21 julio 2008

Sin comentarios

Pues tengo reflexiones pesimistas... como muy a menudo. Es que uno lee los periódicos y no se lleva más que palos. Y es que, es llegar el verano y empezar a recibir noticias acerca del aumento de la delincuencia. En un diario local, leo la edificante noticia de ocho de cada diez detenidos en la provincia de Málaga son puestos inmediatamente en libertad. La policía afirma que esto les desanima, porque se la juegan intentando detener a los que incumplen la ley y luego, apenas la quinta parte de las veces sirve de algo. La gente a la que los jueces ponen en la calle son los que roban bolsos, los que sacan la navaja para que les des lo que llevas, los que revientan escaparates... Los jueces se defienden diciendo que ellos se limitan a aplicar la ley. Y, aunque supongo que será matizable, creo que no les falta razón.

Las consecuencias son muchas y claras: indefensión, sensación de impunidad y un agravio comparativo terrible. Y ya supondréis por donde voy... Salió en televisión el gracioso caso de una agencia de viajes donde una persona ha llevado a cabo 80 presuntas estafas, ha sido detenido multitud de veces... y no es sólo que lo pongan en libertad inmediatamente, es que sigue trabajando. Que blandos con unos y que duros con otros. Ya os habré contado el caso de un comercio de mi localidad multado por el terrible delito de poner una lista de precios con tiza, doblemente gracioso después de dos o tres atracos que había sufrido. Para este comercio no hubo blandura... el peso de la ley cayó sobre él. Supongo que no habría pasado nada si lo hubiesen denunciado por rellenar botellas de Rioja de reserva con vino de "tetrabrik" y cobrarlas a precio de lujo, pero algo tan serio como escribir precios con tiza sí debe ser atajado de inmediato.

Estamos muy cerca de llegar al punto de que aquellos no realizamos actividades delictivas podamos ser multados hagamos una cosa o la contraria. Leo gracias a Aselex la noticia que publica El Economista: una empresa es multada con 60.000 euros por poner en la carta de despido de un trabajador la enfermedad que padecía, y que le incapacitaba para prestar servicios. Resulta que según el Estatuto de los Trabajadores, la empresa debe indicar la causa de despido, so pena de que éste sea nulo... O sea, si la causa del despido es una enfermedad, o lo pones y te multan por incumplir la LOPD, o no lo pones y el despido es nulo. Hagas lo que hagas se te multa y sanciona. Ojalá la ley fuera tan dura con los navejeros o los ladrones de casas.

La última es que a una persona cercana a mí (y a todo un sector económico de la localidad donde vive), ha recibido una carta del Ministerio de Medio Ambiente imponiéndole una sanción multimillonaria que es imposible que pueda pagar, aun vendiendo todo lo que tiene. La esperanza es que no es el único sancionado, por lo que habrá fuerza para iniciar manifestaciones y conseguir algo. Y lo mejor es que una administración le multa por algo para lo cual otra administración dio permiso (y cobró por ello). También es posible que no sea más que una estratagema para subirles los impuestos, que estamos en crisis pero el Estado no tiene previsto apretarse el cinturón.

No creo que para esta persona, en el caso en que le hicieran pagar una multa que lo arruinaría para los restos, hubiera el mismo cariño que hay para el famoso terrorista que va a salir dentro de poco. No sé quién salió diciendo que intentar embargarle el piso donde va a vivir (al ladito de una de sus víctimas) para que pague parte de las indemizaciones a las que le han condenado, era un acoso y que habría que dejarle en paz al pobrecillo. Total, ya ha cumplido su condena (y eso es verdad). Sin embargo, como lo de esta persona cercana a mí es una multa, y un trabajador autónomo responde de las deudas con sus bienes presentes y futuros... Le embargarán todo, le quitarán lo que tiene y, cuando encuentre otro trabajo, le embargarán parte de su sueldo hasta que pague. Y eso si no lo mandan a la cárcel. Para que aprenda a hacer obras con permiso...

Por eso, cierto delincuente conocido se permite responder a los jueces con chulería, ningunear a la madre a la que, presuntamente, le ha matado un hijo. Sabe que la ley le apoya, todo el Estado está para servirle. Yo también estaría muy crecido si todo un gobierno estuviera destinado a protegerme y garantizar mis derechos. Sabe que no ha violado ningún reglamento, no ha presentado mal una declaración fiscal, no ha construido respetando 115 de las 116 disposiciones legales que tenía que verificar. Sólo, presuntamente, ha robado y matado, que es delincuencia "normal".

