La prima de riesgo de España disparada, o como Europa sigue destruyéndose a sí misma
Seguro que más de dos de los que me leen sabrán que, en los últimos días, la prima de riesgo de la deuda pública española está disparada. Hoy, bien temprano, he oído que ya ha superado los 500 puntos básicos, con respecto a la deuda alemana (la más estable, técnicamente, y que se toma como referencia). Es un nivel tan elevado que, de mantenerse en el tiempo, podría obligar a un rescate. Todo esto lo sabe ya media España, porque no para de aparecer en los telediarios día sí y día también.
Se le echa la culpa a "los mercados", a la especulación. Y, bueno, es cierto que los culpables primarios de esta situación son los especuladores. Pero hay un gobierno europeo que, por interés y por inacción, permite que esto sea así: Alemania. Y es que mucha Unión Europea, mucho decir que vamos a crear los "Estados Unidos de Europa" y, a pesar de la experiencia de dos guerras mundiales que despedazaron a Europa especialmente, seguimos sin aprender nada.
La prima de riesgo para la deuda pública de un país es una medida de la confianza que tienen los inversores en la misma. En el caso de la Unión Europea, como Alemania es la economía más fuerte y solvente, se toma como referencia. Como puede leerse en el magnífico El blog salmón, si España tiene una prima de riesgo de 500 quiere decir que si el bono a 10 años (que es el que suele tomarse como referencia para estos cálculos) alemán da un interés del 2%, el español da un interés del 7%, ya que la diferencia sería 7%-2%= 5% y ese 5 se multiplica por 100 para dar los 500 puntos básicos. Como los inversores no se fían de que España, con un paro galopante y un déficit fiscal que, ahora mismo, es enorme, sea capaz de pagar, le exigen más interés a la hora de prestarle dinero.
Para España, las consecuencias son muy negativas. Una prima de riesgo elevada implica que cuando el Estado necesite financiarse emitiendo deuda tendrá, primero, que pagar intereses mucho más elevados, intereses que van a salir de nuestros impuestos (cómo no), y segundo, que podrá ser que no consiga todo el dinero que necesita porque, aún dando intereses altísimos, la gente prefiere no invertir por miedo a un impago. Lo triste es que, en lo que respecta a la deuda, España tiene menos, en porcentaje sobre el PIB, que Alemania. Y, aún así, nos atacan los especuladores.
Lo más grave de todo es que, al entrar en el euro, cedimos parte de la soberanía económica y, lo que es mucho peor, los países del euro se quedaron sin herramientas efectivas para combatir la especulación. España no puede devaluar su moneda, lo que amortiguaría mucho este acoso de los especuladores. Sólo tienen capacidad para actuar las instituciones europeas. Y éstas hacen una décima parte de lo que podrían hacer. Esta es la esencia del problema.
¿Y por qué la Unión Europea no hace casi nada para acabar con el problema? Porque hay muchos intereses por ahí. Alemania manda mucho, y a Alemania le interesa que esta situación se prolongue, porque mientras más suben los intereses que Italia, España o Portugal tienen que ofrecer para financiarse, más bajan los intereses que paga Alemania. El gobierno alemán se ahorra miles y miles de millones a costa de que España y los demás paguemos más y más millones. Por eso no se toman medidas más contundentes. Sólo se empezarían a tomar si los especuladores empiezan a atacar a Alemania y a hacerle mella, lo que es muy complicado, dado que el tamaño de su economía es enorme. Complicado, pero no imposible. Porque Francia, que sólo tiene por encima a Alemania está empezando a padecer aumentos de su prima de riesgo. Podría pasar que cuando Alemania decida actuar en serio ya sea demasiado tarde.
Una cosa curiosa de esta crisis es que he aprendido la influencia tremenda que tienen agencias internacionales de valoración (Moody's, Fitch, Standard & Poor's...). Ahora quiere la Unión Europea limitar su influencia. Ahora, cuando le están dando fuerte a Francia. Y algo huele mal en esas agencias. Porque lo de Standard & Poor's, que rebajó la nota a Francia por error... eso no se lo traga nadie. Ni que S&P tuviera un trabajador que se ocupa de teclear todas las tardes los valores de las calificaciones y que, un día, al teclear la de Francia, en vez de poner tres A, puso dos por accidente...
A ver cómo evoluciona todo... La solución sería que el Banco Central Europeo comprara masivamente deuda de España e Italia pero, claro, eso no le interesa a Alemania... La misma historia de siempre: políticos que cometen errores graves, para que el pueblo los pague bien pagados.
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