29 enero 2011

Mundo de cenizas. Presentación.

Mañana voy a comenzar un experimento, que no sé en qué va a acabar. Desde que aprendí, por pura casualidad, lo que eran los juegos de rol, en una época mucho más bonita que la que vivo hoy (sí, la nostalgia...), me planteé que la relación que tienen estos con la literatura es muy estrecha.

En realidad, una partida de rol se basa en crear una historia entre varios asignando papeles específicos a cada persona. El director de juego narra, avanza la trama y da vida a todos los personajes secundarios, y los jugadores interpretan a los protagonistas del relato. Todo ello modificado por el azar y las decisiones de los jugadores. Cuando un jugador lucha contra un rival, el resultado depende de los dados, y no de la voluntad del director, o del escritor, como pasaría en una novela.

No es nada raro que se den casos de jugadores que novelan una partida de rol. La juegan durante mucho tiempo, van tomando notas y alguno, o algunos, resumen todo lo que hicieron en la partida en forma de relato o de novela, según la extensión. A veces, el que hace esto es el director, ayudado por algún jugador. Se dice que Las Crónicas de la Dragonlance están basadas en una partida de rol en la que participaron sus dos autores.

Lo que ya es más raro, puesto que nunca lo he visto por ahí, es hacerlo al revés. O sea, escribir una historia auxiliándome con un juego de rol. Básicamente, esta es la idea de Mundo de cenizas. He tomado unas ideas de un relato que escribí hace mucho tiempo. Con eso, he creado un trasfondo, me he imaginado una serie de personajes y las relaciones que hay entre ellos, he ideado las líneas generales de una trama, y me he puesto a escribir. Sin embargo, lo que pase en la historia va a depender de lo que digan los dados esos de 10 caras con los que haces tiradas porcentuales en las partidas de rol. Como es menester, cada uno de los personajes principales que os iré presentando en estos días tiene su ficha siguiendo un sistema de juego concreto, el vetusto Rolemaster que se jugaba hace quince años y que ya tendrá veintitantos años desde que lo publicaron por primera vez.

Sin embargo, no es que vaya a jugar una partida con nadie. En realidad, todo lo hago yo solo. Lo que pasa es que si un personaje de Mundo de cenizas se tiene que enfrentar con algo, el combate lo haré siguiendo las reglas del juego de rol y me limitaré a describir el resultado, sea cual sea. No voy a jugar con cuatro amigos y luego novelar el resultado, sino que voy a escribir un relato o lo que sea y cuando llegue a un punto en que el resultado sea incierto, como una lucha, un intento de convencer a un personaje secundario, un intento de colarse en una casa vigilada, o todos esos lances típicos de los libros de aventuras, no sabré qué va a pasar, si los personajes principales tendrán éxito o fracasarán estrepitosamente. Por eso digo que no sé en qué va a acabar este experimento. A lo mejor se me mueren la mitad antes de que la trama avance.

En los próximos días iré publicando la historia por entregas, y si tengo algo que añadir "fuera de la historia" lo publicaré en los comentarios de cada entrada. Espero opiniones, impresiones, etc... Alegrarían una bitácora que lleva un mes y medio sin recibir un triste comentario (aunque claro, escribiendo dos entradas al mes...).

Acabo con la ambientación. La historia se encuadra en la fantasía épica. El nivel tecnológico es el equivalente al que habría en España hacia el año 1550; sin embargo, la sociedad en que se desarrolla la trama no tiene mucho que ver con la de aquella época, ya que las condiciones en que vive esa gente, que iré relatando a lo largo de la narración, no son las de la Europa del siglo XVI. Normalmente, las normas sociales y la organización política existente tienen sus motivos; otra cosa es que en la narración pueda explicarlos o no. Por eso, no esperéis una ambientación histórica, porque esto no es un relato histórico. Otra cosa es que me base en lo que sé de esa época (que me apasiona) para ir ambientando. Dicen que Ken Follet, en Los Pilares de la Tierra, introduce maíz y patatas en la Inglaterra de la transición entre el Románico y el Gótico. He leído el libro y no recuerdo ese detalle (si alguien me dice las páginas donde aparecen, lo confirmaré con gusto), pero si es cierto, parece ser un error de ambientación bastante feo, porque pretende ser una novela histórica. Sin embargo, aquí no lo sería, por razones que quienes la lean intuirán. De hecho, estoy por hablar de maíz y patatas sólo para que alguien me lo critique (ja, ja, ja).

No lo digo como autodefensa, sino como divagación. A un autor español de fantasía épica le han criticado que, en un mundo completamente ficticio y alternativo, aparezcan plantas (maíz y patatas, precisamente) que no podrían aparecer en el mundo antiguo. Al menos, si esos son los "fallos" que trascienden de la novela, quiere decir que tiene que ser bastante buena (ya os lo contaré, je, je).

A partir de mañana empiezo a poner cosas. Espero que lo disfrutéis.

3 comentarios:

Enrique González Añor dijo...

Me parece muy interesante,te sigo Juan.

Lillu dijo...

Me gusta muchísimo tu iniciativa! Además creo que te dará cierta libertad para interpretar los resultados de las tiradas y que la historia puede tomar derroteros realmente sorprendentes! Estaré pendiente de tus publicaciones :)

saluditos

Juan dijo...

Hola

Enrique, me alegro. A ver cómo va saliendo la cosa :).

Lillu, gracias :). Era una idea que me rondaba la cabeza mucho tiempo, y al final, me he decidido. A la hora de interpretar las tiradas, me las veré con dos tipos: las que uso para ver cómo les va el día a los personajes, y las que use en un combate o realizando una maniobra. Las primeras me darán bastante libertad, pero, a la vez, serán las que más cambien la historia. Las segundas tendré que irlas traduciendo. No puedo decir que un personaje pierde 10 puntos de vida, tendré que decir que le han dado un golpe muy fuerte. Ya lo iré viendo :)

Lo que más miedo me da es que algún personaje de los principales muera.

Un saludo.

Juan.