07 octubre 2009

La ciencia española no necesita tijeras

Pues nada, a ponerme reivindicativo otra vez. Supongo que, después de leer esto, comprenderéis por qué he puesto esa imagen en el lateral. Se trata de una protesta de la "blogosfera" contra el anunciado recorte de fondos para la ciencia y la investigación españolas. La lista de participantes casi al completo (son muchos y la mantiene una sola persona) está en: Ciencia sin tijeras. Antes de hablar del problema, un comentario gracioso que he leído en la edición digital del periódico ADN. Dice la ministra de ciencia e innovación que Ignacio Cirac recibirá el nobel un año de estos. Vale, es un gran científico español y me parece bien el apoyo. Pero lo siguiente me ha hecho mucha gracia. Como no podía ser de otra manera, Ignacio Cirac trabaja en Alemania, en el Instituto Max Planck, pero dice la ministra en el periódico ADN que: "como todos los científicos españoles que están fuera del país es un gran activo para nosotros porque sin duda establecemos lazos de colaboración con ellos". Y digo yo... ¿y no sería un activo aún mayor si pudiese trabajar en España? Porque si se lleva el premio nobel, lamento mucho decir que el prestigio se lo quedará el Max Planck y la ciencia alemana, y no la española. Bien, a lo que iba

Los presupuestos que el gobierno ha presentado para el año 2010 contienen algo que, a mi juicio, es más revelador y más erróneo aún que subirle los impuestos a un pueblo asfixiado por la crisis. Se han realizado recortes presupuestarios en muchas partidas y ministerios, que llegan un poco tarde en mi opinión, y el dato significativo es que el ministerio que más recortes sufre, un 15% (aunque en el borrador el recorte era el 37%, que una barbaridad aún mayor) es el Ministerio de Ciencia e Innovación. Ya, a lo largo del año en curso, los mayores recortes presupuestarios se han cebado con este ministerio que, teóricamente, era el encargado de coordinar el tan manido “cambio de modelo económico”. Más información en este enlace.

De este ministerio depende la financiación de la investigación científica en España, aparte de las ayudas públicas a programas de I+D+i, con lo que el hecho de que este ministerio sufra el mayor recorte de todos resulta muy indicativo de que la investigación científica es, para el Estado, una especie de “lujo” del que se puede prescindir cuando sea menester. Todos estamos de acuerdo en que los ingresos del Estado han disminuido, que hay que recortar gastos, pero, precisamente, traduciendo libremente el dicho latino: la verdadera amistad se demuestra cuando las cosas van mal. Y esto es lo que pienso peor del caso, más que el recorte.

España tiene unas infraestructuras de investigación científica de una calidad muy inferior a su nivel tecnológico. El nivel investigador de nuestro país está por debajo del de países más pobres y más pequeños. Hace años, solíamos hablar de esto haciendo cocientes. Esto es, se decía que el organismo francés equivalente al CSIC español tenía en nómina diez veces más científicos que éste. ¿Es Francia en población o PIB diez veces España? No, ¿verdad? Asimismo, se decía que el número de científicos en España era el doble que el que hay en Portugal. Pero es que en población, España tiene cuatro veces la de Portugal. En proporción, el sistema científico portugués es bastante mayor que el español. Pero, el gran problema es que un país como el nuestro, en que, aunque a los “mileuristas” nos parezca increíble, ya no puede competir como antaño con precios y salarios bajos, la única salida que nos quedaba para mantener nuestro “status” económico era la innovación, la investigación científica, y todo lo que eso conlleva. Y el gobierno es lo primero que sacrifica. Con la gracia añadida, además, de que a diferentes responsables públicos se le oyeron frases como “hay que cambiar el modelo económico” o “investigar es trabajar”.


