26 febrero 2007

(Cuentacuentos) El silencio de la noche fue su aliado

El silencio de la noche fue su aliado, porque nadie habló ni se asombró cuando Julio, escondido, con un recio listón en la mano, acechaba a los dos elementos que golpeaban sin piedad a la pobre muchacha loca que vivía en su calle. Se había encontrado con la escena cuando volvía a casa, después de su jornada de trabajo interminable, y estuvo un buen rato, con un nudo en la garganta, antes de decidirse a actuar. Sabía que iría a la cárcel por ayudar a la muchacha, pero le daba tanta pena ver cómo maltrataban a un ser tan inocente, y oír sus lamentos de niña, que la piedad fue más fuerte que el miedo a la ley.

Eran dos individuos, de vestimenta racista; posiblemente muy peligrosos. Así que sólo contaba con la velocidad y la sorpresa. Apretó con furia el listón que siempre llevaba a esas horas, por lo que pudiera pasar, y atacó. Tuvo muchísima suerte. Al primero le asestó un golpe en la cabeza por detrás que lo dejó fuera de combate, y cuando el segundo recibió un par de golpes, desconcertado, huyó. Nunca encontraban resistencia a sus fechorías, porque todo el mundo, en situaciones parecidas, optaba por no meterse en problemas.

Levantó a la pobre muchacha lo más rápido que pudo y se la llevó de allí, rodeándola con el brazo. No dejaba de sollozar, así que, cuando se deshizo del listón y estuvieron ocultos cerca de casa de Julio, intentó confortarla enjugándole las lágrimas. Lo hizo con la manga, porque la joven estaba llena de mugre, y olía muy mal. Debía tener unos veinte años, como mucho, pero su mentalidad era la de una niña de diez. Ni siquiera podía hablar, sólo gritar o gruñir. Le habían roto un labio, y por su forma de moverse, estaba molida a golpes. La dejó acurrucada en un portal próximo y le bajó una manta y algo de comer. No reaccionó como otras veces, en que devoraba sonriente la comida, sino que se limitó a temblar acurrucada bajo la manta.


Cuando Julio se acostó aquella noche, se temió que a la mañana siguiente se la encontraran muerta, y que su condena fuese en vano.


* * * * * *
Durante unos días, tuvo la vana esperanza de que no hubieran podido relacionarle con lo sucedido aquella noche. Pero cuando vio a cuatro policías dirigirse hacia él en el trabajo, supo que se equivocaba. Se lo llevaron esposado ante la consternación de sus compañeros, algunos de los cuales sabían por qué se lo llevaban.

Y Julio casi se emociona cuando, a las puertas del juzgado, se encontró a cientos de sus vecinos. Con pancartas y a gritos, pedían su libertad. Y durante todo el juicio, se les oyó gritar, sin parar ni un momento. Quizá aquella presión ayudara, el caso es que sólo le condenaron a un mes de cárcel, por mucho que protestaron los dos individuos que le habían acusado. Los argumentos de la fiscalía, que ellos tenían derecho a dar palizas a quien quisieran, sobre todo teniendo en cuenta que su ideología se lo exigía, en aquella ocasión tuvieron muy poco peso. Sólo le condenaron por abuso de la fuerza. Mientras sus vecinos le apoyaban en el exterior, Julio, muy abatido, no hacía más que pensar en que aquella gente no merecía ni este gobierno ni estas leyes.


* * * * * *

El miedo que le embargó cuando salió de la cárcel se esfumó al poco de pisar las calles. Los dos pandilleros no estaban allí para darle una paliza. Luego supo que sus vecinos le habían hecho la vida imposible a todos los miembros de la banda, negándose a servirles en los bares, o en los comercios, y por muchas multas que les puso la policía a los vecinos díscolos, a pesar de las palizas sin castigo que propinaron, no pudieron soportarlo y se fueron. Y también fue otra sorpresa ver que la chica loca, se había instalado en el mismo portal donde Julio la dejara, y que ya no estaba escuálida. Le apenó un poco ver que sólo después de la paliza se habían apiadado de ella. Antes, únicamente Julio y una anciana de dos calles más abajo, habían cuidado de ella.

