pagar el soporte.

Sin embargo, la vida da vueltas. Como las microempresas tienen que hacer de todo, en el objeto social de mi empresa tenemos, como actividad, la edición de libros en cualquier formato (la de cosas que tiene el objeto social de mi empresa, luego no hacemos ni la mitad, al menos regularmente...), empecé a plantearme la posibilidad de maquetar, obtener el ISBN y distribuir nosotros, buscando una imprenta que nos haga los libros. Esta opción es más barata, pero está el problema de la inversión inicial, que es parecido al de las editoriales de autoedición. Las imprentas exigirán tiradas mínimas de entre 200 y 300 ejemplares (aunque sé de una que tiene el mínimo en 80). Dado que puedes conseguir precios de entre 4 y 5 euros por ejemplar si el libro es en blanco y negro y no muy extenso, resulta más simple. Basta reunir unos 500 euros y, quizá, tengas tu obra en papel. Pero, en mi caso, tengo usos mejores para ese dinero que arriesgarlos en una aventura que no tiene probabilidades de éxito si no le dedico más dinero y tiempo a promoción o distribución (o aunque lo haga).

Y, entonces, llegan los responsables de Lulu.com, son conscientes de que apenas el 5% de las personas que escriben regularmente consiguen publicar porque no superan estas barreras que he comentado antes. Y se inventan un modelo de negocio donde ni autor ni editorial deben arriesgar dinero, salvo cantidades muy pequeñas. Lulu.com trabaja con el concepto de impresión bajo demanda, esto es, sólo imprimen un libro cuando alguien decide comprarlo. Tienen un portal en Internet donde cada autor, tras registrarse tiene asistentes de maquetación, de manera que maqueta su obra y la envía a la editorial, que la convertirá a PDF (o bien, uno mismo puede enviar en ese formato). El único riesgo monetario que asume un autor es comprar una copia en papel de su libro para darle el visto bueno, lo que, normalmente, supondrá 10 o 15 euros o menos. El concepto es que cada autor recibe de Lulu.com un coste de producción de su libro (pongamos 7 euros) y le permite fijar unos "royalties" a voluntad. Por ejemplo, pongamos 8 euros de "royalties". Lulu.com, en su tienda virtual, venderá tu obra a 15 euros (7 más 8) y se queda como comisión un 20% de los 8 euros que se han determinado como ganancia para el autor (1,60).

Para los que no seremos nunca autores de renombre, esta forma de autoedición supera todas las barreras que existen para publicar: ningún editor tiene que aceptar tu obra y no hay que hacer ninguna inversión. Y las ganancias de Lulu.com, comparadas con los canales habituales de distribución, son ínfimas. Las librerías se suelen quedar con un 30% o más del precio final del libro, o sea, un mínimo de 4,5 euros para una obra de 15, y no he contado gastos de distribución.

Sin embargo, queda el asunto de la confianza, como muy bien apuntaba Lillu. De las dos objeciones que pone, empiezo por la segunda. Si pides 200 copias de tu libro, que cuesta 15 euros (7 de coste más 8 de ganancias), para venderlas por tu cuenta, Lulu.com sólo va a cobrarte 7 euros por libro más gastos de envío - el autor es el único que compra al precio de coste -. Eso sí, si no consigues vender los 200 te pasa lo mismo que si encargas 200 a una imprenta y no los vendes... se quedarán de adorno en casa :-). La primera objeción, la falta de control sobre las ventas es mucho más interesante.

Según nuestra legislación, sería empresario todo aquel que organiza medios propios, humanos y materiales, para realizar una actividad de la que se puede esperar algún tipo de beneficio. El autor-editor entra en tal categoría, con lo cual se mete en el turbulento mundillo del trabajo por cuenta propia o la autogestión. Y los que llevamos algún tiempo en él, reconocemos dos pautas básicas: la necesidad de asumir riesgos constantes, y el hecho de que, si hay beneficios, eres sólo uno más a la hora de disfrutarlos, ya que los repartes entre proveedores, Hacienda, Ayuntamientos, trabajadores, ladrones y tú, y que si hay pérdidas, las pagas tú solito. Cuando temes que Lulu.com no te reconozca todas las ventas, al no tener medios para controlarlas, no haces más que la misma reflexión que cualquier autónomo o empresario: ¿cobraré todo lo que he trabajado? La respuesta es no: nunca cobrarás todo lo que has trabajado, tienes que asumir que de los beneficios que genere tu esfuerzo sólo vas a quedarte con una parte, a veces la menor parte de todas. Suena triste decirlo, pero una parte nada trivial de cualquier plan de negocio son los mecanismos de control que minimicen los robos (impedirlos es imposible). Debes asumir que si vendes 3.000 barras de pan, probablemente cobres 2.500 o 2.700, y fijar los precios previendo algún porcentaje de robos o impagos. La inseguridad legal es casi completa, y verás que la Administración te multa por cosas absurdas mientras que un ladrón puede robar cincuenta veces en dos meses y seguir tan tranquilo (en un restaurante que había sufrido tres robos en dos meses, lo multaron por poner los precios con tiza...).

