La cartelera del cine español
Este fin de semana sonreí un poco con la cartelera del cine para este fin de semana. Las películas extranjeras nos traen temas diversos: ciencia ficción de esa de repartir tiros, humor, drama histórico... Y los dos estrenos de cine español de la semana son... Una película ambientada... adivinemos... sí, un año o dos después de terminada la Guerra Civil, en la que la represión desempeña un papel fundamental. Otra película, cuyos protagonistas... adivinemos también, son... ¡presas que forman un grupo de teatro! O sea, los mismos tópicos de los cuales el cine español no quiere o no puede salir.
Por un lado, la Guerra Civil y sus consecuencias. Es el tema recurrente de cineastas y políticos de hoy en día. Está muy bien que nunca se olvide un horror semejante, pero me temo que es un tema recurrente no tanto por esos motivos didácticos, sino, más bien, por motivos políticos en los que no voy a entrar. Lo que me parece un poco inquietante es recordar que la mayoría de los dictadores del siglo XX idealizaban etapas del pasado (el Imperio Romano, el Imperio Español...) y que, hoy en día, el debate político consista en que unos idealizan una etapa histórica y otros otra... Supongo que estas idealizaciones no se deben a derivas totalitarias, pero es cierto que parece que la situación actual sea menos importante.
Por el otro, una película protagonizada por presos. Otro tema recurrente. A nuestro cine le encanta contar historias de delincuentes, y de hacer juicios muy benévolos sobre ellos. Incluso, los pintan como personas de las que encariñarse. No digo que no. Ser delincuente no te convierte en un monstruo, pero creo que existen otros colectivos que también merecerían el mismo respeto y cariño por parte de los cineastas. Se le dedican películas a "El Lute", aquel ladrón de coches tan famoso de la transición, pero desde hace muchos años, a nadie se le ha ocurrido dedicarle una película a Severo Ochoa, a la situación de los becarios, de investigación o de las empresas y a tantísimos colectivos que, sin estar formados mayoritariamente por delincuentes o prostitutas, también tienen sus problemas, y que dedicarles una película también consistiría en narrar una historia con sensibilidad social. Quizá se hagan, pero no las promocionan a bombo y platillo. Al menos, Los Lunes al Sol, que narra la situación de trabajadores en paro, se libra, pero hacen pocas de estas.
Y, supongo, a los que han sufrido en sus carnes los robos y las agresiones, no les hará ninguna gracia ir a ver películas de estas, o ver El Coro de la Cárcel. Difícilmente, el matrimonio de 60 años, que recibió en su casa una paliza a manos de tres aguerridos ladrones (pasó en Málaga hace un par de semanas), podrá sentir cariño al ver una película de esta clase. El mismo que un joven, que atrapó a un ladrón que le había dado un "tirón" a un extranjero, y que tuvo que soportar al día siguiente, que fuera a amenazarlo de muerte. Detenido y puesto en libertad un par de horas después, para que pueda ir a insultar y amenazar a gusto. ¿Para cuando una película, con mucho presupuesto y gran promoción, que refleje este tipo de cosas?