Desde entonces, Julio le tomó un cariño especial a la chica loca. Siempre que su escaso sueldo se lo permitía, le llevaba de comer, y la miraba compasivo devorar con ansia todo lo que el le traía, sin mirarle, como si fuera un gato o un perro callejero. Aunque, en su estado, apenas tenía memoria, se ilusionó pensando en que era capaz de reconocerle. El caso es que siempre le sonreía con inocencia y, muchas veces, se abrazaba a él, sin que Julio tuviera valor de rechazar el gesto, a pesar de la suciedad y el mal olor.


* * * * * *

El ataque había sido tan inesperado como mortífero. Un grupo de Cazadores, al mando de un Klaffe, fue capaz de romper las defensas de la ciudad y habían realizado una matanza en el barrio de Julio. El batallón de infantería ligera que las autoridades enviaron para proteger el barrio dio buena cuenta de casi todos los monstruos menores que formaban la partida de caza, pero sus intentos de derrotar al Klaffe fueron desbaratados repetidamente; así que los sobrevivientes se limitaban a esconderse donde podían y, los más valerosos, a reunir supervivientes y ponerlos a salvo. Hasta que las tropas robóticas no tuvieran tiempo de llegar, no había otra cosa que hacer sino blindar el resto de barrios e intentar sobrevivir.

Julio estaba muerto de miedo, como la noche que atacó a los pandilleros, pero, nuevamente, la compasión había sido más fuerte que él. Recorría, a escondidas, los sitios donde la muchacha loca solía estar, armado con una escopeta inútil contra el monstruoso Klaffe. Al principio, esperaba verla viva. Pronto, se concentró en buscar sus restos.

Y, en esto, vio a una persona que se escondía y vigilaba tras una esquina. Se acercó lo más rápido que pudo y comprobó que era una mujer, que cuando lo vio, le ordenó en silencio que se escondiera, mientras seguía mirando entre unos edificios derruidos. La desconocida corrió hacia otra posición segura y lo hizo acercarse mientras se aseguraba de que nadie les veía. Cuando estuvo a su lado, lo primero que le sorprendió fue la adoración de sus ojos cuando le miró. Le costó un rato darse cuenta de que era la chica loca, sólo que muy limpia y sin aquel gesto infantil que siempre mostraba. Se agacharon tras un además de ella, y Julio la oyó hablar por primera vez:

- Me alegro mucho de que estés bien.

Julio quiso decirle algo, pero ella le hizo callar y le susurró.

- El Klaffe está muy cerca -. Y tras una pausa, concluyó -: Hay muchas cosas que no sabes de mí, y tengo muy poco tiempo para contártelas.

Ella empezó a guiarle entre las casas, unas más dañadas que otras, y en las pausas, le fue relatando.

- Nací con un don. Es difícil de explicar, pero el caso es que soy inmune a los ataques mentales de los Klaffes.

Julio, entre carrera y carrera, no sabía si creerse lo que estaba oyendo entre susurros y jadeos.

- Aprendí a potenciar esa capacidad, y puedo entrar en la mente de un Klaffe y destruirla.

La muchacha arrancó a correr y, Julio se quedó paralizado en su escondite. Era obvio que no le estaba guiando a un lugar seguro, sino que estaban persiguiendo al monstruo. Le empezaron a temblar las piernas, y cuando la chica insistió en que se le acercara, no acertó a otra cosa que a mirarla aterrorizado. En esto, notó que una presencia sondeaba la zona, y el miedo se adueñó de él hasta el punto de que la escopeta se le cayó de las manos. A varios metros, su compañera le ordenó silencio cruzando un dedo por sus labios y se mantuvo al acecho.

Un ser de gran tamaño hacía crujir los cascotes en su dirección. Avanzó durante unos segundos eternos, que terminaron cuando la chica salió de su escondite y avanzó con la vista clavada en algo. Temblando, fue capaz de mirar, y se encontró a un engendro de pesadilla que miraba fijamente a la que siempre había considerado como una pordiosera. Y, para su estupor, retrocedía ante su mirada. Aún viéndola de espaldas, Julio se dio cuenta de que su compañera estaba haciendo un esfuerzo terrible, mientras el Klaffe intentaba arrancar a correr hacia ella, sin éxito.