Como imagen que define nuestra sociedad me quedo con esa, la del presunto asesino exclamando con arrogancia que no ha hecho nada y la policía defendiéndolo de una madre que ha perdido a su hijo. Es lo que debería trascender, lo que nuestros tataranietos tendrían que estudiar en los colegios, para que no vuelva a repetirse nunca, para que cuando nuestro sistema político se hunda no se vuelvan a cometer los mismos errores.

2 comentarios:

Lillu dijo...

Desde mi punto de vista, es más fácil juzgar un delito fiscal o económico que uno de otra índole, que tiene miles de agravantes o atenuantes a la hora de condenar (un atracador que necesitaba comer, bajo el efecto de las drogas, con una prole indefensa, con problemas mentales...). En un delito administrativo o pagas o no pagas, pero no hay más vuelta de hoja, poco se puede alegar y por eso los despachan antes y sin tanta contemplación. Digamos que no incide ningún factor sentimental al que apelar.

En el caso que comentas de la obra ilegal de tu amigo, si una administración lo autorizó supongo que se puede presentar un recurso de amparo (o similar) con la documentación correspondiente. Parece un problema interno de competencias entre administraciones por lo que deberían solucionarlo ellas y no pagar el ciudadano las consecuencias. Y si no, pagar y llorar al valle, que es lo que casi siempre se acaba haciendo, por desgracia :/

saluditos

Juan dijo...

Hola

Empiezo por el final. Lo del recurso de amparo se podría presentar, pero otra cosa es que sirva de algo. La carta que recibió lo especificaba muy claro: el hecho de contar con cualquier tipo de permiso no tenía influencia alguna sobre la multa. Estaba muy claro. Es algo parecido a lo que te puede pasar si le haces una consulta a tu administración de Hacienda. Es perfectamente posible que hagas las cosas tal y como te han dicho en Hacienda y que el inspector, luego, te ponga una multa de campeonato. Las consultas a Hacienda no son vinculantes para ésta (el proceso para que lo sean es largo y tedioso y, que yo sepa, no están obligados a responder). Pues si un Ayuntamiento te da un permiso y luego una administración superior determina que eso, ahora, es ilegal, el que lo pierde todo eres tú. Y denunciar al Ayuntamiento no serviría de nada: sus bienes son inembargables así que, con el juicio ganado (cosa improbable), no cobrarás nunca. La inseguridad jurídica es completa.

No estoy muy de acuerdo conque sea más fácil juzgar un delito fiscal que la delincuencia "normal". Si el que defrauda a Hacienda lo hace porque no tiene para darle de comer a sus hijos, ¿no sería un atenuante? ¿Por qué para un navajero sí y para un trabajador o un autónomo no? ¿No somos todos iguales ante la ley? Esto es una fuente de injusticias tremenda. Hay un caso extremo que leí en un periódico hace años y tiene que ver con el criterio de devengo. Este criterio viene a decir que fiscalmente, los impuestos a actividades "empresariales" se pagan cuando nace el derecho de cobro, no cuando se cobra el dinero. Una chica trabajaba para una empresa como falsa autónoma (tenía su horario y sólo podía trabajar para un cliente, pero era autónoma). Para cobrar su salario emitía facturas de importes altos (era un trabajo cuyos sueldos son altos). La empresa no le pagó durante más de un año. Como consecuencia, no tenía dinero para pagar el IVA, ni las retenciones del IRPF. Escribía diciendo que le iban a embargar su casa y que, a lo mejor, terminaba en la cárcel (creo que si el fraude supera los 6000 euros hay cárcel, no es tan complicado superarlos). O sea... el que no paga, el auténtico delincuente, tan tranquilo, y el Estado no sólo no ayudó a esta chica a recuperar un dinero que era suyo, sino que, encima, se lo quita todo para cobrar unos impuestos de un trabajo que no le pagaron. Si esto no es machacar al pueblo y dar todos los derechos y todo el cariño a los que estafan y van de mala fé...

Algo no funciona, y al final, la gente acabará harta de tanta injusticia.

Un saludo.

Juan.