02 octubre 2008

La cartelera del cine español (segunda parte)

Me hizo mucha gracia leer, en la columna de José Javier Esparza, del diario Sur, hablar sobre este asunto de la cartelera, concretamente, de la película, los Girasoles Ciegos, película elegida para representar a nuestro cine en los Oscar. Pues bien, cito al columnista: "una historia en blanco y negro (moral) de escritor comunista bueno y cura fascista, libidinoso y, por supuesto, malo. Qué original, ¿eh?, satirizaba el cómico."

Hablaba el autor de que esta crítica a la película se la habían hecho en el programa "Estas no son las noticias", por parte del presentador Quequé. Y hablaba también acerca de que sólo a los cómicos se les permite criticar este tipo de iniciativas. Si la crítica a esta película por este motivo hubiera sido seria, habría saltado mucha gente indignada llamando fascista a todo aquel que no viera bien repetir el tópico, que ya cansa, del comunista bueno y el fascista malo en la postguerra española...

Es el problema, querer idealizar algo tan atroz como una Guerra Civil y convertirla en una lucha de buenos contra malos... Qué angustiosamente parecido a la idealización que hacía el franquismo de la Reconquista, una lucha de cristianos buenos contra musulmanes y judíos malos (y, encima, estos últimos comían niños...).

Y lo más triste de todo era que, en ciertas cosas, la España de la II República se parecía a la nuestra: la mayoría de la gente "pasaba" de la política, y muchos soldados, acabaron en el bando al que se habían adscrito sus mandos, porque les daba igual quién gobernase. Los politizados, los que mataban a gusto por sus ideales, eran una minoría, como en la actualidad, que arrastró al resto a una guerra que destrozó al país.

1 comentario:

Lillu dijo...

Es que el "cine serio" siempre tendrá prioridad en este país. Las películas normales no tienen donde caerse muertas y sólo las vemos los demás. Una pena.

Otra vez, de acuerdo con tus apreciaciones (aunque para mí la politización hacia un bando u otro no tiene que ser algo inexcusable; el centro está muy olvidado :D).

saluditos