Aquel duelo duró unos minutos que pasaron con una lentitud terrible. Llegó un momento en que el Klaffe empezó a aullar, cuando sus fuerzas le fallaron, presa del pánico, en un tono lastimero. Y al cabo de un rato, se desplomó, sin más.

Julio siguió sin moverse cierto tiempo. Ni siquiera cuando su compañera se dio la vuelta, mostrándose agotada, y le buscó con la mirada, se atrevió a moverse. Sólo después de un intervalo, al tenerla muy cerca, acertó a levantarse. Ella le sonreía con afecto, y con los ojos cansados. Arreglada y limpia era muy guapa; parecía otra persona, y Julio, ahora, sabía que lo era. Tras suspirar, le dijo:

- Tu casa sigue en pie. Volvamos.

Tras decirlo, se agarró a su brazo y él la guió de vuelta. Su acompañante tenía muchas ganas de hablar y, dado que caminaban a su ritmo, lentamente, tuvieron tiempo de decirse muchas cosas. Aún teniendo aquel don, podría ser víctima de los klaffes, porque eran capaces de sentir su presencia desde mayor distancia que ella. Así, antes de atacar alguna población, sólo tendrían que esperar a que se durmiera y enviar a cualquier monstruo a matarla. Por eso, el Ejército, tras someter a las personas como ella a un entrenamiento muy duro, antes de enviarlas a su destino, les hacían una operación, tras la cual, su mente se quedaba en suspenso. Por fuera, daban la imagen de ser enfermos mentales: sin memoria, capacidad de razonar ni habla; pero es que sus pensamientos y su personalidad quedaban ocultos y dormidos. Sólo despertaban cuando un Klaffe estaba lo bastante cerca; y sólo lo hacían hasta unas horas después de que el monstruo hubiera huido o dejado de existir. Julio se estremeció cuando le dijo:

- Cuando estoy en la calle, a veces pienso débilmente en lo mal que estoy, pero no puedo hacer nada por evitarlo. Cuando despierto, siento tanto asco de lo sucia que estoy, que lo primero que hago es lavarme -. Se apretó contra Julio antes de seguir -. Lo peor es que recuerdo todo lo malo que me han hecho... y todo lo bueno.

No hacía más que frotarse los ojos, como si tuviera mucho sueño. Dos calles antes de llegar a su casa, la voz se le embargó de emoción, y los ojos se le arrasaron:

- Ahora sólo te tengo a ti. La viejecita que cuidaba de mí...

Pasaban junto a un bloque derruido, que identificó como una edificación antigua donde sólo vivían personas mayores. Ninguno de ellos se aventuraría a salir en esas condiciones, así que, probablemente, ni uno habría sobrevivido. Julio recordaba a aquella anciana, pero no sabía su nombre.

Llegaron al portal de Julio y, sonriendo con timidez, la mujer le dijo:

- Quiero pedirte un favor más. Hace mucho tiempo que no duermo si no es en la calle. ¿Podría quedarme en tu casa esta noche?

Julio intentó responder. A él no le importaba, pero le ponía nervioso qué podría pensar la policía, o alguno de sus amigos. Ella, de cualquier forma no le dejó.

- Ya sé. No puedo quedarme más tiempo, conozco las leyes. Es sólo por esta noche.

Ni hubiera sido capaz de negarse, ni quería hacerlo. Odió una vez más las malditas leyes, que ni le dejaban acoger a una vagabunda ni eran capaces de buscarle cobijo. Subieron por las escaleras desiertas, entraron en su casa y, viendo que se caía de sueño, un efecto normal tras combatir a un klaffe, según le confesó, le preparó su cama de soltero, mientras ella daba paseos para vencer el sopor.

