Solemastelo. La estrella solitaria (III)
«Todo empezó en mi trabajo, más o menos a mitad de la jornada, cuando, somnoliento, trataba de concentrarme en mi tarea. Frente a la cámara de uno de los robots, pasó volando una mariposa blanca, cruzando el aire errática. No sé qué hacía una vida tan bella y delicada entre el acero de los robots, las piedras del terreno maltratado y el polvo de la mina. El caso es que estuve observando su vuelo hasta que las cámaras dejaron de captarla, ajeno a todo. Y, en eso, recordé los textos de un antiquísimo escritor de la Tierra. Aseguraban que, en la lengua de los griegos antiguos, alma y mariposa se decían de la misma forma. Y se me ocurrió pensar en que, quizá, aquella mariposa era el alma de algún espíritu noble que hubiera fallecido, camino del sitio al que van las almas de los muertos.»
Un fragmento de la novela. Premio al que adivine el autor y la novela a la que se hace un pequeño homenaje en este fragmento.
La imagen de la mariposa blanca está publicada con permiso de Chocomix. Es un recorte de una foto preciosa: Butterfly 9, que, por desgracia, no podía utilizar entera. Thank you, chocomix.
No hay comentarios:
Publicar un comentario