24 enero 2018

#OrigiReto2018 Llueve ceniza

Relato para el Reto de escritura de #OrigiReto2018 - Ejercicio: 01 - Elige un momento histórico importante y describe como sería la vida hoy si hubiera sucedido de otra forma.

Bases en:
http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com.es/2017/12/reto-de-escritura-2018-origireto.html
o en
http://plumakatty.blogspot.com.es/2017/12/origireto-creativo-2018-juguemos.html

Aquí la pegatina:




Y a partir de aquí, el relato.

LLUEVE CENIZA 



Cuando la lluvia me obligaba a quedarme en la entrada de la cueva, viendo las gotas de ceniza húmeda envenenar un poco más la tierra, al otro lado del muro de cristal, me acordaba del arte del pasado. Antes, la lluvia inspiraba melancolía, romanticismo; la pintaban, salía en las películas. Verla caer desde el otro lado de una ventana era hermoso, decían. Ojalá hubiera crecido en esa época. En aquel instante, la impotencia me causaba una opresión en el pecho. No estaba segura de si había cubierto bien el brote que era mi última esperanza de ver un mundo diferente algún día. Si la lluvia lo abrasaba…

El ruido de unos pasos me hizo volverme. Era Francisco quien, desde hacía dos semanas, era la persona de mayor edad de la cueva. El hombre se acercó al cristal y se quedó mirando al exterior.

—¿Cuánto tiempo ha estado lloviendo?

—Llevo aquí un par de horas y ya llovía. No ha parado —dije.

Francisco observó un rato los caminos que las gotas de ceniza describían en el cristal que nos protegía del exterior.

—Paula y yo creímos tener mala suerte en nuestra luna de miel porque llovió durante tres días y no pudimos recorrer todas las calles de Nueva York que nos habíamos propuesto. —Suspiró—. ¿Cómo íbamos a saber que la lluvia se convertiría en eso?

—Así son las cosas.

—Sí, son así, pero… las cosas no tenían que ser así. Nos decían que el viaje de novios de nuestros hijos sería a la Luna. Y le decía a mi mujer que iríamos al puerto espacial a despedirles, dos veces.

No habría sabido qué decirle. Por suerte, no volvió a hablar. Francisco era el único habitante de la Cueva de la Pileta que aún recordaba el viejo mundo. Y a pesar de los años transcurridos, aún añoraba a su mujer y a sus dos hijos, de tres y dos años cuando sucedió todo. Fantaseaba con lo que podrían haber sido: médicos, abogados, ingenieros… Soñaba con ellos para olvidar que estaban en Madrid, la capital de lo que había sido España, cuando estalló la guerra. La ciudad debía de ser un montón de cascotes y cenizas, formado por los restos de sus edificios y de los cadáveres.

Nadie había sobrevivido al bombardeo. Francisco se salvó porque realizaba excavaciones en aquella misma cueva. Y en nuestra comunidad, sabíamos que Francisco habría preferido morir con ellos.

* * * * * 

Mi brote había sobrevivido a la lluvia, aunque se le habían quemado varias hojas. Agoté mis dos horas de uso de uno de los trajes de la comunidad en regar, echar un poco de abono y reforzar la protección que una pared de roca natural proporcionaba al brote de algarrobo del que cuidaba. Francisco decía que la tierra daría muestras de empezar a curarse cuando los árboles volvieran a crecer. Mi esperanza era acelerar el proceso, que el algarrobo creciera. Quizá, cuando pasaran muchos años, podría salir al exterior sin protección, con ropa corriente.

* * * * * 

Mis esperanzas se fueron marchitando a medida que mi brote perdía las hojas una tras otra. Solo le quedaban dos, y una empezaba a ponerse marrón. Si el brote moría, esperaría un año y volvería a intentarlo, pero ignoraba cuántas veces sería capaz de insistir.