Dicen por ahí que este recorte no va a afectar a los proyectos, y que se van a mantener o a ampliar las becas de investigación. El problema está en que el dinero para becas o investigación era ya el mínimo que permitía el funcionamiento. A mí no me salen las cuentas. Si los organismos de investigación no podían desarrollar su trabajo plenamente debido a los problemas presupuestarios y, ahora, bajo los presupuestos hasta un 26%, como ha sufrido el CIEMAT, y sigo necesitando pagar sueldos, electricidad, renovar y reparar equipos de medida, gastar en materiales fungibles… ¿cómo es posible hacerlo sin despedir a nadie y cancelar proyectos? Si hasta la NASA, cuando le recortan el presupuesto, tiene que cancelar proyectos y echar a gente a la calle… ¿vamos a ser nosotros mejores? Sí, dirán que los becarios actuales cobrarán su beca hasta el final, pero luego no se les renueva y no entran nuevos que, a fin de cuentas, es lo mismo que reducir plantilla.

Este problema de la investigación en España es algo que me ha tocado siempre muy de cerca, y puedo asegurar que desde hace 15 o 20 años las cosas siguen igual de mal. Bueno, con una excepción. Ha sido un avance enorme que un becario predoctoral, de cuatro años que pase trabajando, esté dado de alta en la Seguridad Social los dos últimos. Antes, era perfectamente posible estar nueve años trabajando en exclusividad (las becarios no cotizan a la Seguridad Social, pero tienen prohibido que les contrate una empresa, por ejemplo), sin haber cotizado ni un solo día. Y, por supuesto, que a los nueve años te dijeran que no hay financiación y a la calle. Y te ves con más de treinta años sin paro y sin experiencia laboral demostrable. Pues bien, el Estado les va a recortar los salarios a este sector que ya está mucho más desprotegido que el resto de trabajadores. Porque en una empresa privada, tener a la gente sin dar de alta es ilegal.

Por todas estas razones, y muchas más en las que no quiero entrar para no extenderme (por ejemplo, que se maquillen los datos nefastos metiendo la investigación militar, cosa que no hace otros países, o que se presuma de que la ciencia española es buena porque científicos españoles hacen grandes cosas en Suiza, Alemania, EEUU… como si esos países fueran colonias nuestras), me he unido a esta iniciativa: La ciencia española no necesita tijeras. No a que la ciencia española sea la que pague la crisis.

Lo digo siempre. A grandes rasgos, sólo hay dos modelos económicos posibles: el basado en la innovación, en crear productos mejores que los de la competencia, vender caro y, como es natural, pagar sueldos decentes a trabajadores muy cualificados (en realidad, vender caro y pagar bien suele estar relacionado, porque si a grandes profesionales les pagas una miseria se te van al extranjero). El segundo es el de tener sueldos bajos y hacer lo mismo que los demás, pero más barato. Sin ciencia ni innovación el modelo económico que nos queda es el segundo. No quiero que ese sea el futuro de mis hijos, si es que los tengo. Que si alguno salga con inquietudes científicas no tenga que elegir entre su familia o su vocación.

Por todo eso: no a los recortes en I+D+i

5 comentarios:

Arwen Anne dijo...

Yo digo lo mismo que tú, estoy de acuardo contigo

besos

Lillu dijo...

Yo creo que la gente seguirá yéndose fuera mientras las autoridades de este país no consideren la ciencia y la investigación como algo necesario y positivo. Les gusta después colgarse las medallas (flipo con lo del Nobel XD) pero a la hora de facilitar las cosas para llegar a esas medallas, todo les cuesta. Si no hay infraestructura e inversión, no habrá resultados.

Por otro lado, me enteré por ti de que los que tenían becas de investigación no cotizaban. Es una situación muy similar a la de los becarios del periodismo, que yo también he sufrido durante años. Tengo mucho tiempo trabajado y no cotizado en periódicos y radio, con becas y bolsas de estudios que por entonces eran de 25.000 pesetas al mes (estoy hablando de hace 15 años, eso casi no te daba ni para comer todo el mes, imagínate para pagar un alquiler) y eso si te pagaban y no te decían "deberías pagar tú por aprender". El caso es que los becarios (que por entonces no nos llamábamos así, sino "periodistas en prácticas") llenábamos sin problema dos y hasta tres páginas completas diarias, cuando los periodistas contratados se hacían los remolones con un par de columnas. No es comparable, claro está, con la investigación científica, puesto que para mí los periodistas están saturando ya el mercado por todos lados y ahora mismo son muy prescindibles para mi gusto.

