Los juegos de rol y los medios de comunicación

Pocos juegos de mesa son tan despreciados por los medios de comunicación como los juegos de rol. Ya he hablado antes de eso, así que no me repetiré... Hoy toca reírse un poco de cómo tratan ciertos medios a estos juegos.

A través de Microsiervos, he llegado a este artículo de la bitácora Mentiras, Malditas Mentiras y Estadísticas (una bitácora llena de humor, muy recomendable). La frase genial es:

"Siempre hay al menos 6D10 psicólogos insistiendo en que los juegos de rol te dejan gilipollas"

(NOTA: 6D10 significa en el "argot rolero" seís tiradas con un dado de 10 caras). La respuesta de vespinoza, coautor de esta bitácora es, también, genial:

"Hay que dejar claro que nosotros ya éramos raritos antes del rol, yo aún diría más, éramos raritos mucho antes del rol (1d10+5 años antes)" (O sea, una tirada de dado de 10 y al resultado, sumarle 5).

Reconozco que me he reído mucho con estas frases.

A la vez que esto, me viene a la mente una frase oída al azar en un telediario de no sé qué cadena, que decía, más o menos: "aparecen rotas X tumbas en el cementerio Y. Se investiga si estos actos se deben a un juego de rol". Es una vía lógica de investigación... el rol de mesa es como el ajedrez, que todo el mundo sabe que se juega a base de dar carreras por la calle, romper retrovisores cuando el rival te hace jaque, y ese tipo de cosas que todos conocemos del ajedrez... Ahora que lo pienso, a ver si va a ser eso. A lo mejor han sido jugadores de ajedrez que han hecho un enroque un poco bestia.

Y esa es otra. Si un desequilibrado mata a puñaladas a un hombre y dice que jugaba al rol, todo el mundo lo cree. Si un desequilibrado mata a puñaladas a un hombre y dice que jugaba al ajedrez y que estaba haciendo un "jaque mate", nadie le hace caso, p0rque en el ajedrez ni se mata a nadie ni se rompe nada. Normal, los medios de comunicación nunca han asociado asesinatos y ajedrez...

Podría seguir hablando acerca de cómo los medios de comunicación tienen el poder suficiente para cambiar concepciones sobre determinados asuntos, y cómo emplean inferencias estadísticas endebles para declarar como peligrosas ciertas actividades frente a otras que provocan más muertos. Pero eso, otro día.