29 septiembre 2013

Un fragmento manuscrito de "La Innominada"

En respuesta a una iniciativa muy curiosa de la bitácora de Eleazar: despacio y con buena letra, pongo aquí parte de una página de "La Innominada", ese engendro que sigue sin tener nombre ("La Innominada" es apodo que tiene, porque como carece de nombre...). No he puesto la página entera por posibles revelaciones de trama. Aquí podéis apreciar mi letra manuscrita serpenteante:


Este trozo es de lo que llamé la versión 1, así que el texto habrá variado bastante, aunque, en esencia, se cuenten las mismas cosas. Pero como esa versión es la única manuscrita, ahí la tenéis.

20 septiembre 2013

Los carriles bici: la última conquista del ocio peatonal

Las bicicletas están de moda. Son vehículos ecológicos, no empeoran los atascos y permiten hacer ejercicio. Y, sobre todo, cuentan con el beneplácito de los políticos, lo que las convierte (o convertirá) en vehículos de uso obligatorio. En consonancia con todas sus bondades, han proliferado por muchas ciudades los carriles bici, que dan a los ciclistas un espacio por el que transitar sin que los automóviles o autobuses los pongan en peligro.

Sin embargo, en los últimos tiempos, los ciudadanos han descubierto las posibilidades recreativas de los carriles bici y, cada vez más, el ocio ciudadano se adueña de los carriles para bicicletas y éstos se encuentran repletos de peatones que caminan por allí en ambos sentidos. "Cuando paseo por un carril bici, siento que el corazón me late más despacio y que respiro mejor" nos comenta Catalina, una caminante asidua de los carriles bici. "Cuando me recorro el carril bici con mi mujer, mis seis hijos mayores y mis gemelos en el carrito, noto que los críos vuelven a casa felices y descansados" afirma Paquito, otro aficionado a esta nueva modalidad de ocio. Hasta tal punto ha llegado la moda de pasear por los carriles bici, que es cada vez más frecuente ver las aceras vacías de viandantes y, en cambio, observar que los carriles bici se hallan repletos de peatones.

Sin embargo, esta nueva fuente de ocio para la ciudadanía no es del agrado de todos. Los aficionados al ciclismo afirman que encontrarse los carriles bici atestados de gente les impide circular por ellos. Algunos ciclistas protestan y les exigen a los peatones que circulen por la acera, que el carril bici es para las bicicletas, lo cual provoca reacciones airadas por parte de algunos peatones: malas caras, gritos e insultos y, a veces, agresiones a los ciclistas. "Los aficionados al ciclismo son muy egoistas", nos comenta Carlos, que pasea una hora al día por el carril bici de su calle. "Los ciclistas tienen la acera, la calzada... ¿por qué no nos pueden dejar a los peatones los carriles bici?" añade Carlos cuando se le pregunta acerca de la actitud de los ciclistas. "Pasear por el carril bici es la experiencia más gratificante que existe, pero resulta muy estresante caminar por ahí y ver que un ciclista se te acerca a toda velocidad. La policía debería multar a esos ciclistas que circulan por los carriles bici poniendo en peligro la integridad de las personas humanas" nos relata indignada Paula, que usa los carriles bici para ir andando a su trabajo.

A pesar de todos estos problemas, son cada vez más los peatones que utilizan con normalidad los carriles bici para desplazarse por las ciudades. Incluso, se está iniciando una nueva modalidad de empleo de estos carriles. Ya hay grupos de amigos que se llevan sillas y mesas y se toman un aperitivo en el carril bici, que consideran un espacio privilegiado para tal fin y mucho más económico que las tradicionales terrazas de bares. Es una tendencia que ha venido para quedarse.

03 septiembre 2013

Decían que en agosto el garbanzo se moría y...

Decían que en agosto el garbanzo debería haberse muerto y tendría que arrancarlo para hacer la cosecha. Pero en la fecha en la que escribo esto, la planta no sólo no está muerta sino que, además, está echando flores. Para demostrarlo unas fotos tomadas el 31 de agosto del presente.

Primero, una visión general:

El garbanzo renacido. Todas las ramas verdes han brotado desde las primeras, que están secas.
En esta otra, un primer plano de una de las nuevas vainas, aún verde, y algo más abajo, unas cuantas vainas amarillas antiguas. La plantita esa que parece un pino y está a la izquierda es una mala hierba que, de momento, dejo crecer para que entretenga un poco al garbanzo, que se siente un poco solo desde la muerte de su hermano.
Una de las últimas vainas verdes y la mala hierba que se ha hecho amiga del garbanzo. Algún día la arrancaré.
En la tercera foto, una vista lateral de la misma parte del garbanzo. Obsérvense las vainas amarillas llenas de garbanzos:
¡Qué potaje voy a hacer con todos esos garbanzos!
Y, finalmente, un primer plano de una nueva flor que ha echado la planta. Esto es la segunda tanda de flores:
Y cuando no me lo esperaba, va y florece otra vez.
Seguiré informando. Para acabar, otra foto:

Esto no es un garbanzo, es una gatita.
Esta es la foto de lo que creemos que es una gatita que apareció, así, de repente. Tiene la costumbre de esconderse en el motor del coche... Pero es bonita, ¿verdad?