14 agosto 2007

La Princesa Mononoke

Llevaba tiempo queriendo dedicarle una entrada a esta película de animación de Hayao Miyazaki que vi en el cine hace ya muchos años, y que sigue siendo una de mis favoritas.

No voy a desvelar nada de la trama, porque es mejor que cada uno la vea y juzgue. Para los que sepan inglés, de todos modos está la página oficial de la versión inglesa de la película. Se trata de una película de animación con un encanto que aún no he visto en ninguna otra.

Lo primero que sorprende es la calidad gráfica. Como dicen que hacen muy bien los japoneses, esta obra integra tanto lo tradicional como lo moderno. Usa tanto animación tradicional como animación por ordenador, empleando los puntos fuertes de cada una; cuando conviene, usa el ordenador, pero si la escena cobra más fuerza con el sistema tradicional, este es el usado. Es el secreto que le da tanta vida a sus personajes.

Pero lo mejor de la película es tanto la trama como la ambientación. Se desarrolla en el Japón de los siglos XV y XVI. Dentro de una ambientación realista, se encajan mitos tradicionales japoneses, como los espíritus de los bosques, de los animales o demonios. Se hace de manera tan natural que parece una película realista. Por otro lado, la trama trata temas universales, con los que resulta muy sencillo identificarse: la amistad, el honor, el respeto a la naturaleza (que es recurrente en la obra de Hayao Mizayaki), el amor no correspondido...

Como últimos comentarios, al ser una película que reposa tanto en las tradiciones japonesas, necesita un cierto esfuerzo a la hora de adaptarla a otros idiomas y doblarla. Así, hay muchos detalles que se pierden y que requieren cambiar los diálogos originales. El más curioso es cuando, casi al principio, Ashitaka (el protagonista) se corta el pelo, y en la versión española, los ancianos le explican que deberá irse de su pueblo y no volver. Esto no sucede en el original, ya que cualquier japonés sabe que cuando un guerrero se corta el pelo, es porque ha abandonado su tribu para siempre, que ha muerto para ellos y que, por tanto, nadie debe hablar con él. Por ello, los occidentales tampoco captamos el significado auténtico de la escena siguiente, cuando la chica que estaba enamorada de Ashitaka se despide de él al partir y le regala una daga. El hecho de que ese regalo simbolice su amor eterno es fácil de comprender, pero el hecho de que al hacerlo, desobedece las leyes de la tribu y de que, probablemente, sea castigada por hablar con un "muerto", necesita una explicación, innecesaria para un japonés, que no se puede dar en un diálogo tan breve.

En fin, que el que no haya visto esta película, la alquile ya. Aparte de todo esto se va a encontrar con una banda sonora emocionante, de la que hay un ejemplo en Youtube. Se trata de "Journey to the West", interpretado por la Eminence Orchestra:


4 comentarios:

Lillu dijo...

Vaya, no la he visto, pero tomo nota de la recomendación.

saluditos!

Nieves Gómez Feliu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nieves Gómez Feliu dijo...

Acabo de ver la película y no he podido evitar ver ciertas similitudes con la de Avatar, incluso el rostro del dos del bosque se parece a las figuras que vemos en esta última, puedo pensar quesu director se inspiró en esta obra japonesa, estás de acuerdo?

Juan dijo...

Buenas tardes, Nieves

Quizá haya cierta inspiración en lo que respecta a los rostros de los Na'vi, pero en cuanto a temática y trama, las dos películas no tienen nada que ver si se exceptúa que en ambas hay una cierta defensa del medio ambiente.

Gracias por comentar y un saludo.

Juan.