El baile del emperador
Bueno... pues este miércoles estuve en el Baile del Emperador, celebrado en el marco del Concurso europeo de Baile Retro que se celebra todos los años en Torremolinos. El baile es, como no, un vals, de ahí que anduviera toda la semana pasada aprendiendo.
Es una experiencia que os recomiendo a todos. Para haceros una idea, podéis ver los primeros cinco minutos y medio de este vídeo de Youtube, que resume muy bien como es la hora aproximada que dura:
Os explico, más o menos cómo va la cosa. Los primeros que salen son los hombres, que tienen que ir con el brazo izquierdo a la espalda y el derecho inmóvil, pegado al cuerpo. Nosotros salimos andando con paso normal, pero estamos obligados a ir siempre a la misma velocidad y a la misma distancia del hombre que llevamos delante. Nos ponemos en fila de a cuatro o de a cinco, como se ve en el vídeo. Hay que ir con traje de chaqueta oscuro, pajarita y camisa blanca.
Luego salen las mujeres, todas con vestido blanco y largo, y zapatos blancos. Están guapísimas todas, ¿verdad? Ellas sí tienen que caminar realizando el paso básico del vals, aunque simplificado: primero la pierna derecha, luego la izquierda, dejando ambos pies juntos, y luego, se sale con la izquierda. Se alterna entre una pierna y otra dejando siempre los pies juntos. Por eso, ellas tardan mucho más. Acaban, también, en filas de a cuatro o de a cinco.
Luego, por detrás de las mujeres, entran el emperador y la emperatriz, que suben hasta la tarima. Como los hombres siempre estamos mirando hacia donde viene la pareja imperial, no tenemos que movernos, pero las chicas sí tienen que volverse, cuando los emperadores pasan por detrás, y luego cuando pasan en medio del hueco que dejamos ambas formaciones. Lo que no se ve en este vídeo, y que este año si pasó, fue que precedían a la pareja imperial algo así como la guardia: varios hombres con librea. Ni tampoco un grupo de danza de Tarragona, que hizo unos valses impresionantes. Las chicas vestidas con más libertad que las que habían formado y los hombres de negro y con bandas azules (los llamaría tahalíes, aunque iban sin espada). Una mitad bailó en la tarima y otra entre los grupos de hombres y mujeres que estábamos allí, muy quietos y firmes.
Finalmente, el emperador y la emperatriz bailan el vals del emperador, de Strauss, y, tras ello, rompemos filas y nos ponemos a bailar el resto. Yo no llevaba pareja, así que me costó un poco encontrar compañera, pero, al final, esto de los bailes tiene la virtud de quitarte la timidez y darte seguridad. Primero saqué a una que bailaba bastante mejor que yo. Me defendí más o menos, aunque de vez en cuando me fallaba el paso (el vals básico es fácil, pero también es sencillo echar la pierna izquierda en vez de la derecha, en cuyo caso, si tu pareja lo hace bien, el encontronazo es inevitable). Lo de la segunda pareja de baile fue más cosa de los dos. Buscando con quien bailar, me encontré que una de ellas me sonrió, así que la elegí. Era más novata que yo, pero nos compenetramos muy bien.
Pues eso... Que me lo pasé muy bien. Después nos fuimos a cenar los del grupo de baile, pero eso ya es otra historia. Si tenéis la oportunidad, dad unas breves clases de baile (yo sólo di dos horas de vals), que cogiendo el paso básico, luego es dar vueltas y veréis como no desentonais.