Predicciones para el año 2000
Hace un par de días estuve leyendo un artículo de un libro de 1984, acerca de como sería la medicina en el, entonces, tan lejano año 2000. Supongo que la mayoría de lectores se acordará de que, en los años ochenta, el 2000 era una fecha del futuro remoto en la que sólo las cosas demasiado lentas no se habrían cumplido. Por ejemplo: "esta obra no se acaba ni en el año 2000".
Durante los años 80, el 2000 era una fecha mágica, un futuro en el cual la Humanidad estaría muchísimo más adelantada que en el instante presente, un año que sonaba a modernidad.
Según ese artículo del que hablo, en el año 2000 se habrían erradicado muchísimas enfermedades, debido a que los procesos de fabricación de vacunas se habrían abaratado tanto que se podrían repartir masivamente, países del Tercer Mundo incluidos. Resultaba curioso que dijeran que la gripe y el catarro habrían desaparecido gracias a las nuevas vacunas. Y sobre todo, y esto es lo más triste, las familias del 2000 vivirían en plena felicidad: sin enfermedades y con mayores niveles de vida. En otros artículos, se hablaba de que los coches que volasen serían una cosa común en el año 2000. Quizá no hubieran sustituido aún a los automóviles terrestres, pero ya se verían por las calles.
Es verdad que, en el fondo, lo que sucede es que extrapolamos tendencias cuando intentamos adivinar el futuro. La tecnología automovilística avanzaba vertiginosamente durante aquellos años, y parecía que el futuro eran automóviles de mucha mayor potencia, así que coches voladores eran plausibles. Lo que ocurrió es que las innovaciones, por razones de tipo social o económico, cambiaron su dirección a mejoras de seguridad, de mejora de rendimiento y de respeto por el medio ambiente. La industria quizá tuviera, potencialmente, la capacidad de comercializar coches que volasen, pero ahora el mercado va por otros derroteros. Lo que poca gente se podía imaginar eran cosas como Internet o la potencia que tienen los ordenadores domésticos actuales. Sobre todo en una época en que 92 kb de memoria estaban bastante bien para un ordenador.
Me invade la nostalgia cuando comparo como eran las cosas en los años ochenta y como son ahora. Y es triste ver como todo esas maravillas médicas no se han cumplido. Ni siquiera, haciendo algo de memoria, considero que ahora vivamos mejor que entonces. Es más, pienso que hemos empeorado. La vivienda, por las nubes, los precios altísimos, el empleo muy difícil y mal pagado. ¿Quién iba a decirnos en aquella época que la mejor opción para los recién licenciados llegarían a ser las prácticas en empresas sin remunerar?
Aunque, viéndolo positivamente, tampoco se han cumplido las predicciones apocalípticas para ese año que nos mostraban multitud de novelas y películas.
Es que adivinar el futuro es muy complicado.
1 comentario:
muuuy bueno, me ha inspirado!
gracias!
Publicar un comentario