Pues eso, que estoy de acuerdo :D

saluditos

Blanca Miosi dijo...

Y yo que pensaba que en España se daba más importancia a la ciencia y a la investigación.

Cosas de los gobiernos, como en todos lados, son los que deciden el futuro de los habitantes.

Abrazos,

Maribel Romero dijo...

Un gran artículo, Juan. Es un gusto leer un argumento tan bien documentado y por parte de alguien que habla con conocimiento de causa. Tienes razón, el recorte presupuestario en Investigación es lamentable, y los científicos españoles que triunfan en el extranjero no nos abanderan precisamente, aunque como patriotas que somos nos sintamos orgullosos de ellos.
Yo que estoy tan lejos de la ciencia, la investigación y la innovación (me siento una verdadera idiota en estos temas) te agradezco profundamente este artículo tan ilustrativo.
Gracias también por tus comentarios en mi blog.
Un saludo.

Juan dijo...

Hola a todas

Me alegro de que estéis de acuerdo conmigo.

Arwen: gracias por el apoyo :-).

Lillu: lo pagaremos. Ahora, otra de las novedades es que se han creado dos tipos de universidades: las 10 de excelencia, y el resto, que son de segunda. Es lo mismo de siempre. A esta gente en ciencia les gusta la palabra excelencia. Consideran que la ciencia no es una actividad colectiva, sino avances que hacen grandes genios en solitario o en grupos reducidos de "supercientíficos". Así, basta con pagarle el triple a 100 eminencias, que pagar los sueldos de 2000 investigadores, y tener una comunidad científica de genios... y de paso, gastarse muy poco dinero. Por desgracia, si no hay ciencia "de base", si no hay científicos del montón que aporten resultados, comprueben los cálculos de las eminencias, los usen y desarrollen, el trabajo de los "supercientíficos" es imposible. ¿De qué vale tener a un superfísico teórico si para confirmar si su teoría está bien o no tiene que ponerse a la cola para colaborar con científicos "normales" de EEUU (estos colaborarán preferentemente con los de su país, como es normal) porque en España sólo hay superlaboratorios de excelencia que no van derrochar tiempo de aparatos especializados en un montaje experimental nimio? Claro, el poder no tiene ni idea de ciencia. Es como si quiero comerme el mercado creando empresas con los mejores ingenieros, economistas y expertos en márketing, pero les prohibo contratar comerciales, administrativos y personal de limpieza. La empresa no vende, no paga impuestos ni gestiona cobros y pagos porque nadie gestiona el día a día (con lo cual Hacienda meterá en la cárcel a los directivos), se llena de ratas y Sanidad la cierra... Pero, eso sí, abres el armario de los proyectos (tras apartar la suciedad) y hay unos planos maravillosos de productos increíbles y revolucionarios... Pues lo mismo. :-)

Lo de los becarios en periodismo es uno más de tantos abusos como hay en España. Luego las cosas no funcionan y no somos productivos... ¡qué raro!

Y eso, lo de ponerse medallas. Aún me acuerdo cuando en un periódico se decía que un científico español, que investigaba en Suiza, había hecho un descubrimiento que sería muy importante para la ciencia española... Pensé por un momento que habíamos conquistado Suiza...

Blanca: En España no se le da ninguna importancia. Es una de las mayores potencias industriales del mundo, o sea, que dinero hay, pero el porcentaje del PIB dedicado a investigación apenas llega al 1%, frente al 3% de otros países económicamente más débiles. Los políticos no consideran que innovar sea importante, con lo que sólo nos queda bajar los salarios para sobrevivir, o emigrar, como ha dicho un economista alemán :-).

Maribel: por desgracia, conozco el mundo de la investigación desde dentro. Es desolador. Gente con muchísima capacidad, que siguen en España por razones familiares, y no tienen esperanzas en continuar investigando. Investigadoras casadas, que a los 30 años, si se quedan embarazadas, dejan de cobrar... Muchos abandonan.

Un saludo.

Juan.