Síndrome postvacacional
Desde que el año pasado oí por primera vez hablar de esto, tenía muchas ganas de decir algo, pero he estado demasiado ocupado...
Resulta que, a partir de ahora, todos los septiembres vamos a tener la misma cantinela en los telediarios: el síndrome postvacacional, las medidas para combatirlo y las acciones de las grandes empresas para evitarlo. Porque resulta que hay gente que vuelve de sus vacaciones pagadas (me refiero a que el trabajador de vacaciones cobra su mensualidad, no a que les costeen el viaje) y se deprime tanto que se da de baja a los primeros días porque sufre este síndrome.
Y yo, que no he tenido vacaciones desde que empecé a trabajar en mi empresa, y que nunca voy a tener a nadie que me pague unas vacaciones (yo, si no trabajo, no cobro), no sé qué nombre ponerle a esto, ni como reaccionar. Y cuando pienso en los que están en ETTs o con contratos precarios, que los despiden para no darles vacaciones... se me ocurren unas expresiones populares que no quedarían bien. Así que me voy a limitar a hablar de las contradicciones de los poderosos.
Y es que, hay que ver la clase de guerra que ha iniciado el Estado contra los hábitos no saludables. Ley anti-tabaco, con multas para los transgresores que pueden ser elevadas, obligación a los hosteleros de hacer obras de miles de euros so pena de multa. Ataque contra el alcohol, prohibiendo, incluso, que en la publicidad se hable de los beneficios que pueda tener aunque sean reales... Retiradas de anuncios de hamburguesas por tener muchas calorías...
Pero contra el síndrome postvacacional no se toman medidas, con lo malo que es para la salud pública. Pues nada, solucionémoslo: prohibamos las vacaciones o retrinjámoslas. Que sólo se pueda coger un máximo de dos días seguidos, o que se le prohiban directamente al que tenga síntomas o propensión a padecer este síndrome. El que no pueda dejar de trabajar se alegrará de no sufrir este transtorno, digo yo.
Si con el tabaco funciona, con esto también, ¿no?
Quiero creer, de todos modos, que esto no es más que una exageración de los medios de comunicación, y que eso del síndrome sea cosa de unos pocos.
2 comentarios:
No te quepa duda de que los medios de comunicación exageran todo lo que pueden y que posiblemente lo del síndrome sólo sean las dificultades lógicas de volver a coger el ritmo de trabajo tras unos días de inactividad. Personalmente opino que las vacaciones deberían ser una semana cada tres meses, como mejor método para recargar las pilas sin que llegues a hastiarte del tiempo libre. Un mes entero de vacaciones es una barbaridad auténtica, porque está demostrado que los últimos 10 días ya no sabes qué hacer.
Yo admiro a los que, como tú, sois responsables de un negocio y la única alternativa a unas vacaciones pagadas que tenéis es cerrar y no cobrar durante esos días. Yo me cojo 15 días ahora en septiembre y sé que cuando vuelva tendré que trabajar el doble para poner todo al día, porque nadie hace mi trabajo cuando yo no estoy y se va acumulando. Aún así, prefiero mil veces cogerme las vacaciones e intentar no pensar en su precio hasta el día en que me reincorpore :)
saluditos!
Hola
Pues claro que sí. Exageran y bastante. El coraje es que la idea parece que es justificar a la gente que llega de las vacaciones y se da de baja, de tanto que les cuesta volver a arrancar. El problema es que esa manera de actuar nos hace mal a todos.
Por cierto, he estado cuatro días fuera - aunque el último fue, solamente, el regreso... nos lo pasamos en la carretera, adelantándonos a la vuelta ciclista :-) -. Vacaciones pequeñitas.
Un saludo.
Juan.
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