Al fin, cuando todo estuvo listo, su acompañante se sentó en la cama, inclinó la cabeza, y se pasó una mano por el rostro. Alzó la vista una última vez, y le miró con la misma adoración del principio, que a un hombre que se había quedado solo le hacía trizas el alma. E incorporándose, le dijo:

- No sé cómo te llamas. Me llamo Lourdes.

Julio respondió, y ella continuó.

- Ya lo supondrás, pero cuando despierte volveré a ser la pordiosera -. Bajó la cabeza y sonrió con tristeza -. Significas mucho para mí, pero ojalá sea la última vez que hablemos.

Y, sin más, se le abrazó largo tiempo. Le dio las gracias varias veces y le pidió que cuidase de ella. Y le dijo, divertida:

- Hoy estoy muy limpia. Ya no es tan desagradable que te abrace, ¿verdad?

Julio repuso muy serio.

- Nunca lo es.

Al final, se separaron y Julio, fuera del dormitorio, con la puerta entornada, le preguntó si la cerraba. Lourdes asintió en silencio.

Y con un chasquido, la puerta se cerró.



Juan Cuquejo Mira.

25 febrero 2007

Cuando en Eurovisión pasó algo extraño

Aprovecho esta entrada para comprobar si "embeber" vídeos de YouTube ralentiza mucho la carga de la bitácora, y para recordar esta canción: Nocturne de Secret Garden.



Fue realmente raro que una canción de esta clase ganase el festival de 1995. La pena fue que en segundo lugar quedó España, con una canción de una chica que nació en mi mismo pueblo, Anabel Conde, que lo hizo muy bien. Tuvo muy mala suerte, porque para superar a una pieza como esta no había más remedio que recurrir a Nightnoise, o a Clannad, o sea, a lo mejor de la época. O quizá, Carlos Núñez o Hevia hubiesen tenido algo que hacer... Pero la música de estilo eurovisivo estaba condenada en esa convocatoria a quedar detrás de algo tan bello y tan diferente.

Me dejo aparte polémicas, parece que no muy fundadas porque no prosperaron, sobre plagios de canciones populares y cosas de esas...

22 febrero 2007

Más reflexiones al debate sobre los extraterrestres

A través de esta noticia, redactada por Michel Artime, he tenido acceso a un artículo bastante relacionado con todo lo que hemos estado debatiendo por aquí. El vínculo directo es Arxiv, y el autor es Rasmus Bjoerk, del Instituto Niels Bohr, Dinamarca.

No he podido leer el artículo con detenimiento, pero estoy convencido de que no es falso. El autor modela el tiempo que una civilización alienígena podría tardar en explorar un área de la galaxia con una serie de sondas y subsondas (8 sondas con 8 subsondas cada una). Le salen tiempos enormes, de decenas de millones de años para realizar una exploración concreta. En conclusión, afirma, la Paradoja de Fermi queda resuelta porque afirma que los extraterrestres no han tenido tiempo de encontrarnos.

Las conclusiones dependerán mucho del modelo que haya usado. Es bastante razonable, aunque sería interesante considerar otras posibilidades, como la densidad de civilizaciones técnicas estimada. Esto es, ¿cambiarían mucho los resultados si en vez de una civilización, como modela Rasmus Bjoerk, estuvieran varias explorando al tiempo?

Fin de una etapa

Acabo de terminar el último de una serie de trabajos que me han tenido muy ocupado desde finales de septiembre del 2006. Aunque mi tarea en este proyecto o Programa, que es su nombre oficial, no ha terminado, las cosas van a ser muy diferentes, mucho más relajadas.

A medias siento alegría porque ahora tendré algo más de tiempo libre, y pena, porque se cierra una etapa que ha sido muy interesante, me ha hecho viajar un tanto y conocer muchas cosas.

Sólo queda esperar a ver cómo se desarrolla todo.

19 febrero 2007

Respondiendo a Lillu sobre extraterrestres

Esta entrada estaba destinada a ser un comentario de respuesta a este comentario, pero me ha quedado tan larga, porque me entusiasma tanto el tema, que la convierto en entrada, para que se lea mejor y para ver si más gente se anima a participar.