Hay que mirar dos cosas. Primero que no debe paralizarte el temor a que no te reconozcan todas las ventas, porque es lo normal en cualquier actividad (propia o ajena... más de dos trabajadores por cuenta ajena se ven que han trabajado a destajo y luego no les pagan el sueldo...). Segundo, que por muy razonable que sea tu temor, lo que pierdes es poco y resulta fácil protegerte. Si has registrado tu libro e, incluso, dispones de un ISBN, tu autoría y tus derechos de autor están a salvo. Como no pagas por cada libro que Lulu.com te venda, no pasaría nada si no te reconocieran parte de las ventas, porque lo único que sucede es que cobras menos. No es lo mismo que si asumes el coste de publicación y luego te dicen que se han extraviado un 5% de los libros que has pagado de tu bolsillo.

Y lo más importante. Aunque no lo parezca, un modelo de negocio basado en el engaño a los productores no es sostenible a largo plazo. Lulu.com no va a vivir de los diez o veinte que vendan miles de ejemplares, sino de aquellos miles de autores que venden, a sí mismos o a terceros, 10 o 20 ejemplares al año. Los que venden mucho tienen opciones más económicas y rentables que Lulu.com. Pero como el negocio de esta empresa americana depende de que haya autores dispuestos a publicar, su estrategia de mercadotecnia debe ir dirigida a la captación de creadores. Y qué mejor publicidad que pagarte por cuantas ventas mejor, para te animes a seguir publicando y a recomendarlo a amigos en tu situación. Aparte, que Lulu.com se dedique a "birlarte" ventas les supone un riesgo alto. Como no generen confianza en los autores, están perdidos así que si hicieran eso, sólo afectaría a los que vendieran mucho y en proporciones minúsculas. Venden en Internet así que es relativamente sencillo contactar con tus compradores. Esta empresa es consciente.

Por mi parte, Lillu, al final de este pedazo de entrada, me ofrezco a servirte de conejillo de indias. Te tendré al tanto de cómo funciona Lulu.com y si te decides a publicar, y pones tu libro a un precio normal, ¡te lo compro!

Leído Soy Leyenda, de Richard Matheson (I)

Anoche terminé con la cuarta entrega de Harry Potter, y en una tarde, he leído Soy Leyenda, de Richard Matheson, el libro de 1954 en que se ha basado la película del mismo nombre. Son, sólamente, 180 páginas.

Me ha gustado muchísimo. No voy a decir mucho más de él; sólo que la película y el libro se parecen bastante poco.

15 febrero 2008

Estoy terminando... Harry Potter y el Cáliz de Fuego

Siempre me he preguntado cuántos libros leo en un año normal, así que voy a iniciar esta serie de entradas con dos motivos: para compartir con todo el mundo qué es lo que leo y, si se tercia, dejar algún comentario acerca de lo que me ha parecido el libro, y saber, de verdad, cuántos libros leo al año...

Aunque no es el primer libro que leo este año, voy a empezar a contar de febrero a febrero. Así que estoy terminando la cuarta entrega de Harry Potter.

Una serie de libros deliciosa.

02 febrero 2008

Creando nuevos proyectos: mi librería virtual.

Aunque con algo de retraso, me di finalmente de alta en Lulu.com, la famosa editora "on-line" norteamericana que permite publicar y vender libros en la modalidad de impresión bajo demanda. El sistema funciona de una forma muy sencilla. El autor maqueta su obra usando plantillas en Word, sube los ficheros al sistema y le pone un precio a su libro en papel. Este precio consta de dos partes: los costes de publicación, que fija Lulu, y el dinero que el autor desea ganar con su libro. La editora obtiene ingresos por dos vías: una parte de los costes de publicación (bueno, esto sólo lo supongo, pero lo veo lógico y razonable) y un 20% del dinero que el autor desea ganar con su obra. También existe la posibilidad de vender versiones electrónicas de tus obras, o bien de distribuirlas gratis a través de su plataforma. No es de extrañar, ya que el fundador de la compañía tiene relación con Linux y el Software Libre.

Como ventajas de Lulu frente a otros sistemas tenemos las siguientes. Primero, la ausencia completa de inversión inicial. El único gasto que exigen es que, una vez subido y maquetado tu libro, adquieras una copia para ti mismo (a precio de coste, esto es, sólo te cobran los costos de publicación, no el precio final que hayas fijado). Los costos de publicación son algo mayores de los que podrías conseguir en una imprenta normal, pero casi ninguna imprenta te va a hacer a buen precio uno o dos ejemplares (yo no he visto que te hagan un precio asequible para menos de 80-100 ejemplares). La segunda ventaja es que los puedes vender desde la página web de Lulu, de manera que no necesitas tener pasarelas de pago en tu página, o estar pendiente de transferencias y de realizar los envíos. La editora recibe los pedidos, los cobra y envía y luego te paga tus "royalties" por cheque o por PayPal. No obstante, si quieres hacer la venta directamente, basta con comprar tu propio libro las veces que quieras y venderlo por canales tradicionales; esto es, no hay exclusividad.

Aquí os dejo un enlace a mi librería virtual. Como escribo por afición, es probable que parte de lo que suba a la Lulu sea gratis y que, al principio, me dedique más a las ciencias que a otra cosa.

Cuando tenga algo bonito, lo anunciaré aquí.