Retomo esta sección que, desgraciadamente, tenía olvidada. De hecho, desde la última entrada en diciembre del año pasado sobre este tema, hasta hoy, he leído unos pocos libros, pero ya no recuerdo cuáles, así que no los reseñaré. Creo que leí Alas de Fuego y la segunda parte de Grimpow, pero no sabría deciros...
El penúltimo libro que he leído últimamente es la primera novela del escritor Guillem López. La bitácora oficial del libro, llena de curiosidades (como que el autor ha compuesto una banda sonora basada en su libro) es esta: Leyenda de una era. La editorial que tiene la osadía de publicar obras de fantasía épica, no orientadas al público juvenil y un autores españoles es el Grupo Ajec en la colección Excalilbur fantástica. Digo esto porque, hasta hace relativamente poco, de toda la fantasía épica que se escribe en español, sólo salían a la luz obras cuyas características las hiciesen adecuadas para el público juvenil o incluso infantil. La fantasía épica tenía que ser anglosajona, y de autores consagrados.
Esto, afortunadamente, está cambiando en el ámbito de la fantasía épica (la ciencia-ficción pura sigue siendo un género maldito), y está surgiendo una nueva "generación" de autores de fantasía de altísima calidad y con un sabor que llamaría "mediterráneo" o "español", que las diferencia de la fantasía épica anglosajona a la que estamos acostumbrados. Y esta obra, La Guerra por el Norte, está dentro de esta nueva "generación".
La Guerra por el Norte es fantasía épica para adultos. Es un libro denso, complejo y con escenas de lucha bastante explícitas. Destaca con fuerza la gran elaboración de la red de tramas de intereses políticos contrapuestos que desencadenan la mayoría de los conflictos que se van describiendo en la obra. Traiciones sobre traiciones, ambiciones, ideales... Destaca también la importancia que le concede el autor a la descripción de los sistemas políticos y las organizaciones internas de los diferentes reinos involucrados. La curiosa diarquía en proceso de centralización de Misinia, la monarquía fragmentada y medieval al estilo europeo que reina en Aukania, con caracteres germánicos. El imperio de Serende, un estado que recuerda mucho a los imperios islámicos medievales, tanto en organización, como en refinamiento y en la importancia del comercio... La situación interna de cada una de estas naciones (en particular la de Misinia y Aukania) le queda bien clara al lector.
Pienso que esta es una de las características habituales de la fantasía épica "para adultos" española: el gusto por la caracterización de las instituciones de los países que aparecen en la trama, cosa que suele hacerse con más detalle que en muchas obras "clásicas" de fantasía (un ejemplo claro es El Señor de los Anillos; Tolkien sólo se centra, y sólo un poco, en la estructura política de La Comarca y de Gondor... de la forma de gobierno en Mordor apenas se dice nada, por poner un caso llamativo. Hay más ejemplos). Otra es un levísimo "anticlericalismo", que he visto reflejado en varias obras fantásticas de esta "generación".
Por lo demás, esta es una de esas novelas denominadas "novelas río". Hay multitud de historias entrelazadas que van fluyendo en el seno de una historia mucho mayor, precisamente, la guerra por el norte. Si bien, se apunta a otra trama principal que, en este primer libro o, como dice el autor, primera parte de la historia, se va perfilando. A mí, el asunto de las personas que nacen con esas capacidades, me hizo plantearme cuestiones sobre teoría de la evolución. No seré más explícito para no revelar nada, ya que esta relación sólo se comenta explícitamente al final (implícitamente, se capta desde mucho antes).
Las subtramas de acción están muy bien escritas, con mucho dinamismo, y se leen con mucha facilidad. Las subtramas políticas, por lo menos a mí, me sorprendieron por su complejidad, ya que involucran a 100 o 200 personajes, cada uno con unas motivaciones concretas, aliado teóricamente con otro, pero en realidad conspirando contra él junto a su auténtico aliado que, quizá esté aliado con un tercero...
Es un libro que deja muy buen sabor de boca, y con ganas de leer la segunda parte.