Te respondo, Lillu:

Lo primero con que empiezas tiene mayor interés de lo que parece, y es la definición de inteligencia. No está claro lo que es una especie inteligente. Pero esto tampoco es de extrañar porque, por mucho que digan ciertas corrientes de la psicología, tampoco sabemos comparar entre sí inteligencias de miembros de la misma especie. ¿Quién es más inteligente, un filólogo o un físico? ¿Un criptólogo o un lingüista de esos que consiguen descifrar textos en lenguas olvidadas? La asignación de un parámetro, como el Cociente Intelectual, a cada uno difícilmente significa algo, cuando un físico con un CI de 105 es capaz de hacer cosas que están fuera del alcance de un zoólogo con 105 y viceversa.

Vayámonos al caso de civilizaciones alienígenas. ¿Cuál estaría más avanzada, una de capacidades tecnológicas impresionantes, o una sin tecnología pero que ha desarrollado unos conocimientos filosóficos y científicos enormes que se transmiten de padres a hijos de forma verbal? La primera sería detectable por sus emisiones, la segunda no. Aún más, ¿qué civilización sería más avanzada, una de alto nivel tecnológico pero gran torpeza industrial, o una con menos nivel tecnológico pero que organiza tan bien su producción que es capaz de lanzar miles de satélites artificiales y cohetes anticuados en breve plazo? Esta segunda sería más fácil de detectar. Finalmente, como la idea es captar emisiones que se han escapado sin intención, será más fácil localizar a civilizaciones que no se preocupen demasiado por el ahorro energético.

En cuanto a si la vida tiende o no a la inteligencia, lo resumes muy bien tú. Está por ver que la tecnología y la inteligencia nos hagan más aptos para sobrevivir. Pienso que es posible que la inteligencia tenga algún valor evolutivo, pero no es lo que determina el éxito. Es un punto fuerte más de las especies, al mismo nivel que la agilidad, la capacidad de volar, o cualquier otro.

Con respecto a lo demás que me comentas, unas definiciones. Existen dos posturas esenciales: la "optimista", defendida normalmente por astrónomos y astrofísicos, que dice que la galaxia está llena de civilizaciones alienígenas, y la "pesimista", la posición de los biólogos y otros muchos, entre ellos, los físicos españoles que conozco, que dice que las civilizaciones son una rareza cósmica. Yo pienso lo segundo. Te contesto:

a) Tu punto de vista es el mismo que el de Fermi, que enunció una paradoja, al menos para lo que respecta a la rama "optimista" que va, más o menos, de lo siguiente: supongamos que hay 10 civilizaciones en la galaxia capaces de alcanzar una nueva estrella cada 1.000 años, lo que no es una cifra descabellada; (nosotros tendríamos, si quisiéramos, tecnología suficiente dentro de unos 50 años para llevar una nave sin tripulación a Alpha Centauri en un siglo... es largo de contar). Teniendo en cuenta las dimensiones de la galaxia, se hace un cálculo sencillo y se ve que deberían habernos encontrado ya. Que no lo hayan hecho, si hay muchas civilizaciones, es paradójico. De cualquier manera, la réplica "optimista" se basa en un hecho muyr curioso, y es que, salvo que mires atentamente, las señales que emitimos los terrícolas son tan débiles que los astrónomos alienígenas podrían no darse cuenta de que en la Tierra hay una civilización técnica. Está argumentado qué tipo de cosas impedirían que nos detectaran desde fuera. O sea, podrían haber pasado rozándonos y no habernos visto. ¿Mi opinión? Una frase muy manida: "la ausencia de prueba no es prueba de la ausencia", aunque es muy significativo que no se hayan puesto en contacto con nosotros.

