Los garbanzos bestiales y mutantes
El haba de la que hablaba en esta entrada falleció. A los cinco o seis días, que no registré adecuadamente el hecho, le empezaron a salir pintas blancas en la superficie que supe, de milagro, interpretar como hongos y adivinar, después de mucho cavilar, que el haba se estaba pudriendo en vez de germinar. Por ello, con mucho dolor, fue a parar al cubo de la basura. Me temo que aquella haba llevaba en una mesa delante de un monitor de ordenador (es una larga historia) ya varios años, y que estaba bastante muerta.
Desanimado por el fracaso, pasé unos días cabizbajo hasta que, abriendo una alacena, me encontré un espléndido paquete de garbanzos a medio terminar. La alacena de mi casa es grande y está desordenada, de ahí que no me fuera evidente que hubiera allí tantos garbanzos esperando a que un aficionado a plantar cosas los descubriera. Pero escarmentado por la suerte del haba bestial y mutante, decidí poner un par de garbanzos entre papel de cocina humedecido y en un recipiente tan coqueto como el que sigue:
El semillero de los garbanzos bestiales y mutantes. |
Los garbanzos y sus raíces brutales. ¡Qué miedo dan! |
Para acabar unos datos curiosos sobre los garbanzos. Su nombre científico es cicer arietinum, y se trata de una leguminosa muy típica del Mediterráneo y de la India. La especie que estoy plantando es la mediterránea, que por algo vivo a su vera (a la del Mediterráneo, no a la de la especie). Es una planta anual que alcanzará, más o menos, medio metro de altura, que dará flores que formarán vainas dentro de las cuales habrá dos o tres nuevas semillitas.
Una característica práctica de los garbanzos es que son plantas autógamas, es decir, pueden fecundarse a sí mismas, con lo que dan lugar a clones de sí mismas. Entiendo que también podrán reproducirse como alógamas, esto es, fecundándose con el polen de otras. La autogamia es una táctica propia de plantas pioneras, las que llegan a una región vacía y la colonizan con rapidez. O sea, que podría haber plantado uno tener una gran cosecha.
Hasta la próxima entrada.