Un rumor constante de pasos y voces me hizo levantarme de la cama. Y cuando supe qué sucedía, se me olvidó la preocupación por mi brote. Me dirigí lo más rápido que pude a la entrada de la cueva, ocupada ya por la mitad de los habitantes de la cueva. Y les vi. Los viajeros fueron saliendo uno a uno de la sala de esterilización.

Seis meses atrás, cinco personas habían abandonado la cueva. Su misión era medir los niveles de radiación lo más cerca posible de la cima del Mulhacén. Ese valor permitiría ajustar los modelos que había desarrollado Francisco y aclarar cuánto tiempo tendría que pasar para que el aire libre dejara de ser peligroso. Además, queríamos averiguar si había otras cuevas habitadas en la región.

Las había. De los cinco que habían regresado, tres eran desconocidos. Habíamos intercambiado gente con una de las cuevas que habían encontrado. La noticia maravillosa era que en la zona del Mulhacén vivían casi doscientas personas. Entre nuestra cueva y la del gato, sumábamos ochenta y dos habitantes. Éramos tan pocos que, en pocas generaciones, todos seríamos parientes y el futuro de la comunidad estaría en peligro. Si manteníamos el contacto con esas otras cuevas, tendríamos una oportunidad.

Los nuevos eran dos chicos y una chica. Quizá me fertilizara uno de ellos, cuando me hiciera mayor de edad. Una de las cosas que más entristecían a Francisco era que la familia formada en torno a una pareja fuera un concepto obsoleto. Mi obligación era tener hijos con todos los hombres que pudiera. Nuestra población tenía que dejar de menguar.

* * * * * 

—¿Cómo va tu brote? —me preguntó Francisco en su lecho de muerte.

—Mal.

Francisco me dijo que lo sentía y un ataque de tos le hizo callar. Cuando se recobró me pidió que le diera la mano.

—Anoche tuve un sueño. Soñé que EE.UU. y la U.R.S.S. iniciaban conversaciones secretas. Que los americanos retiraban sus misiles de Turquía y se comprometían a no invadir Cuba, y que los soviéticos se llevaban sus misiles de la isla. Y la guerra no estallaba. Y Paula te invitaba a cenar a casa, porque eras amiga de mis hijos.

Era un sueño precioso. Así tuvo que suceder todo. En la realidad, un grupo de militares cubanos fanáticos se hizo con el control de varias cabezas nucleares rusas. Fidel Castro no pudo detenerlos y arrasaron Florida y el sur de Louisiana. Estados Unidos destruyó Cuba, la Unión Soviética bombardeó EE.UU., estos lanzaron todos sus misiles contra la U.R.S.S…. La Tierra entera quedó destruida por aquella estúpida rivalidad.

* * * * *

Hice la última visita a mi brote, que ya era una ramita seca. No pude evitarlo; me senté junto al brote seco y lloré como si fuera una niña pequeña. Cuando me calmé, examiné el brote: quizá pudiera devolverle a la comunidad parte del abono.

Y cuando recogía con cuidado la tierra fértil, se me escaparon unas risas. En la base de la ramita seca, estaba naciendo una nueva hoja.

8 comentarios:

Unknown dijo...

¡Wow! Me encantó muchísimo tu relato. Podría pasar perfectamente incluso en estos días. El tema de la lluvia, del brote y la hojita verde al final como la esperanza que nunca hay que perder. A la vez me dio algo de escalofríos. Muy bien escrito.

Kanetenka

Stiby dijo...

¡Hola! Me ha parecido muy original cómo enfocas el relato y el hecho histórico a cambiar, o más bien el impacto que tiene sobre el mundo actual. Se centra realmente en lo que habría ocurrido y das las explicaciones suficientes al final sin caer en detalles, creo que está genial. Es muy emotivo que el objetivo te haya hecho pensar más en cómo habría cambiado el planeta, más que los seres humanos, aunque muestras un escenario desalentador y espantoso.

Sobre la pegatina: lo que te comenté por twitter, falta colorear los recuadros de abajo para indicar el conteo final de puntos, por lo demás está todo bien.