b) O no quieren ser identificados, o no usan nuestras vías de comunicación. Ambas son ideas razonables. Los biólogos de campo procuran pasar lo más desapercibidos posible, para no perturbar las especies que están estudiando. Otra cosa diferente es que lo consigan. En nuestro caso, sería posible engañarnos si no se nos acercan mucho, pero dado que tenemos un conocimiento razonable de las leyes que rigen la navegación espacial, no sería fácil. Luís Ruiz de Gopegui, que es un defensor de la causa "pesimista", en 82 Erídano describe la aproximación de una nave alienígena a la Tierra y los astrónomos la descubren porque se dan cuenta de que lo que creían un asteroide se aproxima al Sistema Solar interior siguiendo órbitas que le permiten aprovechar tirones gravitatorios. Las cantidades de energía involucradas en el vuelo interestelar son tal elevadas, que es imprescindible la economía, y esto es cierto objetivamente, por muy alta tecnología que tengas. Esto es, que por muy inteligente que seas, te pueden pillar por cualquier tontería. Que no usen nuestros canales de comunicación puede ser, aunque es muy poco probable que, si ya han alcanzado algún tipo de comunicación indetectable para nosotros, no hayan atravesado una fase en la que usaron la radiación electromágnética. Podría ser que su tecnología no se basara en máquinas sino en ingeniería genética (como los bichos de Tropas del Espacio - Starship Troopers -), pero dado que la radiación elecromagnética es la forma de comunicación más rápida que puede existir y se encuentra al alcance de niveles tecnológicos muy primitivos, es muy probable que, alguna vez, la hubieran usado.

El proyecto SETI, en cierto modo, también es arqueológico. Si algún día viéramos algo, podría ser que la especie que lo emitió ya ni siquiera exista. O que haya cambiado tanto que esas emisiones no tengan nada que ver con su estado actual. Pero ver algo ya sería importante.

Acabando, acabando, llegamos a lo del holocausto nuclear y las cucarachas. Uno de los impulsores de la vertiente "optimista", el desaparecido Carl Sagan, daba gran importancia a los últimos factores de la Ecuación de Drake, que daban la posibilidad de que una civilización avanzada se destruyera a sí misma, y que de su biosfera solo sobrevivieran las cucarachas, que lo aguantan todo. Estoy, desgraciadamente de acuerdo, aunque mi opinión es que habría que introducir un factor adicional en la fórmula, que diera la probabilidad de que una raza inteligente acabara desarrollando una civilización tecnológica. Lo que te dije antes, imagínate que el Imperio Romano hubiera prevalecido. Una sociedad esclavista difícilmente desarrollará tecnología.

Ya estamos metidos en el debate físicos, astrónomos, astrofísicos y biólogos evolutivos (y tú). Ahora tendrían que meterse también los sociólogos, los historiadores y, quizá los psicólogos, para que estudien la relación entre mentes individuales y actuación de colectividades.

17 febrero 2007

Pasión por los números

Es cierto que, casi todo el mundo, ve las matemáticas como una ciencia oscura, abstracta y, cuando se le pregunta a la gente cual es la asignatura que menos les gusta, las matemáticas son una de las más mencionadas (aunque sin ganarle a la física).

Y, sin embargo, para casi todo el mundo, los números y las estadísticas despiertan un interés muy profundo. Cualquier telediario o periódico está lleno de noticias con referencias numéricas, con porcentajes de personas que gustan hacer una cosa u otra. Gente que no maneja números en su vida cotidiana, consulta con entusiasmo, por ejemplo, las puntuaciones de los diversos equipos de fútbol en la liga, o el número de goles marcados o encajados. Hay ejemplos innumerables.

Por ello, uno de los mayores aciertos de los responsables de BOINC ha sido la importancia que siempre le han dado a mantener datos muy completos sobre las tareas realizadas por cada usuario. Siempre ha sido posible, no sólo saber cuantas unidades de trabajo había procesado uno, sino, además, saber cuántas habían enviado el resto de participantes. Desde el principio, se fomentó la competencia entre los usuarios y se permitía crear grupos, para pasarse el tiempo viendo quién era capaz de enviar más unidades.

Todo eso sigue hoy en día, sólo que mejorado y mantenido por los propios usuarios. Aquí tenéis mis estadísticas al completo. Como veis la cantidad de datos almacenados es, realmente, abrumadora. Incluso, tienen detallitos como archivos de firma, para que se puedan incluir en correos electrónicos. Pongo la mía al final. La columna "Rank" te dice en qué posición mundial estás. Teniendo en cuenta que hay registrados poco menos de 930.000 usuarios en todo el mundo, no voy demasiado mal.

Lo gracioso de BOINC es que, en la actualidad, es mucho más grande lo que se ha montado en torno al mismo que el proyecto en sí. Hay decenas de páginas de divulgación científica nacidas al albor de Seti at Home, como
Astroseti o Hispaseti. Y, sobre todo, ha popularizado la investigación científica. Pienso que, debido a la mala imagen que, cada vez más, tiene la ciencia, todo esto es más importante que los resultados científicos de los proyectos en sí.

14 febrero 2007

De nuevo a buscar extraterrestres.

Hoy he vuelto a instalar en mi ordenador el programa BOINC (Berkeley Open Infrastructure for Networking Computing). Esta aplicación permite a cualquier persona que tenga un ordenador conectado a Internet participar en diversos proyectos de computación distribuida de corte científico. Hay muchos, y los más representativos pueden verse en Proyectos BOINC . Mi preferido, que fue el primero que se montó antes de la creación de BOINC es SETI at Home, que intenta encontrar rastros de civilizaciones extraterrestres.

Es algo relativamente sencillo. Si existen civilizaciones extraterrestres que hayan conseguido desarrollar una tecnología lo bastante compleja como para dominar las telecomunicaciones, existen grandes posibilidades de que seamos capaces de captar las señales. En realidad, para transmitir información en el vacío, lo más eficiente y quizá lo único que hay, es la radiación electromagnética, y por sus características, señales emitidas por maquinaria alienígena podrían llegar hasta nosotros, debido a que se amortiguan muy poco al viajar por el vacío.

Los problemas para detectarlas son muchos. El primero es que esas señales, necesariamente, serán muy débiles y que vendrán mezcladas con toda la radiación de origen natural. El segundo, es que no sabemos a qué frecuencia emitirían los alienígenas, por ello hay que barrer un número muy grande de éstas. El tercero es que el cielo es muy grande; habría que recoger y procesar cantidades de datos ingentes para barrer el cielo completo. Procesar quiere decir buscar patrones que identifiquen una señal como artificial, como algún tipo de regularidad inexplicable por procesos naturales. Todo ello requiere una potencia de cálculo descomunal.

Y es ahí donde entramos los usuarios de Internet. BOINC gestiona las descargas de trozos pequeños de la información recogida por el Radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, al ir barriendo regiones del cielo. Esos trozos se envían a ordenadores personales repartidos por todo el mundo, y usando recursos no utilizados del sistema, esto es, ejecutándose como un programa más, realiza una serie de cálculos sobre la información recibida, buscando patrones. Se identifican señales candidatas, que para confirmar si son o no una muestra de tecnología alienígena, necesitarán más observaciones.

Los paquetes de datos, o unidades de trabajo (workunits) tardan unas 12 horas en ser procesadas por un AMD Athlon XP 2800+, y cada una te da un "crédito" determinado, que valora la aportación al proyecto. Dejé el proyecto hace un año y 2 meses con 15.071,34 créditos. El sistema te deja crear grupos de usuarios, que van compiendo a ver quién tiene más créditos. Yo sigo perteneciendo a Hispaseti & Boinc, bajo el nombre de Sinciforma, y estoy en el puesto 226 de 773.

Aunque estoy dispuesto a subir. Seguiré hablando de esto.

04 febrero 2007

La Agencia Federal para Vampiros y Zombies

Vuelvo a hablar de una página de humor. Se trata de la web principal de la Agencia Federal para Vampiros y Zombies, que es:

The Federal Vampire and Zombie Agency

Una página muy trabajada, en lo referente a los textos y la ambientación, que os hará pasar algún que otro buen rato. Huelga decir que, como ya se advierte allí, todo esto es ficticio. En otro caso, si el autor de la página se creyera de verdad lo que está contando, no la recomendaría.

Otra advertencia: está en inglés.