¡Mucho ánimo con los demás relatos! En cuanto pongas bien la pegatina, serán contados tus puntos. Si publicas un tweet para que lo añadamos al momento con los demás relatos participantes recuerda etiquetarnos y poner el HT ¡Saludos!

KATTY COOL dijo...

Wolas!Sinceramente, de los que más me han gustado hasta el momento. Fácil lectura, claro, original y casi adictivo. No entras en grandes explicaciones pero pones detalles suficientes para que no sientas que falta información. Mi recomendación, más por gustos personales que por que se considere un fallo, creo que abusas de la palabra cueva, quizá eso es lo que más me ha chirriado, incluso la nombras dos veces casi pegadas. Por lo demás creo que genial, recuerdos del pasado, forma de vida actual, vistas al futuro y causas claras. Estupendo para mí.
Muy buen relato para empezar, espero con ganas los siguientes ^^ y pronto Esos 4op en el Ranking ;3

.KATTY.
@Musajue

Juan dijo...

Buenas tardes

¡Ah! Este viejo blog no permite responder a los comentarios (o si lo permite, no sé configurarlo, que también puede ser), así que os respondo en un comentario, por orden de publicación.

Lucie H, gracias por leer y por comentar. Me alegro de que te haya gustado. En muchas de las cosas que escribo aparece la lluvia, en el sentido de inspirar melancolía. Lo quise usar aquí como una muestra de lo diferente que es ese mundo alternativo. Y, sí, es horripilante, da escalofríos porque estuvo a punto de pasar. Y podría pasar, aún no estamos a salvo de un Invierno Nuclear.

Stiby, lo mismo. Gracias por leer y comentar y me alegro mucho de que te gustara. Es cierto que tiendo a ser "seco" escribiendo. Procuro no hacer descripciones largas y me gusta que una frase o un párrafo sirvan para varias cosas: caracterizar a algún personaje, hablar del pasado, contar cosas acerca del mundo... pero ha ayudado de que no pudiera pasarme de 1050 palabras :).

Creo que arreglé lo de la pegatina.

Katty, gracias por comentar y leer y me alegro de que te haya gustado. Lo de repetir palabras suele ser una de las cosas que más tengo que mirar en las revisiones, así que no me extraña que haya abusado de la palabra "cueva". Seguiré escribiendo, que este reto lo supero.

Gracias por los comentarios y por organizar y participar en el reto.

Un saludo.

Juan.

Ailina entre libros dijo...

¡Hola!
Un relato genial. Personalmente hay puntos del #OrigiReto2018 que estoy intentando evitar a toda costa y que al final voy a tener que desarrollar sí o sí, y este es uno de ellos.
Lo has hecho genial, enhorabuena.
Besos.

CarlosSBaos dijo...

Hola, Juan! Acabo de leer el relato y la verdad es que me ha encantado! Creo que has cogido un punto muy interesante para cambiar dentro de la historia, realmente estuvo a nada la cosa de salir mal xD También me ha gustado mucho que el final no sea tan negro y que deje caer un rayito de esperanza!

Buen trabajo <3

Anónimo dijo...

¡Estupendo relato! Has descrito la vida tras el holocausto nuclear de una manera muy emotiva. Me gusta pensar que el protagonista de este cuento es la ramita de algarrobo.

Juan dijo...

Ailina. Gracias por haberlo leído y me alegro de que te gustara. A mí el que más miedo me da es del relato que sucede en las redes sociales.

Carlos. Muchas gracias y me alegro de que te haya gustado. La ramita de algarrobo representa eso, la esperanza de que, a pesar de lo terrible que ha sido la guerra nuclear, hay una esperanza de que todo se arregle. Y sí, en la crisis de los misiles de Cuba fue cuando la guerra nuclear estuvo más cerca de suceder. Nos libramos por suerte.

Anónimo. Gracias por leerlo. Es un punto de vista interesante: que la ramita de algarrobo sea el protaginsta auténtico del relato.

Gracias y saludos.

Juan.